Hay despedidas que no solo apagan una historia, sino que parecen apagar una parte de nosotros. Cuando alguien se aleja, no solo se va una persona: se va una rutina, un futuro imaginado, una sensación de seguridad. Y entre todo eso, suele quedar una voz interna que pregunta:
“¿No fui suficiente?”
Dios no ignora ese dolor. Él lo entiende porque también fue rechazado, traicionado y dejado solo. Pero, a diferencia del mundo, Su amor no depende de condiciones ni de reciprocidad. Aunque alguien haya decidido no quedarse, el Señor sí lo hará. Él nunca se va.
“Tú eres hijo de Dios. Él es el Padre de tu espíritu… Deja fija esa verdad en tu mente y aférrate a ella”.— Presidente Boyd K. Packer, citado por el élder Brian K. Taylor, “Am I a Child of God?”, Conferencia General, abril de 2018.
Lo que perdiste no define quién eres
Hay personas que pasan por nuestra vida y dejan huellas profundas. Pero el valor no se mide por quién te elige, sino por quién te creó.
Dios no te ve como alguien roto, sino como alguien en proceso de ser sanado. Y a veces, ese proceso comienza precisamente cuando alguien se va.
“Ustedes son conocidos y recordados por el Ser más majestuoso, poderoso y glorioso del universo. ¡Son amados por el Rey del espacio infinito y del tiempo eterno!”
— Presidente Dieter F. Uchtdorf, “Forget Me Not”, Conferencia General, octubre de 2011.
Cuando parece que nadie piensa en ti, recuerda que Dios no te olvida. Él ve el esfuerzo silencioso de seguir adelante cuando el corazón se siente pesado.
Aun en el duelo, Él te está moldeando para algo más grande.
El amor que permanece
A veces queremos entender por qué terminó, por qué Dios no evitó ese dolor. Pero la fe no consiste solo en creer cuando las cosas van bien, sino en confiar cuando no entendemos nada.
La soledad puede ser el espacio donde el Señor te enseña a verte como Él te ve: completo, amado, suficiente.
“Cuanto más aprendan del Salvador, más fácil les será confiar en Su misericordia, Su amor infinito y Su poder para fortalecer, sanar y redimir.”
— Presidente Russell M. Nelson, “Christ Is Risen; Faith in Him Will Move Mountains”, Conferencia General, abril de 2021.
El Salvador no solo te invita a sanar, sino a transformar el dolor en propósito. Lo que hoy duele puede ser lo que mañana te dé fuerza para consolar a otros.
Cómo seguir adelante
1. Ora, incluso cuando no tengas palabras. Dios entiende las lágrimas mejor que nadie.
2. No te encierres. Busca compañía en la Iglesia, en tus amigos, en la oración.
3. Encuentra belleza en lo simple. La gratitud puede curar heridas profundas.
4. Recuerda quién eres. Ningún adiós puede borrar tu identidad divina.
5. Confía en el tiempo del Señor. Él nunca llega tarde; siempre llega con propósito.
“Al buscar al Señor, tenemos acceso a Sus bendiciones: Su poder sanador, fortalecedor y redentor.”
— Presidente Russell M. Nelson, “The Power of Spiritual Momentum”, Conferencia General, abril de 2022.
Puede que alguien se haya ido, pero Dios no lo hizo. Él sigue allí, paciente, constante, amoroso. El amor humano puede ser temporal; el amor de Dios es eterno. Y cuando todo lo demás se tambalea, Su voz susurra entre las ruinas del corazón: “Tu valor no depende de quién se quedó, sino de que Yo nunca me iré.”
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@masfe.org “El Señor los conoce. Él los ama.” El élder Andersen recordó, tras visitar a la familia Amarbayasgalan en Mongolia, que el amor de Dios no tiene fronteras. Dondequiera que estemos, Él nos ve, nos guía y nos bendice por nuestro humilde discipulado. #masfe #ElderAndersen #IglesiadeJesucristo #fe #discipulado ♬ original sound – Masfe.org
