Con emoción y esperanza, líderes de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, autoridades civiles y de la universidad participaron el jueves 28 de agosto de 2025 en la ceremonia de la palada inicial para un ambicioso proyecto de renovación en el campus de BYU–Hawaii, en Laie, Hawái, Estados Unidos.

La jornada, marcada por la brisa del océano, coronas de flores y la participación de la presidenta general de la Sociedad de Socorro, Camille N. Johnson, dio inicio a un plan de cinco años que transformará el corazón de la universidad con la construcción de cinco nuevos edificios.

Nuestros estudiantes son valiosos

Una representación del futuro centro de bienvenidaen el campus de BYU–Hawaii en Laie, Hawái. Imagen: BYU–Hawaii

Con la voz entrecortada por la emoción, el presidente de BYU–Hawaii, John S.K. Kauwe III, compartió lo que este proyecto significa para los alumnos.

“Nuestros estudiantes deben saber que son profundamente amados por su Padre Celestial, por el presidente Russell M. Nelson y los líderes de la Iglesia, y por cada miembro fiel alrededor del mundo. Son valiosos y tienen una gran capacidad para servir en el futuro”.

La renovación contempla la demolición de cuatro edificios, incluido el David O. McKay Classroom Building, para dar paso a modernas instalaciones con aulas, oficinas, espacios recreativos, un auditorio, centro de bienvenida y más.

En lugar de palas, los líderes usaron el o’o stick, una herramienta tradicional hawaiana para remover tierra, símbolo de respeto por la cultura local y la historia de la isla.

“Un cambio de corazón”

La presidenta general de la Sociedad de Socorro, Camille N. Johnson (centro), junto a la hermana Monica Kauwe y una estudiante de BYU-Hawái durante la ceremonia de Palada Inicial del Complejo McKay en el campus de BYU-Hawái en Laie, Hawái, el jueves 28 de agosto de 2025. Créditos: Douglas Ferreira, BYU–Hawaii

La presidenta Camille N. Johnson habló del simbolismo de este acto y de la invitación espiritual que lo acompaña:

“Espero que este sea un tiempo de cambio de corazón, donde miremos al futuro con fe y confianza, sabiendo que estamos comprometidos en la obra del Señor”.

El proyecto también guarda un fuerte simbolismo histórico. El presidente Kauwe recordó cuando presentó la propuesta ante la junta directiva de la universidad, integrada por la Primera Presidencia de la Iglesia.

La aprobación coincidió con el 12 de febrero de 2025, exactamente 70 años después de que el presidente David O. McKay realizó la Primera Palada de lo que entonces se conoció como el Church College of Hawaii.

El presidente Russell M. Nelson interrumpió la reunión para destacar la importancia de la fecha. Kauwe confesó:

“Me sentí sobrecogido por el Espíritu. El profeta de Dios sabe lo que ocurre aquí, honra el pasado y nos impulsa a avanzar de maneras hermosas y emocionantes”.

Una visión para los estudiantes y el mundo

R. Kelly Haws, comisionado adjunto del Sistema Educativo de la Iglesia, durante la ceremonia de Primera Palada del Complejo McKay en el campus de BYU-Hawái en Laie, Hawái, el 25 de agosto de 2025. Créditos: Monique Saenz, BYU–Hawaii

Durante la ceremonia, el élder R. Kelly Haws, del Sistema Educativo de la Iglesia, recordó que el presidente McKay veía a BYU–Hawaii como un lugar donde se formarían “estudiantes nobles que se nieguen a violar la verdad” y que serían líderes que el mundo necesita.

Ese mismo espíritu inspira el nuevo proyecto. Aunque la matrícula seguirá limitada a 3,200 estudiantes, la renovación busca fortalecer la misión central de la universidad: formar discípulos autosuficientes y fieles de Jesucristo, preparados para liderar y servir en sus comunidades.

El vicepresidente de operaciones, Kevin Schlag, resumió la visión al recordar una parábola compartida por el élder Boyd K. Packer:

“Por muy emocionantes que sean los edificios, lo más importante será lo que suceda dentro de ellos: estudiantes aprendiendo con confianza cómo vivir y liderar”.

Imagen: BYU–Hawaii

El plan de renovación contempla:

  • 5 nuevos edificios con más de 50 aulas, 375 oficinas y 75 espacios de estudio y colaboración.

  • 456 árboles plantados y más de 30 millas de cableado eléctrico instalado.

  • Espacios para conferencias, auditorios, servicios estudiantiles y áreas de recreación.

  • Una superficie total de 306,000 pies cuadrados de construcción en un terreno de 17 acres.

BYU–Hawaii, que en 2025 celebra también el legado de su fundación, se prepara para un futuro en el que la excelencia académica, la fe y el servicio sigan siendo el centro de su misión.

Como dijo el presidente Kauwe, este proyecto es más que una renovación de edificios: es una renovación de propósito y de fe.

Fuente: Church News

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