En Japón, las máquinas expendedoras son parte del paisaje: iluminan estaciones, esquinas y pasajes con la misma naturalidad con la que uno respira en una ciudad moderna. Allí, obtener algo al instante es costumbre.
Por eso llamó tanto la atención que, en pleno distrito empresarial de Otemachi, el jueves 27 de noviembre de 2025, aparecieran unas máquinas rojas que no venden bebidas ni bocadillos, sino oportunidades para servir.
Estas maquinas de donaciones funcionan igual que una máquina expendedora tradicional, solo que al tocar la pantalla no se recibe un producto. En su lugar, la selección se convierte en una donación destinada a personas con necesidades reales: alimentos, ropa, material escolar, kits de emergencia o apoyo para refugiados.
Todo el monto recaudado llega íntegro a cinco organizaciones humanitarias, pues la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días cubre los costos operativos.
Su instalación en Tokio marca un nuevo capítulo dentro de Ilumina el Mundo, la iniciativa navideña que desde 2017 invita a compartir luz a través del servicio.
Casi tres millones de personas ya han donado mediante estas máquinas en diferentes países, convirtiendo un gesto sencillo en ayuda concreta. Este año, la capital japonesa se unió a más de 120 ciudades que suman esfuerzos para impulsar esta campaña global.
Las máquinas abrieron al público el 24 de noviembre de 2025, una fecha significativa que coincide con el Día de Acción de Gracias Laboral en Japón. Un día dedicado a reconocer el esfuerzo de la comunidad se convirtió también en una invitación a mirar a los demás con gratitud.
Días después, en el evento oficial de inauguración, líderes de ámbito gubernamental, religioso, empresarial y social se reunieron junto a la Presidencia de Área Asia Norte de la Iglesia para celebrar este lanzamiento.
Entre los mensajes compartidos, destacó el de Ryosho Shoji, del World Fellowship of Buddhists, quien expresó su agradecimiento por años de colaboración en proyectos humanitarios.
“Aunque venimos de diferentes religiones y posiciones, cuando unimos nuestros esfuerzos, podemos crear una gran fuerza y ayudar a quienes están pasando dificultades”.
Otro momento clave fue el mensaje de Mitsuya Kodama, secretario general de CARE International Japan, quien recordó que las necesidades sociales requieren la atención de todos: “
“No son problemas ajenos, sino desafíos que debemos atender. Cuando vean estas máquinas rojas, espero que se detengan un momento y conviertan su deseo por la felicidad de alguien en acción. Esa pequeña luz será la esperanza de otra persona”.
El presidente del Área Asia Norte, élder J. Kimo Esplin, también ofreció unas palabras centradas en el espíritu navideño:
“El verdadero espíritu de la Navidad está en dar, y estas máquinas lo hacen tangible. Alumbrar el mundo es algo que podemos hacer juntos, empezando hoy”.
Las donaciones recaudadas se distribuyen a través de cinco organizaciones: Second Harvest Japan, Good Neighbors, Japan Association for Refugees, UNHCR y CARE International Japan. Cada una trabaja en áreas diferentes, desde combatir la inseguridad alimentaria hasta apoyar a familias monoparentales y brindar protección a personas refugiadas.
En un país donde las máquinas expendedoras inspiran confianza por su eficiencia y precisión, las maquinas de donación toman esa familiaridad y la redirigen hacia la compasión. Muchos que se acercan por curiosidad terminan tocando la pantalla para donar algo pequeño, descubriendo que incluso un gesto mínimo puede encender esperanza en la vida de alguien.
Fuente: newsroom.churchofjesuschrist.org
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