Después de la resurrección, Jesús se apareció a Sus discípulos en la orilla del mar de Galilea. Allí, en un ambiente sencillo y muy significativo, junto al mismo lago donde Pedro había sido llamado por primera vez, ocurrió una conversación que cambió para siempre el rumbo de Pedro, y puede también cambiar el nuestro.
Jesús le preguntó a Pedro tres veces: “¿Me amas?” Y Pedro respondió en cada ocasión que sí. A simple vista, podría parecer repetitivo, pero en realidad fue un momento profundo de enseñanza y restauración.
Tres preguntas, tres oportunidades
Recordemos que Pedro había negado al Señor tres veces la noche de Su juicio. Ahora, frente a los demás discípulos, cada afirmación de amor era también una forma de sanar y de volver a empezar. Jesús no lo reprendió, sino que le dio la oportunidad de reafirmar su fe y compromiso.
En nuestra vida también pasa algo parecido: el Señor nos permite rectificar, aprender y avanzar. El arrepentimiento no es un obstáculo, es parte del camino del discipulado.
El sentido del “tres” en las Escrituras
En la Biblia y en otros registros sagrados, la repetición tiene un propósito. Escuchar algo tres veces es señal de importancia, plenitud y certeza. Los nefitas escucharon la voz de Dios tres veces antes de comprender; Moroni visitó tres veces a José Smith en una sola noche.
Así, el triple “¿me amas?” nos recuerda que el Señor quiere asegurarse de que entendamos bien lo que significa seguirle de verdad.
Amar con algo más que palabras
En el idioma original del Nuevo Testamento, griego, hay varias formas de decir “amor”. Una de ellas expresa cariño fraternal (phileo) y otra, amor completo y desinteresado (agape). Al principio, Pedro respondió desde la amistad, pero Jesús lo invitaba a ir más allá, a un amor que implica entrega, servicio y compromiso total.
Por eso, después de cada respuesta, el Señor le encargó una tarea:
“Apacienta mis corderos… cuida mis ovejas”.
El amor verdadero al Salvador siempre se traduce en servir a los demás.
Una invitación para nosotros
Pedro pasó de ser el discípulo temeroso que negó conocer a Jesús, al líder valiente que testificó de Él hasta la muerte. Su historia nos enseña que el Señor confía en nosotros incluso con nuestras debilidades, si estamos dispuestos a crecer y a demostrar nuestro amor con hechos.
Hoy, la pregunta sigue vigente: “¿Me amas?” Cada vez que elegimos servir, perdonar, compartir o testificar, estamos respondiendo.
Fuente: Ask Gramps
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@masfe.org Respuesta a @bitremzero13¡Claro que sí! Así es como muri€r0n los 12 apóstoles originales de Jesucristo: Simón Pedro Fue crucificado de cabeza luego de ser enjuiciado por predicar el evangelio de Jesús. Andrés (hermano de Pedro) Fue az0tado y amarrado a una cruz para m0rir de dolor (predicó durante dos días a los que pasaban por el camino hasta que expiró). Juan Aunque muchos creen que muri0 de causas naturales, aún sigue vivo por la promesa que Jesús le hizo. Sigue predicando. Santiago (hermano de Juan) Dec@pitad0 por órdenes de Herodes. Bartolomé (Natanael) Fue desp€ll€jad0 vivo hasta m0rir. Felipe Fue c0lgado hasta m0rir. Tomás Fue travezad0 por una lanza durante su predicación en India. Mateo Apuñ@lad0 por una espada. Santiago Fue lanzado a un abismo y apedre@d0 Judas Tadeo Crucificado y atravesado por flechas en Armenia. Simón el Zelote Fue crucificado Judas Iscariote Luego de traicionar a Jesús se ah0rcó a sí mismo desde un árbol. #apostoles #cristianostiktok #seguidoresdejesus #jesucristo #thechosen #apostolesdejesus ♬ suara asli – AWH
