A veces pensamos en Dios como si fuera quien mueve todo por nosotros. Oramos diciendo “Haz que esto cambie” o “Haz que desaparezca este problema”

Abordando el tema en un video publicado en sus redes, el élder David A. Bednar enseñó que Dios no nos creó para ser objetos que simplemente reciben acción, sino agentes capaces de actuar con fe.

Somos agentes, no objetos

mujer sonriendo
Imagen: Canva

El élder Bednar explicó:

“Un objeto no puede actuar por sí mismo. Nosotros no somos objetos. Somos hijas e hijos de Dios. Hemos sido bendecidos con el albedrío moral, la capacidad de actuar y no solo de ser actuados.”

Esa enseñanza cambia por completo la forma en que entendemos la oración y la fe. 

A veces pedimos que el Señor cambie nuestras circunstancias, cuando en realidad Él quiere cambiarnos a nosotros. No porque no escuche, sino porque confía en nuestro poder de actuar y progresar. El élder Bednar también dijo:

“Muchas veces, Dios nos fortalece para que nosotros mismos seamos una gran parte de la respuesta a nuestras propias oraciones.”

Es decir, el Señor no obra de manera mágica para que todo desaparezca. Más bien, Él nos da la fortaleza espiritual y emocional para enfrentar las pruebas con feY cuando eso ocurre, la situación puede ser la misma, pero nosotros ya no somos los mismos.

Cuando las cargas no cambian, pero nosotros sí

cáncer
El Señor da fortalezas par soportar las cargas con facilidad. Imagen: Canva

En Mosíah 24, se relata la historia de Alma y su pueblo, que fueron oprimidos y perseguidos por Amulón. En medio de esa dificultad, el Señor les dio una promesa:

“Esto haré yo para que me seáis testigos en lo futuro, y para que sepáis de seguro que yo, el Señor Dios, visito a mi pueblo en sus aflicciones.” – Mosíah 24:14.

Y el versículo siguiente apoya la misma idea:

“El Señor los fortaleció de modo que pudieron soportar sus cargas con facilidad.”  – Mosíah 24:15.

El élder Bednar explicó:

“¿La carga cambió? No. ¿Se alivió la carga por medio de las personas que la llevaban? Sí. ¿Cómo? Dios los fortaleció.”

El poder habilitador de Jesucristo

cáncer
Imagen: Canva

El poder del Señor no siempre quita las cargas, pero siempre fortalece el corazón. Ese es el poder habilitador de Jesucristo. 

Es el mismo poder que nos permite sonreír en medio de los desafíos, seguir orando cuando no vemos respuestas inmediatas y levantarnos cada día con esperanza.

En palabras del élder Bednar:

“El albedrío no es solo la capacidad de elegir. Es la capacidad de actuar de manera independiente, de actuar y no solo que se actúe sobre nosotros. Eso es esencial en el plan del Padre.”

Cuando decidimos actuar con fe, aun en medio de la dificultad, nos convertimos en instrumentos activos en las manos del Señor. Él nos cambia para que podamos cambiar el mundo que nos rodea.

Video relacionado

También te puede interesar