Además de ser profetas y apóstoles, los líderes de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días también son padres y abuelos y conocerlos un poco más en esa faceta personal puede ser inspirador.

El profeta Dallin H. Oaks, presidente de la Iglesia de Jesucristo, tiene una familia numerosa con 29 nietos, 73 bisnietos y 2 tataranietos. Imagínate cómo son sus reuniones familiares.

A pesar de sus ocupaciones, siempre tiene tiempo para su familia. Junto a su esposa, la hermana Kristen M. Oaks, el presidente Oaks ha creado tradiciones profundas con sus nietos que resaltan la importancia de amar y fortalecer la fe en el hogar. ¿Quieres conocerlas?

1. El “nieto del mes”

El presidente Dallin H. Oaks junto a su nieta Tiffany Bratt. Imagen: Foto de la familia Oaks

Imagina recibir una carta de tu abuelo que, además, es un profeta de Dios. Eso es justo lo que hace el presidente Oaks. Cada mes elige a un “nieto del mes”, coloca su foto en su oficina y le envía una carta personal.

“Era muy especial cuando te tocaba ser el nieto del mes y recibir esa carta del abuelo por correo”, recuerda Tiffany Bratt, nieta del presidente Oaks.

Este gesto sencillo nos recuerda que el amor de Cristo siempre es personal. El Salvador mismo lo recalcó a su manera al declarar:

“Las ovejas oyen su voz; y a sus ovejas llama por nombre y las saca”.

Esta primera tradición del presidente Oaks demuestra que también en las familias podemos reflejar ese tipo de amor personal del Salvador. Entonces, ¿qué tanto estamos haciendo por mostrar ese amor individual?

2. Cenas familiares después de la conferencia general

El presidente Oaks organiza cenas familiares luego de cada conferencia general para aconsejar a su familia. Imagen: Familia Oaks

Dos veces al año, después de la sesión final de la Conferencia General, el presidente y la hermana Oaks reúnen a su familia en una cena especial para compartir un momento sagrado, además de los alimentos.

Durante estas cenas, acostumbran a hablar sobre los temas de la conferencia, compartir sus impresiones y sus testimonios del Evangelio.

“Lo que más valoro es cuando da su testimonio, porque nunca pierde la oportunidad de aconsejar a su familia”, compartió Trent Boulter, otro nieto del presidente Oaks.

Qué inspirador es ver a un profeta cumpliendo con su deber personal de guiar a su familia tal como lo hicieron profetas de antaño como Lehi y Alma. 

Con esta tradición, el presidente Oaks enseña a sus nietos que el hogar también es un lugar de revelación. Podemos seguir ese ejemplo y reunir a nuestra familia luego de ver una conferencia para preguntar: ¿Qué sintieron?

3. Retos espirituales que fortalecen el alma

El presidente Dallin H. Oaks y la hermana Kristen Oaks con tres de sus bisnietas. Imagen: Familia Oaks

El presidente Oaks y su esposa disfrutan creando iniciativas espirituales familiares. Una de las más especiales fue el desafío de memorizar “El Cristo Viviente”. ¿Cómo lo hicieron?

Para hacerlo más entretenido para los nietos pequeños, prepararon cuadernos con ilustraciones y, al terminar, entregaron certificados firmados por ellos mismos. 

Esta tradición los fortalece como familia e invita a los nietos del presidente Oaks a conocer a Cristo. Como enseña el Salvador:

“Os suplico, hermanos, que busquéis diligentemente en la luz de Cristo, para que podáis discernir el bien del mal; y si os aferráis a todo lo bueno… ciertamente seréis hijos de Cristo”.

Detrás del líder que habla en conferencias y reuniones, hay un abuelo que escribe cartas, aconseja a sus nietos y los invita a venir a Cristo.

Esas tradiciones del presidente Oaks reflejan que la verdadera herencia que se les puede dejar a los hijos y a los nietos es la herencia de un legado espiritual.

Fuente: LDSLiving

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