En la Conferencia General de octubre de 2018, el Presidente Russell M. Nelson alentó a los miembros de la Iglesia a transformar su hogar en un santuario de fe.
Él reconoció que el nuevo curso de estudio integrado bendecirá a las familias con la capacidad de crear estos santuarios, especialmente en el día de reposo.
“Prometo que a medida que trabajen con diligencia para remodelar su hogar, centrándolo en el aprendizaje del Evangelio… los cambios en su familia serán notables y duraderos.”
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Aquí hay siete consejos para ayudarte a crear un hogar centrado en el evangelio:
1. Crea la imagen
Si tu familia no tiene idea de cómo sería su hogar como un santuario de fe, entonces será muy difícil de lograr. Así que siéntense juntos y hagan una lista de todas las formas en que pueden hacer de su hogar un lugar sagrado.
Desde la forma en que se hablan entre sí, hasta la música que escuchan, todos los detalles son importantes. Una vez que hayan acordado el tipo de entorno específico que desean lograr, el objetivo será mucho más fácil de alcanzar.
El Elder Gary E. Stevenson comentó:
“Un buen consejo para nosotros es que consideremos juntos, en consejo familiar, las normas para que nuestro hogar se mantenga sagrado y que permitan que sea una ‘casa del Señor’.” (Hogares sagrados, templos sagrados, Conferencia General de abril de 2009)
2. No es sólo por un día de la semana
Si intentas crear un santuario especial sólo un día de la semana que sea muy diferente del entorno de tu hogar los otros seis días, es posible que no sea un buen augurio para tu familia.
Pasar de un extremo a otro será difícil de hacer de manera semanal, pero mantener un alto nivel de comportamiento y entorno durante toda la semana hará que la transición al día de reposo sea natural.
El Elder Richard G. Maynes señaló:
“Aprender, enseñar y poner en práctica los principios del evangelio de Jesucristo en nuestro hogar nos ayuda a crear un ambiente en el que el Espíritu pueda morar.” (Establecer un hogar centrado en Cristo, Conferencia General de abril de 2011).
3. Mantenerse alerta
“Si estáis preparados, no temeréis”, ¿verdad? Asegúrate de estar haciendo las cosas de manera constante, para así promover un ambiente edificante, de modo que el Espíritu esté presente todo el tiempo.
Cuando el adversario llame a tu puerta, lo sabrás y estarás listo para combatir las fuerzas negativas con la preparación que has tenido de antemano.
El Elder Richard G. Scott señaló:
“El consejo profético de orar y de estudiar las Escrituras diariamente, tanto de modo personal como en familia, y de tener la noche de hogar semanalmente, son los elementos principales que sostienen la estructura de un hogar centrado en Cristo. Sin realizar todo ello, será muy difícil encontrar la paz tan deseada y necesitada, y un refugio del mundo.”
Luego dio un consejo aún más importante:
“Recuerda que de las cosas pequeñas proceden las grandes. Las aparentes pequeñas imprudencias o negligencias pueden conducir a grandes problemas.” (La paz en el hogar, Conferencia general de abril de 2013)
4. La limpieza es parte de la norma
Esto suena trillado, pero recuerda que el Señor dijo: “He aquí, mi casa es una casa de orden, dice Dios el Señor, y no de confusión.” (DyC 132:8). Así que pienso que deberíamos seguir el ejemplo manteniendo limpio y ordenado nuestro entorno físico.
Observen, padres de niños pequeños, no dije “impecable”. Sabemos que nuestro hogar no puede permanecer constantemente en la misma condición que vemos en el templo. Sin embargo, podemos intentar hacer un mayor esfuerzo en cuanto a limpiar el desorden cuando lo veamos o barrer el piso con más frecuencia.
Incluso el tender nuestras camas le dará a nuestra casa un mayor sentido de orden. De cualquier manera, si la familia sabe que la necesidad de organización se debe a un deseo de tener un espacio más sagrado, entonces probablemente estarán más motivados a mantenerlo en buenas condiciones.
5. Deja que la música ayude a cambiar el ambiente
Cada vez que siento que las actitudes en mi hogar van a lo negativo (incluida la mía), tiendo a usar la música como una forma instantánea de “cambiar el ambiente” y mantener un espíritu de paz.
Es asombroso lo que pueden hacer unos cuantos himnos o un poco de música clásica (después de que las quejas de los adolescentes se hayan desvanecido).
El Presidente Dallin H. Oaks observó:
“La música es una manera efectiva de adorar a nuestro Padre Celestial y a Su Hijo, Jesucristo. Y debemos emplear los himnos siempre que nos hagan falta inspiración y fortaleza espiritual.” (Adoremos por medio de la música, Conferencia General de octubre de 1994).
6. Llenar el vacío tecnológico
Con el desafío del Presidente Nelson para todos los jóvenes y las mujeres de “ayunar” de las redes sociales en un esfuerzo por sintonizarnos con el Espíritu y evitar las distracciones, la tecnología es probablemente una de las características distintivas de un santuario de fe en su opinión.
Es posible que queramos aplicar eso sólo a la “tecnología que distrae y no tiene sentido”, sin embargo, el crear un entorno más edificante es más factible cuando dejamos nuestras cuentas de redes sociales por un tiempo.
Si no tenemos un plan para lo que vamos a hacer cuando hacemos una pausa en nuestro tiempo en las redes, es posible que tengamos la tentación de regresar a Instagram o Twitter para echar un vistazo rápido y volver a ser absorbido fácilmente.
La mejor manera de abordar esto es hacer una lista de las actividades que podemos hacer para reemplazar nuestro tiempo en las redes sociales. Algunas sugerencias pueden ser leer una copia impresa de las Escrituras, hablar con un ser querido, escribir en nuestros diarios o magnificar un talento o habilidad que hemos estado descuidando (música, arte, carpintería, etc.).
7. Deja espacio para los errores
Aceptémoslo, incluso cuando tenemos las mejores intenciones, a veces las cosas salen mal. Podemos fallar al tratar de alcanzar nuestras normas para crear un santuario de fe.
Es posible que nos levantemos con el pie equivocado, nuestro hijo de dos años puede hacer una rabieta, nuestro adolescente puede dejar la cocina desordenada… pero eso no significa que nuestra casa no pueda ser un lugar de refugio. Porque, ¿acaso no es el Señor el que más acepta nuestros errores? ¿acaso no es Él quien lo compensa como el “Autor y Consumador de nuestra fe”?
El Elder M. Russell Ballard declaró:
“[Su hogar] no siempre está inmaculado y los niños no siempre se portan a la perfección, pero es un lugar en el que resulta evidente que los miembros de la familia se aman mutuamente y en el que aquellos que lo visitan sienten el Espíritu del Señor.” (Cómo crear un hogar en el que se comparta el Evangelio, Conferencia General de abril de 2006).
Entonces recuerda, un santuario de fe es muchas cosas, pero no es un santuario de perfección. Es un santuario de seguridad, un santuario de intentos y un santuario de amor en medio de todos nuestros defectos. Y eso es verdaderamente un lugar santo.
Este artículo fue escrito originalmente por Jasmine Turner y fue publicado originalmente por thirdhour.org bajo el título “7 Ways to Transform Your Home into a Sanctuary of Faith”