Dios tiene un plan para nosotros, pero a menudo no entendemos cómo se adecúa a nuestros planes, ¿cómo elegir entre el matrimonio y los estudios?
Pregunta
Abuelo,
¿Por qué nos dicen que no debemos aplazar el matrimonio por los estudios? La edad promedio de las personas que obtienes un Bachiller es de 24.8 años. Esa no es una edad avanzada para casarse.
Gail
Respuesta
Querida Gail,
Las Escrituras nos dicen que los caminos de Dios no son nuestros caminos y que Sus pensamientos no son nuestros pensamientos. Las Escrituras también nos dicen que el propósito de esta vida es ver si hacemos todas las cosas que el Señor nos manda.
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Dios tiene un plan para nosotros… pero a menudo no entendemos cómo es que se lleva a cabo. Por esa misma razón también deberíamos tener un plan para nosotros mismos. Idealmente estos planes deberían ser iguales.
De manera realista, no lo son porque nos cuesta entender el plan de Dios.
Debemos esforzarnos por armonizar nuestro plan con el de Dios. Asimismo, Dios nos permite seguir nuestro propio plan si así lo deseamos.
Cuando trazamos las metas en nuestro plan de vida, tendemos a dividirlas en categorías. Tendemos a pensar: “Iré a la universidad, cuando haya terminado mis estudios, empezaré a buscar a alguien con quién casarme y luego, cuando tenga un matrimonio fuerte, tendré hijos.”
El problema es que Dios puede tener diferentes planes para nosotros y por otro lado, nuestra vida no está dividida de tal manera. Nunca deberíamos dejar de aprender. Nunca deberíamos dejar de fortalecer nuestro matrimonio. Nunca deberíamos dejar de ser padres (cuando ya lo somos) y deberíamos siempre seguir a Dios lo mejor que podamos.
Esto significa que los límites de nuestros planes personales son muy arbitrarios. Con facilidad podríamos encontrar razones para ampliarlos. Quienes te dicen “no demores” o “no lo aplaces” entienden esto. También entienden lo importante que es encontrar a la persona adecuada y casarse de la manera correcta para nuestra felicidad mortal y eterna.
Una de las cosas más trágicas que puede suceder es que una persona omita eso debido a una restricción arbitraria auto impuesta por el tiempo, el tiempo que eligió. Es vital estar abierto al plan de Dios y cambiar el nuestro para que se ajuste a Su visión de nosotros.
Eso se hace en oración cuando trazas tu plan. Luego, cuando sientes que tienes un plan que Dios aprueba, ponlo en marcha y al mismo tiempo, busca cualquier ajuste, desvío o mejora que Dios pueda enviarte. La verdad es que las cosas rara vez van de acuerdo a como lo planeamos, y muy rara vez entendemos completamente el plan de Dios para nosotros.
Así que estudia, continúa con tu educación, pero mantente abierta a la idea de que Dios puede tener a la persona adecuada preparada para ti antes de que pienses que estás lista (claramente, Dios cree que lo estás).
No limites tu disposición al considerar si una persona es la adecuada, simplemente porque no se ajusta a tu tiempo o meta. Considera a la persona de todos modos. Lleva esa consideración con el Señor y determinen juntos si es necesario que hagas un ajuste en tu plan con respecto al que Él tiene para ti.
Descubrir la voluntad del Señor es clave. Esto también significa que no debes ir al extremo opuesto. No debes seguir la sugerencia de “no demorar” como una razón para dar este paso sin pensarlo ni consultarlo con el Señor.
Siempre considera en oración tus opciones, esto puede significar que a veces la respuesta sea no. Seguir a Dios nunca es un retraso, incluso si eso pudiera parecerle a los demás.
El Abuelo
Este artículo fue escrito y fue publicado originalmente por Askgramps.org bajo el título “Should schooling or marriage take priority?”
