En Alaska, noviembre marca el inicio de días breves y temperaturas bajo cero. La llegada de Acción de Gracias no siempre significa abundancia en la mesa.

Este año, a pocos días de la festividad, miles de hogares seguían sin saber si podrían preparar una cena especial. Esa es la realidad que, año tras año, impulsa a organizaciones locales a prepararse antes de que llegue esa fecha.

En ese contexto se llevó a cabo “Thanksgiving Blessing” (en español “Bendición de Acción de Gracias”). Es una iniciativa que el banco de alimentos de Alaska organiza justo antes del feriado, cuando la necesidad aumenta y los precios suben por la temporada de invierno.

Chenille Lake, madre soltera, recibió una cena completa de Acción de Gracias para su familia en una casa de reuniones de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días en Anchorage, Alaska, el lunes 24 de noviembre de 2025, como parte de la iniciativa Bendición de Acción de Gracias del Banco de Alimentos de Alaska. Lake, quien no tenía hogar y ahora tiene un «hogar estable y agradable», espera con ansias el Día de Acción de Gracias de este año. «Va a ser genial usar un horno para cocinar un pavo», dijo.
Imagen: La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días

Esta edición, celebrada el fin de semana del 22 y 23 de noviembre de 2025, fue una de las más concurridas. En la ciudad de Palmer, muchas familias formaban filas que rodeaban el edificio. La helada se sentía en el aire.

Algunos habían llegado más de dos horas antes. Sabían que, para muchos, la cena de Acción de Gracias dependía de ese día.

Krystal Poole, madre soltera de cuatro niños, llegó antes del amanecer. El viento del Valle Matanuska hacía que la espera fuera dura, pero lo enfrentaba con determinación.

“En esta época, los precios suben y los gastos también. Une puede trabajar todo el día y aun así no alcanza. Hoy me voy a casa sabiendo que mis hijos tendrán una cena bonita”.

Los compradores voluntarios ayudan a una madre soltera a elegir los ingredientes de una cena de Acción de Gracias en Wasilla, Alaska, el sábado 22 de noviembre de 2025. La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días se asoció con el Banco de Alimentos de Alaska durante un evento de dos días que proporcionó 12,000 comidas de Acción de Gracias a familias e individuos que necesitaban una mano. Imagen: La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días

El frío tampoco detuvo a los cientos de voluntarios. Muchos, como Helen Maea, conocen de cerca la precariedad que enfrentan quienes llegan a los centros de distribución.

Ella comenzó a servir hace 12 años, cuando intentaba dejar atrás un pasado marcado por la inestabilidad y la falta de hogar.

“El clima aquí es duro, la vida también lo puede ser. Un día yo necesité ayuda. Hoy quiero ser parte de la solución”.

Jóvenes que regresaron por las vacaciones, misioneros de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días y vecinos de distintos lugares trabajaron juntos. Crearon un ambiente cálido a pesar del clima.

Imagen: La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días

En un estado tan diverso y extenso como Alaska, estos espacios de encuentro son muy importantes.

Organizar una campaña de este tamaño en Alaska tiene retos especiales. El estado es extenso, muchas ciudades están aisladas y el clima invernal dificulta el transporte.

Además, solo cuentan con una lechería operativa. Esto vuelve costosos y escasos productos como la mantequilla y el queso.

Debido a esas condiciones, la Iglesia de Jesucristo coordinó donaciones que viajaron desde Utah hasta el puerto de Tacoma, en Washington. Desde allí fueron enviadas por mar hasta Anchorage con apoyo de una empresa naviera.

TOTE Maritime Alaska envió un camión de 18,000 kilos de alimentos para el evento de Bendición de Acción de Gracias del Banco de Alimentos de Alaska (FBA), sin costo alguno, en Anchorage en noviembre de 2025. La carga se transportó desde el Almacén Central de los Obispos de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días en Salt Lake City, Utah, hasta Tacoma, Washington. TOTE transportó el último tramo a Anchorage por mar. La Iglesia colaboró ​​con el FBA para el evento de dos días que proporciona los ingredientes para 12,000 cenas de Acción de Gracias.
Imagen: La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días

Cada año, una compañía naviera facilita el envío de decenas de contenedores con donaciones desde los estados del sur del país hasta Alaska. Ese apoyo es fundamental para que los productos lleguen a tiempo y sin costos adicionales para quienes los distribuyen.

Los líderes locales del Banco de Alimentos de Alaska reconocen que ese respaldo marca una diferencia enorme. Sin esos envíos marítimos, gran parte de la ayuda se quedaría en la zona continental y no alcanzaría a las comunidades que más la necesitan.

La Iglesia de Jesucristo también mantiene un rol activo en esa red logística. En octubre, antes incluso de la campaña de Acción de Gracias, la Iglesia envió cargamentos de alimentos desde su almacén central en Salt Lake City. Buscaban responder a otras necesidades urgentes del estado.

TOTE Maritime Alaska envió un camión de 18,000 kilos de alimentos para el evento de Bendición de Acción de Gracias del Banco de Alimentos de Alaska (FBA), sin costo alguno. La carga se transportó desde el Almacén Central de los Obispos de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días en Salt Lake City, Utah, hasta Tacoma, Washington. TOTE transportó el último tramo a Anchorage por mar. La Iglesia colaboró ​​con el FBA para este evento de dos días que proporciona los ingredientes para 12,000 cenas de Acción de Gracias para quienes necesitan ayuda. Imagen: La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días

Entre ellas estuvieron la asistencia a comunidades afectadas por el tifón Halong en el oeste de Alaska y el apoyo a familias que enfrentaron retrasos en programas federales durante el reciente cierre gubernamental.

Los representantes del Banco de Alimentos resaltan que la relación con la Iglesia ha sido constante y cercana. En un año lleno de emergencias climáticas y desafíos económicos, esa coordinación permitió atender a familias que, de otra manera, habrían quedado sin apoyo.

TOTE Maritime Alaska envió un camión de 18,000 kilos de alimentos para el evento de Bendición de Acción de Gracias del Banco de Alimentos de Alaska (FBA), sin costo alguno. La carga se transportó desde el Almacén Central de los Obispos de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días en Salt Lake City, Utah, hasta Tacoma, Washington. TOTE transportó el último tramo a Anchorage por mar. La Iglesia colaboró ​​con el FBA para este evento de dos días que proporciona los ingredientes para 12,000 cenas de Acción de Gracias para quienes necesitan ayuda. Imagen: La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días

De cara al invierno y a los meses siguientes, ambas organizaciones proyectan nuevas iniciativas conjuntas para reforzar la distribución de alimentos en zonas urbanas y rurales. La intención es anticiparse a la demanda, que suele aumentar cuando las temperaturas descienden y los costos de transporte se elevan.

En un territorio tan vasto y complejo como Alaska, la colaboración se vuelve esencial. Este año demostró que, cuando empresas, voluntarios y organizaciones religiosas trabajan juntos, la ayuda puede llegar incluso a los rincones más alejados del estado.

Así, no solo se entregan alimentos, sino también un recordatorio de comunidad y esperanza.

Fuente: newsroom.churchofjesuschrist.org

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