El presidente de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, Thomas S. Monson no asistirá a las sesiones de la Conferencia General de este fin de semana, confirmó la misma iglesia el jueves por la tarde.
El presidente Monson, de 90 años, quien ha servido como presidente y profeta de La Iglesia de Jesucristo desde el 3 de febrero de 2008, está lidiando con limitaciones relacionadas a su edad. Sin publicar una declaración o actualización específica sobre su participación, los funcionarios de la iglesia confirmaron que él no asistiría a la Conferencia y señalaron una declaración del 23 de mayo sobre su condición física.
“Debido a las limitaciones de su edad, el presidente Monson ya no asiste a reuniones en las oficinas de la iglesia de manera regular”, lee la declaración del 23 de mayo. “Él se comunica y confiere con sus consejeros en asuntos tanto como sea necesario. El presidente Monson está agradecido de que la labor de la Primera Presidencia y el Quórum de los Doce Apóstoles continúe sin interrupción .El aprecia las oraciones y el apoyo de los miembros de la iglesia”.
El jueves más temprano la Iglesia SUD anunció que el élder Robert D. Hales, miembro del Cuourm de los Doce Apóstoles, había sido hospitalizado por varios días y tampoco participará en la próxima conferencia general.
Pilar en las conferencias generales desde que fue llamado como apóstol de la iglesia hace más de 50 años, el presidente Monson habló brevemente dos veces en cada una de las dos últimas Conferencias Generales, en octubre de 2016 y nuevamente en abril pasado. Después de esta última Conferencia, fue hospitalizado brevemente.
Desafíos de salud similares enfrentaron otros presidentes de la iglesia en el pasado, incluyendo el presidente David O. McKay a finales de los años 1960, el presidente Spencer W. Kimball en la década de 1980, y el presidente Ezra Taft Benson a finales de 1980 y principios de 1990. Un artículo de mormonsud.org a principios de esta semana echó un vistazo a las conferencias generales en las que los presidentes de las iglesias no hablaron o no asistieron.
Fuente: Deseret News