Pregunta
¿Dios se enoja?
Melissa
Respuesta
Por supuesto, ¡Dios se enoja! Las Escrituras testifican de Su ira que se derramó entre los inicuos, y no se escatima contra aquellos que no cumplen sus convenios.
El Libro de Mormón está lleno de ejemplos poderosos de esta ira. La civilización jaredita llegó a su fin cuando “el Señor los visitó con la plenitud de su ira, y su iniquidad y abominaciones habían preparado la vía para su eterna destrucción” (Éter 14:25).
Los nefitas se enfrentaron a una purga por la muerte de Cristo, de lo cual Él personalmente se atribuye el crédito, “He aquí, he quemado con fuego la gran ciudad de Zarahemla, y los habitantes de ella”.
Y, si eso no es suficiente, Él explica con detalles el punto en 11 versículos. “Y he aquí, he cubierto de tierra esa gran ciudad de Moroníah, y los habitantes de ella, para ocultar sus iniquidades y sus abominaciones de ante mi faz, para que la sangre de los profetas y de los santos no ascienda más hasta mí en contra de ellos”.
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Él nombra 16 ciudades y confiesa haberlas destruido por “su iniquidad y abominaciones” (3 Nefi 9: 1 – 12).
La ira de Dios entra en juego debido a dos de Sus atributos: la justicia y el juicio, ya que ambos son necesarios para que tengamos fe en Él. Si Dios no fuera justo, si Él no recompensara y castigara con base en algunas leyes predecibles, no importaría si creyéramos en Él o fuéramos obedientes, recibiríamos de Él arbitrariamente.
Afortunadamente, Dios es justo y reserva Su ira para aquellos que lo desafían y derrama Su misericordia con benevolencia.
Si Dios no tuviera juicio, el poder de ejecutar Su justicia y misericordia, nuevamente, no importaría si creyéramos en Él o si fuéramos obedientes. En la entrega de dones, lo que cuenta es el pensamiento. En estos principios eternos, necesitamos desesperadamente ejecución. La ira de Dios es una muestra de Su juicio.
Fuente: Askgramps.org
