Desde el principio, el Señor ha guiado a Su pueblo a través de profetas. Ellos son quienes levantan la voz en tiempos de confusión, recordándonos las promesas del evangelio y la necesidad de volver a Cristo.

El Libro de Mormón enseña claramente el papel de los profetas. En 3 Nefi 6:20 leemos:

“Y empezó a haber hombres inspirados del cielo y enviados, que anduvieron entre el pueblo en toda la tierra, predicando y testificando intrépidamente de los pecados e iniquidades del pueblo, y testificándoles concerniente a la redención que el Señor haría por su pueblo, o en otros términos, la resurrección de Cristo; y testificaron intrépidamente acerca de su muerte y sus padecimientos”.

Los profetas y apóstoles de hoy continúan con la misión testificar de Cristo, llamarnos al arrepentimiento y ayudarnos a volver al Padre Celestial. Sin embargo, muchas veces su consejo también toca aspectos prácticos de nuestra vida diaria.

Aquí compartimos algunas enseñanzas que quizás no son tan conocidas, pero que pueden transformar nuestro día a día.

Cuidar el cuerpo y evitar extremos peligrosos

Imagen: La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días

El élder David A. Bednar ha enseñado que Satanás busca que minimicemos la importancia de nuestro cuerpo físico, cuando en realidad es una parte esencial del plan de Dios.

“Satanás también procura inducir a los hijos e hijas de Dios a que minimicen la importancia de sus cuerpos físicos. Este tipo de ataque es sutil y diabólico…

Disminuimos la importancia de nuestros cuerpos y ponemos en peligro nuestro bienestar físico al llegar a extremos inusuales y peligrosos en busca de una descarga de adrenalina cada vez mayor.

Poner en riesgo el instrumento que Dios nos ha dado para recibir las experiencias de la mortalidad, solamente por diversión, por el ego o por aceptación, verdaderamente minimiza la importancia de nuestros cuerpos”.

Esta advertencia tiene mucho sentido hoy. A veces vemos cómo las redes sociales normalizan retos extremos, deportes arriesgados o prácticas que ponen en peligro la salud solo por “likes” o por encajar en un grupo.

Cuidar nuestro cuerpo no significa dejar de divertirnos, sino recordar que es un templo dado por Dios y que sin él no podríamos recibir las experiencias de la vida.

Simplicidad en las despedidas y bienvenidas de misioneros

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Presidente Gordon B. Hinckley. Imagen: La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días

En 2002, el presidente Gordon B. Hinckley habló sobre las despedidas y regresos de los misioneros, invitando a la sencillez:

“Esperamos que tampoco continúen las reuniones muy elaboradas en casa del misionero, después de la reunión sacramental en la que éste hable. La familia podría desear reunirse, y no ponemos objeción a eso; sin embargo, pedimos que no se lleve a cabo una recepción pública con gran cantidad de invitados.”

Este consejo nos ayuda a reflexionar en lo que la misión no es un logro social, sino espiritual. Hoy en día vemos cómo a veces se planifican celebraciones más elaboradas que la misma reunión sacramental, cuando lo más valioso es escuchar el testimonio del misionero y sentir el Espíritu.

Podemos seguir celebrando en familia, pero recordando que la verdadera alegría está en lo eterno, no en la fiesta.

El poder de madrugar

Harold B. Lee
Harold B. Lee. Imagen: La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días

A veces los consejos más simples tienen un impacto profundo. El presidente Marion G. Romney contó que cuando fue llamado como Autoridad General, se sintió abrumado. Buscando guía, recibió un consejo inolvidable del élder Harold B. Lee:

“Si quieres tener éxito, necesitarás inspiración y revelación. Te daré un consejo: acuéstate temprano y levántate temprano. Si lo haces, tu cuerpo y tu mente estarán descansados y en la quietud de esas horas de la mañana recibirás más inspiración y revelación que en cualquier otro momento del día.”

Romney aplicó este principio durante toda su vida y testificó que funciona:

“Desde ese día, puse en práctica ese consejo, y sé que funciona. Siempre que tengo un problema serio o una tarea creativa con la que espero recibir la influencia del Espíritu, recibo más ayuda en la madrugada que en cualquier otro momento del día.”

Hoy podemos ver lo práctico que es este consejo: muchas veces, lo que más nos falta es tiempo para sentir el Espíritu porque lo llenamos todo de ruido y cansancio. Dedicar unos minutos en la mañana, antes de que empiece el día, para orar, leer las Escrituras o simplemente pensar con claridad, puede ser el momento en que recibamos la guía que estamos buscando.

Respetar las emociones poderosas

profeta Presidente Kimball
Presidente Spencer W. Kimball. Imagen: La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días

El presidente Spencer W. Kimball advirtió que algo tan común como un beso puede perder su verdadero valor si se trivializa:

“El besar se ha degenerado hasta convertirse en una manera de expresar lujuria en lugar de afecto, honor y admiración. Besarse en una cita casual es buscar problemas. ¿Qué significado tiene un beso cuando se reparte como pretzels y se le roba su carácter sagrado?”

Este recordatorio nos invita a proteger la pureza de nuestras emociones y afectos. Vivimos en un mundo donde el afecto físico muchas veces se banaliza en series, películas o la vida social.

El Señor nos invita a proteger lo sagrado de nuestras emociones y a reservarlas para el tiempo y el lugar correcto, el matrimonio. Al hacerlo, no solo protegemos nuestra pureza, sino también la profundidad de nuestras relaciones.

Un obispo de jóvenes adultos solteros incluso aconsejó a las parejas recién comprometidas a limitarse a dos besos al día y a enfocarse más en conversar y planificar su futuro. Este tipo de recordatorios muestran que el amor verdadero se construye con respeto, paciencia y preparación espiritual.

Una bendición para nuestra vida

Seguir a los profetas es seguir a Cristo, y en ese camino descubrimos que las decisiones cotidianas. Imagen: Canva

Los profetas y apóstoles son una bendición. Nos advierten de los peligros del pecado y al mismo tiempo nos muestran caminos sencillos para acercarnos más al Salvador. Su consejo abarca desde la doctrina central hasta los detalles prácticos de la vida, siempre apuntando hacia Jesucristo.

El élder Steven D. Shumway, Setenta, lo expresó así:

“Nuestra preparación para encontrarnos con Jesucristo se acelera cuando dejamos de preguntar lo que Dios nos permitirá hacer y comenzamos a preguntar lo que Dios prefiere que hagamos.”

Este cambio de mentalidad hace toda la diferencia. Seguir a los profetas es seguir a Cristo, y en ese camino descubrimos que las decisiones cotidianas, cuando se viven con fe, se convierten en pasos firmes hacia la vida eterna.

Fuente: Called to Share 

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