9 cosas que solo entenderán los misioneros Santos de los Últimos Días

misioneros mormones

Prepárense, ex misioneros Santos de los Últimos Días: están a punto de familiarizarse con lo que mencionaré a continuación en un nivel completamente nuevo.

1. El símbolo del bautismo

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La primera vez que vi el símbolo del bautismo, utilicé todo mi poder mental para intentar descubrir qué significaba en la tierra. ¿Mi compañero realmente quería ir a nadar? Quizá, ¿intentaba dibujar una flecha normal, pero tenía una mano muy temblorosa? O, ¿Estaba haciendo referencia a “Titanic” e intentando señalar dónde la anciana dejó caer el anillo al final de la película?

Resulta que esto simboliza a alguien sumergiéndose en el agua. Es decir, el bautismo. Nunca lo había visto antes de mi misión y no lo he visto desde entonces.

2. Reírse de los chistes mormones

Está bien, amigo. Tristemente, esta es una historia verdadera.

Cuando estaba en mi misión, unos meses antes de que terminara mi tiempo como misionero, tuve un sueño que me traspasó el alma y me llenó tanto de temor como de miedo: conté un chiste de misioneros Santos de los Últimos Días y nadie se rio. Antes de que cuente lo que pasó, es importante que sepas que todos los días en mi misión, teníamos que recitar ciertas citas de “Predicad mi Evangelio,” incluyendo parte del relato de José Smith sobre los eventos que precedieron la Primera Visión. José Smith habla sobre un momento en que intentaba descubrir cuál de todas las iglesias que lo rodeaban era la verdadera y dice, “Si una de ellas es verdadera, ¿cuál es, y cómo podré saberlo?

Entonces, solo mantén eso en mente mientras te cuento el evento desgarrador que sucedió en mi sueño. Así es como sucedió: estaba en el bus con mi prima. Estábamos hablando con otros pasajeros en el bus y mi prima, intentando aclarar lo que alguien había dicho, pregunta: “¿cuál es?” Inmediatamente, veo que un chiste muy gracioso se me estaba extendiendo en bandeja de plata.

“Y, ¿cómo podré saberlo?” comenté en voz alta, riéndome disimuladamente por dentro de cuán graciosa era. Excepto que ¡nadie más se rio! Recuerdo que me soñé sintiéndome mortificado, ¿cómo estas personas no se rieron de mi chiste? ¡Esto resultaría muy gracioso en la reunión de distrito!

Entonces, me di cuenta: pienso que solo esto es divertido porque soy misionero y recito esta frase cada mañana. Naturalmente, me desperte y me di cuenta de la realidad. No realmente, pero probablemente quería hacerlo.

Los chistes de misioneros Santos de los Últimos Días son graciosos cuando estás sirviendo en una misión de tiempo completo y personalmente, todavía los encuentro graciosos. Solo, intento guardármelos para mí mismo porque se que pueden ser confusos, aburridos o sin senrido para la gran mayoria.

3. Saber cada línea del DVD sobre la Restauración

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Hasta el día de hoy, puedo citar  el DVD sobre la Restauración que los misioneros Santos de los Últimos Días reproducen para sus investigadores y ven, en promedio, 88 000 veces en sus misiones.

4. Avergonzarse cuando piensas en la lección de castidad de “El Distrito”

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Siempre me han gustado los monólogos humorísticos, pero no podía ver o escucharlos mientras servía como misionero. Afortunadamente, no los necesitaba – tenía un video de “El Distrito” para consolarme en los momentos de tristeza.

Oh, queridos, queridos, misioneros Santos de los Últimos Días. Siempre me pregunto si el equipo de filmación se sentía avergonzado y mordían desesperadamente sus lenguas o quizá lloraban de pura vergüenza. Quiero decir, básicamente es un error de Michael Scott que sucedió en la vida real.

Mi momento favorito: “Rompe la ley de castidad. Él… la rompe.”

Siendo sincero, todos cometemos errores en nuestra misión. Discúlpame mientras hago una oración de agradecimiento porque mi misión no fue grabada en video para que la vea toda la iglesia.

5. Buscar solaz en el baño

Como misionero, casi nunca estás solo. Escuché la frase “sano y salvo” tan a menudo que al final de mi misión, casi me preguntaba si realmente las palabras estaban estampadas en mi frente todo este tiempo y las personas simplemente me las leían.

Mi compañero y yo estábamos escuchando una canción en el carro un día – alguna canción del EFY probablemente. El cantante mencionó algo sobre estar solo. Al ver una oportunidad de soltar una broma (véase el párrafo anterior), pregunté, “¿Estar solo? ¿Cómo se siente eso?”

Sin perder el hilo, mi compañero respondió, “yendo al baño.”

Me reí, unos sólidos dos minutos porque es verdad. ¡Es el único momento en que estás solo! Mentiría si dijera que, en un momento de debilidad, no he ido al baño para evitar golpear a mi compañero en la cabeza… muchas veces.

6. Hora del almuerzo = Hora de la siesta

No hay más qué decir.

8. Ganar la capacidad de relacionar cualquier cosa con el evangelio

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Escuchas diferentes ideas y teorías interesantes cuando sirves en una misión – y a veces, en momentos muy inoportunos. (Para ilustrarlo, contaré otra historia real: una vez, a la mitad de una lección en mi misión, nuestros investigadores simplemente comenzaron a jugar a las cartas. SÍ. Literalmente se levantaron, se sentaron en el piso y solo empezaron a jugar cartas mientras hablaba.

Afortunadamente, el Espíritu es real y aprendes cómo relacionar las cosas más locas e inesperadas con el evangelio.

Ejemplos:

“Oh, te gustan los duraznos ¿verdad? Eso me recuerda al fruto del árbol de la vida mencionado en 1 Nefi.

“¿La sobrina del tío del mejor amigo de su hijo trabaja en el carnaval? Eso es divertido. Siempre he amado las ruedas de la fortuna porque desde la cima, ves las cosas desde una perspectiva diferente – así como con el evangelio, puedes ver las cosas desde una perspectiva más eterna.”

Creo que entiendes a lo que me refiero.

8. Seis meses para lucir atractivo

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No hay nada en el mundo que ame más que la comida. (Literalmente, la lista es muy corta: el evangelio y mi familia. Solo eso). Entonces, al servir como misionero en los Estados Unidos, en un área con muchos miembros, me sentía como en el cielo – me alimentaban todas las noches con comidas increíbles. Por lo menos, me sentía como en el cielo hasta que los botones comenzaron a salirse de mi pantalon y mis camisas comenzaron a verse como si las hubiera comprado en un espacio para bebés.

Subir de peso es un problema que experimentan todos los misioneros Santos de los Últimos Días. Naturalmente, la mayoría desea bajar de peso antes de regresar a casa y comenzar “comprometerse ansiosamente en comprometerse.” Entonces, se comienza a referir a los últimos meses de misión de los misioneros o las misioneras como “seis meses para lucir atractivo,” “seis meses para estar en forma,” etc.

Mis propios seis meses para lucir atractivo, desafortunadamente, resultaron más como, “seis meses para ser amplia” y “cinco meses para estar flácida.” ¿Por qué los brownies tienen que ser tan irresistibles? Eso es todo lo que digo.

9. Estar más feliz que nunca y estar más triste que nunca… todo en el mismo día

Porque este gif lo puede explicar mejor que yo.

¿Qué más crees que solo entienden los misioneros Santos de los Últimos Días? Déjanos tus comentarios y experiencias abajo.

Artículo originalmente escrito por Amy Keim y publicado en mormonhub.com con el título “9 Things Only Mormon Missionaries Understand.”

Comentarios
Valioso detalle para culminar el 2018 es interesante la forma en que la misión nos cambia la manera de ver y enfrentar desafío y saber que a pesar de lo complicado que se esté viviendo el Padre desea ver nuestra reacción y manera de superar adversidad y seguir y aumentar más y más el amor por el Evangelio por Jesucristo por el libro de Mormón y el templo y cada una de las ordenanzas que se deben y sabemos que se deben alcanzar para poder recibir nuestro galardón.
Ludwingmerida

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