Cada día, más de 450 mil adolescentes en todo el mundo se levantan antes del amanecer, toman sus escrituras y se dirigen a una clase de seminario. En medio del sueño y las mochilas escolares, comienzan su día con la meta de fortalecer su fe en Jesucristo.

Desde hace más de un siglo, el seminario de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días ha sido un espacio donde los jóvenes estudian las Escrituras antes de ir al colegio. 

Pero este 2025, el programa ha dado un paso importante: ha incorporado algo nuevo llamado Lecciones de Preparación para la Vida”.

Aprender el Evangelio… y también la vida

Seminarios es un espacio para formar discípulos resilientes y equilibrados. Imagen: La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días

Estas nuevas lecciones no reemplazan el estudio del Evangelio, sino que lo amplían. Tratan temas como resiliencia emocional, salud física, éxito educativo, manejo del dinero y preparación para el templo o la misión.

El hermano Chad Webb, primer consejero de la Presidencia General de la Escuela Dominical y líder de Seminarios e Institutos, explicó que este cambio se diseñó después de mucha investigación con los propios jóvenes:

“El plan de estudios sigue centrado en Jesucristo y en las Escrituras, pero buscamos temas que realmente respondan a las necesidades de los jóvenes.”

La meta sigue siendo espiritual, pero con una mirada práctica. En un mundo donde aumentan la ansiedad, la confusión y la presión social, el seminario no es solo para aprender versículos. 

Es un espacio para formar discípulos resilientes y equilibrados, capaces de aplicar el Evangelio en la escuela, en la familia y en su día a día.

Fe que se conecta con la realidad

El enfoque es espiritual, los maestros no reemplazan a profesionales, pero sí enseñan principios que ayudan a enfrentar la vida con fe. Imagen: Church News.

Hace unos años, el seminario se alineó con el plan de estudio de Ven, Sígueme, para que las familias, las clases y los jóvenes aprendan los mismos pasajes. 

Ahora, la innovación continúa ya que serán tres días a la semana se mantienen para el estudio secuencial de las Escrituras, y dos días se dedican a las Lecciones de Preparación para la Vida.

Entre los temas se encuentran:

  • Cómo enfrentar la tristeza o la depresión
  • Manejo responsable del dinero
  • Preparación para exámenes y proyectos
  • Uso correcto de la tecnología
  • Preparación misional y para el templo

Pero no se trata de consejos seculares. Como explica Webb:

“La resiliencia emocional, la educación o la salud son importantes, pero las enseñamos desde el Evangelio. El Salvador ofrece ayuda real en cada uno de esos desafíos”.

El enfoque es espiritual, los maestros no reemplazan a profesionales, pero sí enseñan principios que ayudan a enfrentar la vida con fe.

Un cambio necesario para una nueva generación

Seminarios representa la oportunidad de ofrecer a los jóvenes un lugar donde encuentren fe, pertenencia y propósito. Imagen: La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días

La decisión llega en un momento clave. Diversos estudios muestran que muchos jóvenes hoy luchan por encontrar propósito y sentido. 

Para los líderes de Seminarios e Institutos, eso representa la oportunidad de ofrecer a los jóvenes un lugar donde encuentren fe, pertenencia y propósito.

“Los jóvenes quieren una relación con su Padre Celestial. Quieren saber que el Evangelio responde sus preguntas y les da dirección”.

Por eso, las nuevas lecciones buscan unir lo espiritual con lo cotidiano, mostrando que el Evangelio no es ajeno a los desafíos reales de esta generación.

Una experiencia que resuena

La participación en Seminario está en aumento. Imagen: La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días

La respuesta de los jóvenes ha sido muy positiva. Muchos comentan que las clases “eran justo lo que necesitaban”. Algunos mejoraron su actitud en la escuela; otros aprendieron a controlar la ansiedad o a mejorar su relación con los demás.

La participación en Seminario está en aumento. En 2025, se registraron más de 460 mil inscripciones en todo el mundo, un 10% más que hace tres años. Y en Institutos de Religión, el crecimiento es paralelo pues hay más de 233 mil nuevos alumnos en cuatro años.

Webb atribuye este éxito a la combinación de inspiración y acción:

“Las lecciones de vida están haciendo que más jóvenes participen en seminario. Incluso si no creciéramos, el impacto espiritual en ellos ya es algo extraordinario”.

Implementar un nuevo plan en más de 180 países no es tarea sencilla. Sin embargo, los maestros tienen libertad para adaptar los temas según la realidad local. En algunos lugares, por ejemplo, optaron por no usar la lección sobre depresión, enfocándose en otros temas más urgentes.

“Queremos que los maestros conozcan a sus alumnos, busquen al Espíritu y enseñen según sus necesidades, no solo que sigan un manual”, explicó Webb.

Fe, estudio y servicio: un mismo propósito

seminaristas en el Caribe
Les recordamos que Dios se interesa en su educación. Imagen: La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días

El programa Succeed in School” (Éxito en la Escuela) es otro ejemplo del enfoque integral. Lanzado en 2016, ofrece tutorías en lectura, escritura y matemáticas a jóvenes de 16 países, especialmente en regiones con menos recursos. Cada clase comienza con una oración y un pensamiento espiritual.

“Les recordamos que Dios se interesa en su educación, que puede ayudarlos en todo aspecto de su vida”, dijo Webb.

Los resultados son inspiradores: en África, el 98% de los estudiantes pasó sus exámenes nacionales. Además, la inscripción en seminario aumentó un 65% en esas zonas. Aproximadamente un 30% de los participantes no son miembros de la Iglesia, lo que demuestra el poder de un programa centrado en servir y elevar.

Un ecosistema de fe y aprendizaje

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La tecnología es una herramienta importante para dar su clase. Imagen: La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días

Para Webb, estos programas forman parte de ayudar a los jóvenes a crecer espiritualmente mientras se preparan temporalmente.

  • El seminario fortalece a los adolescentes en las Escrituras y la vida.
  • El instituto da profundidad doctrinal y comunidad.
  • Succeed in School apoya la educación básica.
  • BYU–Pathway abre puertas a la educación superior.

“El plan no es construir más escuelas, sino llevar la luz del Evangelio al entorno educativo donde ya están los jóvenes”. – Chad Webb

Más allá de los números, lo que más motiva a Webb es el cambio que ve en los jóvenes: una generación que busca a Dios con sinceridad.

“Algo maravilloso está ocurriendo. Cada vez más jóvenes están volviendo su corazón al Padre Celestial”.

Y cada mañana, al abrir sus Escrituras antes de que salga el sol, esos miles de jóvenes están probando que la fe sigue viva cuando se convierte en acción.

Fuente: Meridian Magazine 

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