No puedo describir cuántas variaciones de la misma línea he escuchado cuando me estaba preparando para entrar al templo y recibir mi investidura. “La primera vez que entras al templo es MUY EXTRAÑO.”
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Bien, es algo vago, ¿verdad? Gracias por el consejo útil, excepto que no es un consejo y no es útil en absoluto. Así que en realidad, NO GRACIAS.
Afortunadamente (de verdad esta vez) cuando me estaba preparando para recibir mi investidura, estudiaba en BYU, Idaho, y mi estaca requería que todos pasáramos por una clase corta sobre las investidura antes de recibir nuestra primera recomendación (de uso no limitado) para el templo.
Sin entrar en ningún detalle sagrado, la clase abarcó brevemente sobre lo qué podemos esperar de nuestra primera sesión de iniciatoria e investidura.
La clase fue buena e informativa, pero hay una cosa que recuerdo más vívidamente que cualquier otra cosa, el hermano de la presidencia de estaca que estaba enseñando a la clase dijo con firmeza: “Estas son las ordenanzas y los mandamientos de Dios; ¿no creen que probablemente le duela cuando decimos que son extrañas?”
Debido a esa clase, me sentí completamente preparada cuando entré en el templo por primera vez, y en verdad, no pensé que algo de esa experiencia fuera “extraño”.
Estar mal preparado para entrar en el templo probablemente resultará en una experiencia no muy satisfactoria. Sin embargo, el estar bien preparado resultará en una experiencia positivo.
Entonces, ¿cómo podemos estar bien preparados? Aquí hay algunos consejos simples.
Leer “Cómo prepararse para entrar en el Santo Templo”
Las clases de preparación para el templo son increíbles, pero sinceramente creo que lo mejor que alguien puede hacer para prepararse para ingresar al templo es leer este manual escrito por el Presidente Boyd K. Packer.
Publicado en el 2002, con 37 páginas, algo relativamente corto, pero que contiene mucha información útil y que enseña a sus lectores qué esperar dentro de las paredes del templo.
Además de cubrir temas como el simbolismo y la vestimenta del templo, este manual contiene magníficas imágenes de las diferentes salas del templo y sus propósitos.
Al igual que la clase a la que asistí, “Cómo prepararse para entrar en el Santo Templo” brinda una excelente visión general de la experiencia en el templo, respetando el carácter sagrado innato de los convenios que ahí se hacen.
Repasar el tema de la Creación
Antes de entrar al templo, el Presidente de mi estaca me recomendó que repasara los sucesos de la Creación. Estos se encuentran en el Antiguo Testamento, así como en los libros de Moisés y Abraham en La Perla de Gran Precio.
Como dijo el Presidente Russell M. Nelson:
“El estudio de esas Escrituras antiguas es aÚn más esclarecedor después de que uno se ha familiarizado con la investidura del templo. Esos libros evidencian la antigüedad de la obra del templo.”
Estudiar “La preparación personal para recibir las bendiciones del templo”
Este discurso del 2001 dada por el Presidente Nelson es esencialmente una versión condensada de “Cómo prepararse para entrar en el Santo Templo”.
Ya que fue un discurso de conferencia en lugar de un manual, “La preparación personal para recibir las bendiciones del templo” no entra en tantos detalles como el manual del Presidente Packer.
Aún así, el discurso contiene una gran cantidad de sugerencias que se pueden seguir antes (¡y después!) de ingresar al templo para permitirles tener una experiencia buena y esclarecedora.
Enfocarse en los sentimientos
Si alguna vez has acompañado a un amigo que no es miembro de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días a la capilla, sabes que es probable que tu amigo tenga muchas preguntas.
Tres horas de información nueva es mucho, y nunca esperaría que un amigo (o alguien, ¡en serio!) Recuerde todo lo que aprendió. Más bien, esperaría que se centren más en los sentimientos que sientan en la Iglesia en lugar de intentar memorizar todo lo que han escuchado.
Lo mismo ocurre con el templo. La primera vez que ingresas (y en realidad, probablemente las primeras veces), no vas a entender o recordar todo, ¡y eso está bien! En lugar de tratar de recordar o incluso comprender cada aspecto de tu experiencia en el templo, concéntrate más en los sentimientos que experimentas.
Recuerda y con frecuencia reflexiona sobre la paz y el amor que sientes en el templo, la comprensión de la doctrina del templo vendrá con el tiempo y la asistencia constante.
Asistir con tus seres queridos
Debido a que el templo es una experiencia nueva, es fácil de hacernos sentir un poco abrumados (lo cual es comprensible), si estás rodeado de miembros de tu barrio que no te conocen bien, puede que te sientas incómodo y/o vulnerable.
¡Asiste al templo con personas con las que te sientas cómodo! Ve con personas de confianza para que te sientas cómodo haciendo preguntas. Yo fui con solo dos personas (mi padre y mi madrastra) y fue una experiencia maravillosa, íntima y acogedora.
Rodéate de las personas que amas, tu experiencia en el templo será mucho mejor
Cuanto más asisto al templo, más me encanta. Pídeselo a alguien con experiencia, el templo, a medida que continúas asistiendo tan a menudo como las circunstancias te lo permitan, se vuelve mucho mejor.
¿Qué consejos te fueron útiles la primera vez que ingresaste al templo? O si aún no has ingresado al Templo, ¿qué preguntas tienes? ¡Nos encantaría escucharlos en los comentarios!
Este artículo fue escrito originalmente por Amy Keim y fue publicado originalmente por thirdhour.org bajo el título “About to Receive Your Endowment? Read This First”
