EL MILAGRO” cuando nos dice:
Dime Señor que me levante y ande,
Sana mi lepra y limpia mis heridas;
Junta mi oreja a su carne sangrante,
Y como a Lázaro: ¡Devuélveme la vida!
Dame a comer el pan de vida eterna,
Calma mi sed en fuentes de agua viva;
De vino dulce mis tinajas, llena,
Y mis pecados con amor, olvida.
Obra en mí el milagro de milagros,
Dando tu bendición, a mi porfía;
Y tráeme a las delicias de tu reino.
Y por tu plan de gracia sempiterno,
Salvándome del fuego del infierno;
¡Resucítame, Oh Dios, de esta agonía!