El matrimonio es uno de convenios más importantes, emocionantes y transcendentes en nuestra vida. Tanto el hombre como la mujer dejan sus familias para unirse a su compañero (a) y formar su propio hogar, parte de esta nueva etapa implica el hecho de que los nuevos esposos vayan estableciendo tradiciones propias o repitiendo tradiciones aprendidas en sus antiguos hogares.
Sin embargo, no todas las tradiciones son las idóneas como para iniciar un matrimonio, ya que, al ser nocivas, se encontrarán muy lejos de fortalecer los lazos conyugales, además, si estas llegan a establecerse permanentemente causarán muchos conflictos. Aquí te mostramos siete tradiciones con las que no se debería comenzar un matrimonio.
1. Iniciar el matrimonio con deudas
Todo matrimonio que comienza tiene infinidad de proyectos familiares, ya sea comprar una casa, un auto, pagar sus titulaciones, estudios, etc. No obstante, es necesario analizar cuáles de estos son los que se deben priorizar y evitar acudir con frecuencia a los préstamos financieros, a las tarjetas de crédito, entre otros.
La importancia de evitar esta tradición se debe a que cuando una pareja se encuentra endeudada, el ambiente familiar es tenso, hay mucha presión para llegar ajustados al final del mes y poder cumplir con los pagos correspondientes, la relación se torna problemática y la ansiedad entre los cónyuges se hace más fuerte.
2. Permitir que las opiniones de terceros intervengan en la relación
Es muy común que en situaciones de crisis los recién casados acudan a buscar opiniones o consejos en sus amigos y familiares cercanos, sin embargo, este puede convertirse en una costumbre que afecte la relación, ya que, si el problema se encuentra en la pareja, pues será dentro de ella en la que se encuentre la solución.
3. “Mentiras piadosas”
Para evitar discusiones o conversaciones difíciles, muchos esposos acuden al atajo de la mentira y pueden terminar acostumbrándose a ese negativo vicio. Ningún matrimonio se sostiene teniendo ilusiones como base. Ser honesto construirá una relación en la verdad y desarrollará en la otra persona una gran confianza.
4. Falta de comunicación
Comunicarse de manera efectiva en el matrimonio es una de las herramientas más poderosas para que las parejas fortalezcan su relación, más aún cuando son recién casados, ya que ambos se encuentran en una etapa de adaptación a la convivencia y de un conocimiento total de la persona.
Si es que no existe ese diálogo para poder comentar lo que piensan, para resolver inquietudes o decir aquello que les gusta o no de su esposo (a), entonces ambos estarán en una relación en la que serán prácticamente unos desconocidos.
Cabe resaltar que las personas no solo nos comunicamos con palabras. Estudios revelan que el 60% de nuestro lenguaje es no verbal. Aprendamos a descifrar las expresiones y posturas de nuestros cónyuges para entenderlos.
5. Poner en primer lugar el trabajo
Aunque el trabajo es parte importante para poder crecer temporalmente, no lo es todo, ya que desde el momento en que decidimos unir nuestra vida a la de otra persona, es esta la que debe convertirse en nuestra prioridad y debemos dedicarle el tiempo que sea necesario con la finalidad de disfrutar y compartir juntos.
Muchas veces las personas están enfocadas por completo al trabajo, incluso en los ratos libres se encuentran conectados resolviendo asuntos laborales, sin embargo, no nos damos cuenta que el tiempo que se comparte en familia es el más valioso que existe.
6. Discusiones en público
Es normal que exista desacuerdo y discusiones entre los esposos, pues ninguna relación es perfecta, pero esto no quiere decir que discutir en público sea la mejor opción. Al tomar esta decisión, en primer lugar, lo único que van a conseguir es que la ira se apodere de ustedes y que hagan o digan cosas sin pensar.
En segundo lugar, las demás personas no tienen que enterarse de sus problemas y con esto, forma parte de su privacidad el hecho de resolver en casa o en un lugar tranquilo aquellos problemas que les inquieta. Es erróneo pensar que quien avergüenza más al otro es el que tiene la razón.
7. “Yo soy mejor que tú”
Tanto hombre como mujer dentro del matrimonio tienen los mismos derechos y es incorrecto el pensamiento de que la mujer al casarse pierde el derecho de crecer profesionalmente y que su función ahora solo se limita a las responsabilidades del hogar.
Los esposos se complementan y tienen la obligación de ayudarse mutuamente, nadie es más ni menos, ambos son uno.
Estas situaciones pueden convertirse fácilmente en tradiciones que aunque nadie desea tenerlas en su matrimonio, si no prestamos atención, pueden ocurrir. Si tienes otras tradiciones con las que no se debería iniciar un matrimonio, te invitamos a compartilas en los comentarios.