¿Dios manipula a Sus hijos?

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Recuerdo que cuando comencé a leer seriamente las Escrituras, descubrí que Dios era muy manipulador, entre otras cosas. Me sentí apagada por palabras y frases como “venganza”, “justicia”, “ira” y “persuasión”. En el contexto de todas estas palabras, la persuasión parecía especialmente oscura y desafiante. Si Dios iba a intentar hablarme y tener algún tipo de agenda oculta. Entonces, ¡no quería escuchar Sus argumentos en absoluto!

Pero: El Padre Celestial no tiene ninguna agenda oculta. Para creer esto, es importante que entendamos las diferencias entre la persuasión y la manipulación además de cómo funcionan en el contexto de un Padre Celestial amoroso.

Entender la persuasión y la manipulación

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Mi confusión inicial se debió a tener una idea escasa con respecto a la naturaleza de Dios y la persuasión.

Supongamos que tuviste una confusión similar, coloquémonos en la misma página y definamos qué son realmente la persuasión y la manipulación, y rocíale un poco de cómo es el Padre Celestial.

Al parafrasear y sintetizar lo que dicen dos diccionarios de Internet, Mirriam-Webster y Oxford, obtenemos lo siguiente:

  • La persuasión es hacer que alguien cambie su creencia, curso de acción o, posición a través del razonamiento.
  • La manipulación es controlar a una persona o situación a través de medios injustos. Especialmente, para beneficio propio.

Cuando ponemos estos dos conceptos uno al lado del otro, es más fácil ver las diferencias entre ellos. La parte difícil viene cuando intentamos identificar si estamos siendo manipulados o persuadidos. Intentar ganar claridad aquí se vuelve especialmente turbio cuando no estamos familiarizados con el factor de influencia o la situación, cuando no conocemos a la persona.

Entonces, con respecto a nuestras interacciones con Dios, ¿cómo sabremos si Él nos está manipulando o persuadiendo? Tenemos que intentar entender y experimentar quién es Dios realmente; tenemos que aprender sobre Su naturaleza. Para hacer esto, necesitaremos dedicar cierto tiempo a conocerlo. Así que, ¡hagámoslo!

Por qué Dios puede persuadir, pero no puede manipular

ver a Dios

Primero, expresemos lo obvio y, luego, aclarémoslo un poco. Dios es perfecto, obvio, lo escuchamos un millón de veces. Pero, ¿cómo Él es perfecto? Usamos la palabra “perfecto” como un término completo para describir la naturaleza de Dios porque así es como Jesús se refiere a sí mismo en el Nuevo Testamento.

Sed, pues, vosotros perfectos, así como vuestro Padre que está en los cielos es perfecto”.

Aprendemos de la traducción griega que “perfecto” realmente significa “completo”, al menos en este contexto. Así que el Padre Celestial es completo. Completamente amoroso, amable, puro, benevolente y obediente a la ley divina. Una ley divina que encaja en este contexto, el contexto de la persuasión y la manipulación, es el poder del sacerdocio.

Doctrina y Convenios 121:41 dice:

“Ningún poder o influencia se puede ni se debe mantener en virtud del sacerdocio, sino por persuasión, por longanimidad, benignidad, mansedumbre y por amor sincero”.

Discutir la omnipotencia de Dios

Dios

Algunos argumentan que porque Dios es perfecto, Él también es todopoderoso y, por lo tanto, puede o hará que actuemos según Su voluntad. De esta manera, Él nos manipula. Este argumento no solo carece de una comprensión seria de la naturaleza de Dios, sino que DyC 121: 41 refuta esta idea de manera muy clara.

Ningún poder se puede mantener –  es decir, usar – por posesión. Solo porque el Padre Celestial sea perfectamente poderoso, no significa que Él pueda hacer lo que quiera y, por extensión, controlarte o controlarme. Además, Su benevolencia hace imposible la manipulación. Él nos ama demasiado y Sus intenciones son demasiado puras para que parezcan una manipulación.

Además, el Padre Celestial es abnegado y respeta nuestro libre albedrío. Él creó este mundo como un lugar para que nosotros aprendamos y crezcamos a través de nuestras decisiones. Su plan es ayudarnos a llegar a ser como Él y recibir todo lo que Él tiene. Para hacer esto, Él nos ha dado la capacidad de elegir entre el bien y el mal.

Por qué Dios hace lo que hace

poder de Dios

Como nuestro Padre, Él quiere que escojamos lo correcto porque Él desea que seamos felices. Nuestra felicidad es todo lo que Él desea. Él solo desea hacer el bien. De este modo, Él no tiene nada que ganar al manipularnos. El Padre Celestial nunca nos obligará a elegir Su camino, solo nos lo ofrecerá e intentará persuadirnos de que es bueno para nosotros.

Si nos obligara a escoger Su camino, Él dejaría de ser perfecto y, por lo tanto, dejaría de ser Dios. Esto se debe a que Él ya no tendría nuestros intereses como prioridad, sino los Suyos. Ésta, entre otras razones, es la razón por la cual Dios puede, y lo hace, persuadir, pero no manipular.

Una advertencia sobre la persuasión

luz

Ahora, me gustaría aclarar algo antes de continuar porque puedo escuchar una voz distante que dice, “¡pero la persuasión puede ser manipuladora!” bueno, voz suave, tienes razón.

Como un lobo vestido de oveja, la persuasión se puede usar como una herramienta de manipulación. Por esta razón, es muy importante tener una relación personal con Dios. Cuando entendemos quién es Dios y confiamos en Él, podemos entender mejor por qué Él nunca pensaría intentar manipularnos. Simplemente, no lo desea. En cambio, Él nos haría actuar por nosotros mismos y ejercer nuestro libre albedrío. Por otro lado, Satanás no lo haría.

Si bien el Padre Celestial nunca te convencerá de hacer algo en un intento por controlarte, Satanás ciertamente lo hará. Entonces, debes ser consciente y estar alerta en cuanto a qué voz estás escuchando y haciendo caso. Recuerda lo que dijo Mormón:

“Pues he aquí, a todo hombre se da el Espíritu de Cristo para que sepa discernir el bien del mal; por tanto, os muestro la manera de juzgar; porque toda cosa que invita a hacer lo bueno, y persuade a creer en Cristo, es enviada por el poder y el don de Cristo, por lo que sabréis, con un conocimiento perfecto, que es de Dios. Pero cualquier cosa que persuade a los hombres a hacer lo malo… es del diablo; porque de este modo obra el diablo, porque él no persuade a ningún hombre a hacer lo bueno” (Moroni 7: 16 – 17).

Esta es una forma segura de juzgar si el argumento que escuchamos es de Dios o Satanás. Pero, en caso de que hayas llegado a este artículo en busca de detalles, veamos algunas maneras en las que puedes saber que Dios es el que te está persuadiendo y no Lucifer.

Manera en las que Dios persuade

Jesucristo sufrimiento

En Isaías, el Señor dijo:

“Venid ahora, dice Jehová, y razonemos juntos: aunque vuestros pecados sean como la grana, como la nieve serán emblanquecidos”.

La persuasión de Dios lidia con la razón y le preocupa escuchar ambos lados del argumento. La manipulación, que involucra la persuasión o no, se preocupa solo por sus propios intereses. Cuando leo esta Escritura, escucho que el Señor dice: “Hablemos sobre esto y resolvámoslo juntos. Deseo comprender de dónde vienes”.

El Padre Celestial desea escuchar nuestras preguntas e inquietudes. Además, desea razonar con nosotros. Asimismo, Él espera que estés dispuesto a escuchar Su posición. Satanás, que usa la manipulación, solo se preocupa por convencerte de hacer lo que Él quiere, sin importar tus deseos o creencias.

El Señor no solo busca entendernos sino enseñarnos. La enseñanza paciente de la verdad es una forma de persuasión. Esto se debe a que, en las palabras del hermano Cory W. Leonard, “la persuasión es el centro del proceso de aprendizaje… cambia la forma en que percibimos y comprendemos la realidad, influyendo en nuestras actitudes y creando nuestra visión del mundo”.

Esto se parece mucho a la definición del arrepentimiento que se encuentra en el diccionario de la Biblia. La persuasión es esencial para la enseñanza porque influye en nosotros poco a poco y no se preocupa por cuánto tiempo tomará.

Recuerda que el Padre Celestial nos enseña “línea por línea, precepto por precepto” y que Él te enseñará según tu comprensión. Él desea que comprendas realmente el Evangelio.

Discernir entre las invitaciones buenas y malas

enseñar a los niños

Por último, revisemos Moroni 7: 16. Mormón nos recuerda que si algo nos invita a hacer lo bueno, servir a Dios y creer en Jesucristo. Entonces, eso es de Dios. Si estamos intentando discernir si estamos siendo persuadidos por Dios o manipulados por Satanás, podemos preguntarnos: “¿Hacer esto será bueno para mí? ¿Para el mundo? ¿Para Dios? ¿Esto me acercará a mí o a los demás a Jesucristo?” Si la respuesta es sí, puedes saber “con un conocimiento perfecto” que esta voz persuasiva es la de Dios.

Al final, sirve para recordar que Dios es amor. Como tal, Él nunca hará nada para lastimarte o aprovecharse de ti porque el amor y la manipulación no pueden coexistir. Todo lo que Él quiere es tu felicidad, que Él te ofrece a través de Su hijo, Jesucristo, pero tú tienes que elegirlo a Él.

Esta es una traducción del artículo que fue escrito originalmente por Kelsey Mangum y fue publicado en thirdhour.org con el título “Does God Manipulate His Children?

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