Hace varios siglos, el Señor, a través del profeta Alma, compartió una verdad que muy pocos comprendieron. El profeta declaró:
“Por medio de cosas pequeñas y sencillas se realizan grandes cosas”.
Puede que algunos se cuestionen la verdad detrás de esa enseñanza. Sin embargo, recientemente, miembros fieles de la Estaca Roseburg, Oregon, se convirtieron en los protagonistas que dieron vida a las palabras de Alma mediante un gesto sencillo que tuvo grandes resultados.
Estos miembros, junto a amigos y vecinos, reunieron más de 2,800 kilos de alimentos para el banco comunitario United Community Action Network (UCAN), la donación más grande recibida por la organización en casi una década.
Por más que las cifras impacten, lo más hermoso de esta historia fue lo que ocurrió en los corazones de quienes participaron en ella. ¿Cómo lograron unirse para esta buena obra?
La verdad detrás de la iniciativa

El proyecto de la recaudación de alimentos nació durante la presentación del tema de la Pascua de este año. Este tema lleva por título “Un amor más grande”, y es un recordatorio de que el verdadero amor se muestra al dar la vida por los demás, algo que hizo el Salvador.
“Nadie tiene mayor amor que este, que uno ponga su vida por sus amigos”. (Juan 15:13)
Este mensaje resonó en los corazones de los líderes de la Estaca Roseburg, quienes, luego de deliberar, tomaron la decisión inspirada de poner el lema en acción creando el proyecto “Greater Love” con el fin de mostrar su amor a la comunidad a través de la recaudación de alimentos.
Marielle Melling, quien participó en este proyecto con su familia, expresó:
“Creo que si no encontramos formas de servirnos unos a otros, estamos perdiendo el objetivo”.
Los esfuerzos que se realizaron en este proyecto llenaron los estantes del banco de alimentos, como también los corazones de las familias que participaron con gratitud por la oportunidad de servir a Dios a través de la comunidad. Tal como enseñó el rey Benjamín:
“Cuando os halláis al servicio de vuestros semejantes, solo estáis al servicio de vuestro Dios”.
Familias unidas en el servicio

Uno de los mayores logros de este proyecto fue el impacto espiritual que tuvo en las familias. Niños y padres trabajaron juntos, fortaleciendo así los lazos familiares mediante el servicio y la alegría de dar.
En un acto de sincronía familiar, los niños de la primaria prepararon las bolsas con volantes, los jóvenes y los adultos las entregaron en los vecindarios, y las familias regresaron días después de la entrega para recoger los alimentos y llevarlos al banco comunitario.
“Jesús vivió su vida sirviendo a otros y nosotros debemos hacer lo mismo porque todos queremos ser como Jesús”, expresó con ternura el pequeño Jay Reynolds, de 9 años.
Aun a pesar de la labor, hubo algunos que dudaron del éxito del proyecto, como Aliza Reynolds, madre de Jay. Sin embargo, se llevaron una gran sorpresa al ver la gran generosidad de los donantes.
“Era escéptica con los resultados, pero cuando regresamos unos días después a recoger la comida, la gente estaba dispuesta a donar. Realmente no podía creer todo lo que habíamos recolectado”, expresó Aliza.
El milagro moderno de panes y peces

El presidente Ryan Loosli, primer consejero de la presidencia de la estaca Roseburg, comparó el proyecto con el milagro de la multiplicación de los panes y los peces.
Así como el Salvador en la antigüedad alimentó a miles con cinco panes y dos peces, de la misma forma muchos recibirán sustento gracias a los actos de fe sencillos de los miembros de la Estaca Roseburg. El Señor multiplicó sus esfuerzos, tal como lo reconoció el presidente Loosli:
“[Dios] tomó la bolsita, el papelito y todos nuestros esfuerzos individuales, y llenó cada contenedor que UCAN tenía para alimentar literalmente a 5000 personas”.
Aunque en estos tiempos muchos crean que los milagros no existen, en esta oportunidad los Santos de los Últimos Días demostraron lo contrario. Cuando damos lo mejor de nosotros, aunque sea poco, el Señor lo multiplica y obra el milagro. ¿Quién sabe los milagros que produzcan tus acciones hoy?
Fuente: ChurchNews



