El rugido de los motores, el olor a caucho quemado y los gritos del público, ¿te imaginas sentir la presencia de Dios en un escenario así? Amanda Sorensen, piloto profesional de carreras, nos demuestra que sí es posible en un reciente video publicado en el canal de Youtube de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días.

Como piloto especializada en la disciplina de “drifting”, Amanda vive su vida con adrenalina, pero aún en medio del riesgo, ella siempre encuentra seguridad a través de su fe.

Tomando el control con Dios

La vida también es como una carrera de drift. Imagen: La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días

En las competencias de drift no necesariamente gana quien conduce más rápido, sino quien mantiene el control. Lo característico de estas carreras es que los pilotos pasan por curvas cerradas que deben atravesar derrapando. Si no controlan sus impulsos en los giros, los resultados pueden ser graves.

Para Amanda, la vida también es como una carrera de drift. Las curvas son los obstáculos diarios y la mejor forma de atravesarlos es tomando el control con la ayuda de Dios.

Todo lo puedo en Cristo que me fortalece”. (Filipenses 4:13)

Antes de cada carrera, Amanda se fortalece en Cristo orando y asistiendo a sus reuniones dominicales. Durante la carrera, ella dirige sus pensamientos a Dios y al hacerlo, ha sentido Su ayuda en situaciones descontroladas como si Él estuviera acompañándola.

De la misma manera, cuando lo buscamos mediante la oración, podemos contar con la presencia de Dios para hallar el control en medio de los peligros de la vida.

Ora siempre para que salgas triunfante”. (Doctrina y Convenios 10:5)

La repetición es la clave

Amanda estudiando las escrituras. Imagen: La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días.

Una de las habilidades que los pilotos como Amanda deben desarrollar es la memoria muscular, la cual les sirve para reaccionar en el momento preciso. Después de todo, la diferencia entre ganar y perder se encuentra en esos segundos de ventaja entre un piloto y otro.

Esa memoria muscular se desarrolla con la repetición de movimientos físicos. De la misma forma, la repetición de acciones espirituales nos permite desarrollar patrones espirituales que nos ayudan a reaccionar frente a los desafíos. Tal como lo declaró el élder David A. Bednar:

“Los patrones espirituales son ahora, y han sido siempre, ayudas importantes para el discernimiento, y fuentes de guía y protección para los Santos de los Últimos Días fieles”.

Conquistando lo imposible

Amanda es la primera mujer en llegar al podio en Fórmula Drift. Imagen: La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días.

En el Nuevo Testamento aprendemos sobre la experiencia de Pedro caminando sobre las aguas. En medio de una feroz tormenta, Cristo llamó a Pedro a caminar hacia Él sobre el mar. Aunque había mucho caos alrededor, Pedro logró hacerlo centrando su mirada en Cristo.

“Y anduvo sobre las aguas para ir a Jesús. Mas al ver el viento fuerte, tuvo miedo y, comenzando a hundirse, dio voces, diciendo: ¡Señor, sálvame! Y al momento Jesús, extendiendo la mano, le sujetó”. (Mateo 14:29-31)

Ambas experiencias nos enseñan que podemos encontrar apoyo espiritual incluso en escenarios caóticos. La vida siempre nos pondrá desafíos grandes como la tormenta de Pedro o las curvas peligrosas de Amanda, pero si nos enfocamos en Cristo, podremos conquistar lo imposible.

Fuente: YouTube

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