Un incendio ocurrido el 22 de septiembre en la ciudad de Butuán, en la isla de Mindanao, Filipinas, redujo a cenizas varias viviendas y destruyó bienes materiales.

Entre los escombros de una de las casas afectadas de un Santos de los Últimos Días, sin embargo, se hallaron placas misionales e impresos de la Iglesia parcialmente quemados, que se han convertido en un símbolo de fe y esperanza para los afectados.

Un hallazgo que conmueve

Fuente: Reyiet Berdiguel, Facebook

El miembro de la Iglesia Reyiet Berdiguel, cuya familia perdió gran parte de sus pertenencias, compartió en Facebook imágenes de las placas misionales que sobrevivieron al incendio. En su publicación, reflexionó:

“Pensaba que las llamas lo habían devorado todo, pero me di cuenta de que casi lo perdimos todo, pero no todo.

Entre las cenizas y la destrucción, algunas cosas permanecieron en pie. Es un recordatorio humilde de que ni siquiera el fuego puede destruir el espíritu de la fe, el llamado a servir y las verdades eternas que estos libros representan”.

Fuente: Reyiet Berdiguel, Facebook

El hallazgo de las placas misionales entre los restos carbonizados ha sido visto por muchos como un mensaje de fortaleza espiritual y de que la fe puede resistir incluso en medio de la adversidad.

Se organizaron donaciones y gestos de apoyo que permitieron atender las necesidades más urgentes de las familias afectadas.

El respaldo también llegó desde grupos de servicio misionero de la zona de Mindanao y de otras regiones del país. 

A pesar de las distancias, se hicieron presentes con recursos, mensajes de aliento y acciones concretas para ayudar en la recuperación. 

El acompañamiento comunitario se ha convertido en un factor clave para sobrellevar el impacto del siniestro.

Solidaridad inmediata

incendio chile
Créditos: Javier Torres/AFP, Getty Images

Afortunadamente, todas las familias lograron ponerse a salvo, evitando así una tragedia mayor.
La comunidad local reaccionó de inmediato: vecinos, miembros del Barrio Ampayon y voluntarios de la zona se organizaron para proporcionar ropa, alimentos y refugio temporal a los afectados.

Reyiet expresó su agradecimiento por el apoyo recibido:

“Estamos profundamente agradecidos con el Barrio Ampayon y con nuestros compañeros misioneros de servicio de la zona Mindanao, quienes extendieron su ayuda a pesar de la distancia. Su apoyo realmente se sintió y fue muy apreciado”.

Aunque el incendio dejó pérdidas significativas, el espíritu de solidaridad y servicio ha brindado consuelo y nuevas fuerzas a los afectados.

Imagen: La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días

Para los miembros de la Iglesia, las placas misionales rescatadas no solo representan el pasado de servicio, sino también el recordatorio de que la fe y el llamado a servir perduran más allá de las dificultades materiales.

La reconstrucción será un proceso largo, pero la comunidad confía en que el apoyo mutuo y la fe compartida serán fundamentales para levantarse nuevamente.

El incendio destruyó muchas cosas, pero reveló una lección poderosa: las llamas pueden consumir objetos, pero no la fe ni el compromiso de seguir sirviendo a Dios y al prójimo.

Video relacionado

@masfe.org Deja de ser tan duro contigo mismo, cada cosa cuenta. El Señor ve tu corazón y tus intenciones ❤️‍🩹 #masfe #misionero #sud #mormones #misioneroretornado ♬ Relaxed (Sped Up) – MC Mablo Dos Paredões

También te puede interesar