El milagro que llevó a un misionero a reunirse con su hermana perdida y más

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Las siguientes historias modernas sobre las vidas de las personas reales demuestran cuán íntimamente el Señor conoce y cuida a Sus hijos. Incluso, aquellos que no ocupan cargos altos en la Iglesia.

Algunos de estos ejemplos son realmente extraordinarios. Otros, muestran que el Señor interviene incluso en cosas que algunos no considerarían dignas de la atención de un padre, y mucho menos de uno Divino. Sin embargo, muestran que “las tiernas misericordias del Señor se extienden sobre todos aquellos que Él ha escogido” (1 Nefi 1:20).

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“Sao Paulo tiene 17 millones de personas”

Hace unos años, un amigo mío que sirvió como presidente de misión en Brasil compartió un ejemplo maravilloso en el que el Señor influenció directamente en los eventos para lograr un objetivo tierno.

Dijo que uno de sus misioneros nuevos venía del norte de Brasil. Demoró 3 días en bus para llegar al centro de capacitación misional en Sao Paulo para comenzar su misión. Después de terminar su periodo en el CCM, este misionero fue a la casa de la misión donde, como era habitual, comenzó un día de orientación y capacitación.

Esa tarde, el presidente de misión asignó a los nuevos misioneros entregar folletos para que pudieran tener una verdadera “experiencia misional” en su primer día en la misión.

Este misionero del lejano norte de Brasil salió con su compañero asignado. Imagina su sorpresa cuando alguien que conocía abrió la primera puerta que tocó. Era su hermana mayor, que se había escapado de casa cuatro años antes. La familia no supo de ella en todo ese tiempo y no tenía idea de donde estaba.

Fue un momento hermoso. Pero, fue más que eso. El misionero comenzó a enseñarle el Evangelio a su hermana y ella se convirtió en la primera conversa de su misión.

El presidente de la misión concluyó su relato diciendo, “¡Fue la primera puerta que tocó! Y deben recordar, ¡Sao Paulo tiene 17 millones de personas!”

El poder de dos testimonios

Libro de Mormón

Una mujer informa que, un día, mientras se encontraba en Deseret Industries, decidió comprar un Libro de Mormón y regalárselo a una amiga que no era miembro de la Iglesia. Encontró una bonita copia usada y la puso en su carrito. Pero, después de un rato, vio otra copia que parecía estar en mejores condiciones, así que las intercambió.

Al regresar a casa, decidió que escribiría su testimonio en el libro antes de regalárselo a su amiga. Aquí, está su relato:

“Imagina mi sorpresa, al abrir el libro, cuando vi la foto de mi familia, de hace 25 años, de la época en la que el Presidente Benson les pidió a los miembros que escribieran su testimonio con una imagen en un Libro de Mormón y se lo regalaran a alguien.

Debajo de la imagen estaba el testimonio que escribió mi padre, que recientemente había fallecido. Derramé lágrimas al leer su testimonio y sentí su presencia… cuando encontré esta copia del Libro de Mormón, mi familia vivía a varios cientos de kilómetros de donde vivía.

Después de agregar mi testimonio al de mi padre, le regalé el Libro de Mormón a mi amiga. Luego, le agradecí al Padre Celestial por la bendición de que mi amiga y yo hayamos recibido el proyecto original del Libro de Mormón.

Mi amiga se sintió muy conmovida por el testimonio de mi padre y la curiosa “coincidencia”.

Con el tiempo, obtuvo su propio testimonio del Libro de Mormón y entró a las aguas del bautismo. Mi testimonio se fortaleció….por ese Libro de Mormón en particular, que regresó a mis manos después de 25 años”.

Lo interesante de este ejemplo es que esta mujer no estaba buscando específicamente la ayuda del Señor con algún problema difícil. No estaba luchando con alguna pregunta difícil. Se trataba de lo que podría llamarse un “regalo”, no solicitado e inesperado. Sin embargo, el Señor le regaló una experiencia maravillosa que no solo conmovió el corazón de su amiga, sino que también fortaleció su testimonio.

Este artículo es un extracto del libro “Hearing the Voice of the Lord” de Gerald N. Lund y fue publicado en ldsliving.com con el título “The Miracle That Led One Missionary to Reuniting with His Long-Lost Sister + More”.

Comentarios
Gracias por los muy bonitos mensajes, agradecería que me pudieran mandar lecturas sobre esperanza y fe.
Ángel

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