Las campanas de la Catedral de la Magdalena (Cathedral of the Madeleine, en inglés), la catedral de la diócesis de Salt Lake City y sede del obispo católico de Utah, sonaron el 7 de octubre de 2025 cuando la procesión fúnebre del presidente Russell M. Nelson pasó frente al histórico templo camino al Cementerio de Salt Lake City.
El gesto fue un signo solemne de respeto, similar al que la Catedral realizó en funerales anteriores de líderes de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, como el presidente Gordon B. Hinckley en enero de 2008 y el presidente Thomas S. Monson en enero de 2018.

El presidente Nelson, quien falleció el 27 de septiembre de 2025 a los 101 años de edad, fue el 17.º presidente de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días y es recordado por su liderazgo espiritual y sus esfuerzos por tender puentes de comprensión y respeto entre comunidades de fe.
El padre Christopher Gray, rector de la Catedral de la Madeleine, expresó sus condolencias poco después del fallecimiento del presidente Nelson:
“Hace unos meses, el presidente Nelson nos ofreció palabras de consuelo tras el fallecimiento del papa Francisco. Hoy, con el corazón apesadumbrado, expreso mi gratitud por su vida de dedicación, fe y servicio. Agradecemos a nuestros vecinos de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días por compartir generosamente sus enseñanzas con nosotros”.
Un funeral que reunió a líderes de distintas creencias

El funeral público del presidente Nelson, realizado horas antes de la procesión, se llevó a cabo el 7 de octubre de 2025 en el Centro de Conferencias de la Manzana del Templo, en Salt Lake City, y fue seguido por miles de personas en todo el mundo a través de transmisiones en vivo.
Entre los asistentes estuvieron el reverendo Amos C. Brown, pastor de la Tercera Iglesia Bautista de San Francisco y líder destacado en la defensa de los derechos civiles; la reverenda Theresa A. Dear; y el reverendo Lawrence E. Carter Sr., decano fundador de la Capilla Internacional Martin Luther King Jr. en Morehouse College.
“El presidente Nelson fue un agente de cambio y un profeta del progreso. Su liderazgo tendió puentes entre comunidades de fe y nos recordó que, más allá de las diferencias, somos hermanos”, expresó el reverendo Brown.
Una Misa católica en honor al presidente Nelson

Días antes del funeral, la comunidad católica de Heber City también organizó una Misa especial por el alma del presidente Russell M. Nelson en la Iglesia de San Lorenzo, dirigida por el administrador de la misión, Justin Hibbard.
Con una asistencia habitual de 25 a 30 personas, Hibbard pensó que llegarían solo unas decenas más, pero más de 250 personas llenaron la iglesia, incluidos vecinos Santos de los Últimos Días.
“Tuvimos que colocar sillas en los pasillos, en las escaleras, en todas partes. Fue emocionante ver tanta gente reunida”, relató Hibbard.

Entre los asistentes estuvo Marjorie Lowder, hija del presidente Nelson, quien comentó:
“Cada minuto fue tan especial… La música, las palabras, la calidez de todos. Nos sentimos profundamente bendecidos de haber estado allí”.
Antes de la Misa, los fieles rezaron un rosario por el presidente Nelson, e invitaron a los no católicos a participar en la oración.
Un legado de respeto y servicio

El repique de las campanas de la Catedral de la Madeleine, la presencia de líderes como el reverendo Amos C. Brownen el funeral y la Misa en Heber City reflejan el respeto y el aprecio interreligioso que marcó los homenajes al presidente Nelson.
Durante su ministerio, Nelson fomentó el diálogo y la cooperación entre comunidades de fe. Un ejemplo de ello fue su mensaje de condolencias a los católicos tras el fallecimiento del papa Francisco a inicios de 2025.
El presidente Russell M. Nelson será recordado no solo como profeta y líder espiritual, sino también como constructor de puentes de amistad y entendimiento, dejando un legado de fe, servicio y humanidad que trascendió fronteras religiosas.



