Durante los últimos días, el corazón de millones de santos se ha conmovido al despedir al presidente Russell M. Nelson. Su partida marcó un momento histórico, pero también una oportunidad para recordar algo poderoso: la obra del Señor no se detiene.

La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días continúa firme, guiada por las llaves del sacerdocio y la dirección profética. El Evangelio sigue avanzando con fuerza, y lo que vimos en esta Conferencia General fue una clara confirmación de ello.

Como dijo la hermana Maurine Proctor, la transición fue tan natural como espiritual: 

“Se disuelve la Primera Presidencia, pero el liderazgo sigue bajo el Quórum de los Doce Apóstoles, con el Espíritu del Señor dirigiendo.” 

La autoridad permanece, el orden se mantiene, y el testimonio del Salvador se renueva.

“Era el mejor de los tiempos y el peor de los tiempos”

Quentin L. Cook. Imagen: La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días

El élder Quentin L. Cook inició su mensaje citando a Charles Dickens: 

“Era el mejor de los tiempos; era el peor de los tiempos.” 

En medio del dolor causado por la tragedia en la capilla de Grand Blanc, Michigan, donde varios miembros resultaron heridos o fallecieron, el élder Cook recordó que la adversidad no detiene el avance del Reino.

El élder Gerrit W. Gong destacó que cada domingo, miembros y amigos de 195 países se reúnen en más de 31 000 congregaciones, hablando 125 idiomas. El Evangelio se está extendiendo como nunca antes.

Esta conferencia fue una colección de invitaciones personales del Señor. Cada mensaje nos llamó a mirar hacia dentro, a acercarnos más a Cristo y a aceptar Su poder transformador.

1. Una invitación a comenzar de nuevo

Patrick Kearon. Imagen: La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días

El élder Patrick Kearon testificó que la Iglesia es el lugar de los nuevos comienzos.

Dijo:

“Todo lo que el Salvador dijo e hizo trajo un nuevo inicio para quienes sanó, bendijo o perdonó… Él no se apartó de ellos, y ciertamente no se apartará de ti.”

Y añadió palabras que nos tocan profundamente:

“El Salvador ofrece el mismo nuevo comienzo a ti y a mí. Este es el Evangelio de los nuevos comienzos. ¡Esta es la Iglesia de los nuevos comienzos!”

En Cristo siempre hay una segunda oportunidad.

2. Una invitación a no temer ser probados

Henry B. Eyring. Imagen: La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días

El presidente Henry B. Eyring relató que, cuando estudiaba física, se sintió incapaz de comprender. Pero en oración escuchó una impresión clara:

“Te estoy probando, pero también estoy contigo.”

Luego explicó:

“Probar algo no es simplemente ponerlo a prueba, sino hacerlo más fuerte. El Señor nos prueba para fortalecernos. No es señal de abandono, sino de amor.”

Dios no nos prueba para quebrarnos, sino para refinarnos.

3. Una invitación a cuidar nuestro testimonio

Kevin G. Brown. Imagen: La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días

El élder Kevin G. Brown contó cómo su “Arboleda Sagrada” fue un baño en Jamaica, donde oró y recibió su propio testimonio.

“Un testimonio no fue hecho para ser temporal. Es un regalo eterno de un Dios eterno.”

Y nos exhortó:

“Toma las riendas de tu testimonio. Cuídalo. Aliméntalo con verdad. Nadie puede elegir por ti. El poder está dentro de ti.”

Nuestro testimonio es un pozo de agua viva. Puede sostenernos, protegernos y multiplicarse en las generaciones que amamos.

4. Una invitación a la disciplina espiritual

Dieter F. Uchtdorf. Imagen: La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días

El élder Dieter F. Uchtdorf recordó que, al volver a un simulador de vuelo años después de haber sido piloto, notó que las habilidades se pierden si no se practican.

“Esto también se aplica al discipulado. La fe es un don, pero recibirla es una decisión. La fe requiere práctica diaria, compromiso constante y esfuerzo real.”

La fe no se mantiene sola. Necesita ser alimentada cada día para que el fuego siga ardiendo en el corazón.

5. Una invitación a mirar al Señor en tiempos difíciles

D. Todd Christofferson. Imagen: La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días

El élder D. Todd Christofferson recordó el trágico accidente en Lesotho, África, donde varios jóvenes y líderes perdieron la vida. Compartió el testimonio de una hermana que sobrevivió:

“Antes no creía en Dios, pero ahora Él es mi prioridad número uno. Servirlo constantemente es como encontrar las respuestas que busco.”

El élder Christofferson enseñó que buscar a Dios no debe ser una de nuestras prioridades, sino la más alta de todas.

“Mira hacia mí y sed salvos, todos los términos de la tierra.” (Isaías 45:22)

6. Una invitación a ser pacificadores

Gary E. Stevenson. Imagen: La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días.

El élder Gary E. Stevenson retomó el llamado del presidente Nelson: “Los pacificadores hacen falta.”

“Reemplacemos la contención con amor, el orgullo con perdón. Construyamos puentes en lugar de muros.”

Y agregó:

“El proceso comienza en el corazón, luego en el hogar, y desde allí se extiende al mundo.”

La paz que Cristo ofrece no depende de las circunstancias, sino del corazón que decide confiar.

7. Una invitación a estudiar el Libro de Mormón

Jeffrey R. Holland. Imagen: La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días

El élder Jeffrey R. Holland enseñó con su característico fervor que el poder del Libro de Mormón es tan milagroso como las sanaciones del Salvador.

“Así como el ciego fue sanado con barro y saliva, Dios puede bendecirnos por los medios más simples. En mi vida, ese instrumento de sanación fue el Libro de Mormón.”

Aun cuando algunos lo rechacen, dijo, “su impacto en mi vida ha sido tan milagroso como la restauración de la vista.”

El Libro de Mormón es una vara de seguridad para el alma.

8. Una invitación a honrar la proclamación sobre la familia

Dallin H. Oaks. Imagen: La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días

Finalmente, el presidente Dallin H. Oaks cerró la conferencia recordando que la familia está en el centro del plan de Dios.

“El Evangelio fue enseñado primero en el consejo de una familia eterna. Se vive en nuestras familias mortales, y su destino es exaltarnos en familias eternas.”

También advirtió:

“Las tendencias del mundo respecto al matrimonio y la natalidad están decayendo. Los Santos de los Últimos Días no debemos seguir esas tendencias, sino elevarlas.”

La familia es el corazón del plan eterno.

Un cierre lleno de esperanza

Esta conferencia fue una invitación constante del Señor. A empezar de nuevo, a ser fuertes, a mirar a Dios y a vivir con paz.

Las pruebas no significan abandono, los comienzos son posibles, y la fe es una llama que debemos cuidar cada día. El Señor sigue apresurando Su obra, y lo hace en nosotros.

Fuente: Meridian 

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