Pregunta
El dueño del gimnasio donde trabajo se ha vuelto amigo de mi esposo y yo. Me contó un sueño que tuvo sobre cómo era el “infierno”. Dijo que no había fuego ni azufre sino que había una oscuridad total. Creyó que el “infierno” era la ausencia de Dios. Le dije que estaba en lo correcto y hablamos acerca de nuestras creencias en general.
Hace poco regresó de un viaje a Guatemala. Compartió conmigo que incluso antes de bajarse del bote se sintió como si hubiera “vuelto a casa”. Siente una conexión con la tierra y la gente. Sentí la impresión de compartir un Libro de Mormón con él.
Cuando he intentado hacer esto en el pasado con otras personas, el regalo del Libro de Mormón ha sido rechazado por las mismas. No quiero arruinarlo esta vez. ¿Puedes ayudarme a encontrar una forma de acercarme a él? O, ¿qué debo decir mientras le doy estas escrituras? He orado para que vengan las palabras a mí, pero hasta ahora no he podido hacerme una idea de lo que debo decir.
Karen.
Respuesta
También te puede interesar: ¿Por qué las palabras y frases del Nuevo Testamento aparecen en el Libro de Mormón?
Hay dos cosas que podrías hacer. Una, puedes escribir una pequeña dedicatoria en el Libro de Mormón para personalizarlo como un regalo. Por ejemplo, “Para John, los mejores deseos, Karen”, o algo por el estilo. Luego, puedes decirle que el libro se trata de la historia religiosa de habitantes guatemaltecos aborígenes.
Dos, también podrías considerar regalarle otro libro, que se llama el Popol Vuh. Este libro se trata de la historia religiosa legendaria de los indios quiché, que vivieron en Guatemala y que los españoles destruyeron cuando invadieron ese país a principios del siglo XVI. Este es un relato fascinante, que escribió un príncipe de los quichés. Después de su captura, este príncipe escribió el libro en el idioma de los quichés utilizando el alfabeto romano. Más tarde, Adrián Recinos tradujo el libro al español y se publicó en 1947.
El libro comienza con un relato de la creación de la Madre y Dios Padre, los progenitores. Habla de un Dios Redentor, excepto que en esta narración, los redentores son gemelos. Estos gemelos fueron engendrados por una gota de saliva que cayó en la mano de una virgen. La saliva era de una calavera sagrada que estaba entre las ramas de un árbol.
Los gemelos superaron todas las pruebas mentales y físicas a las que fueron sometidos. Luego, permitieron que los mataran cortándoles la cabeza y arrojándolos al río.
Los jóvenes corrieron por el río, recogieron sus cabezas y se las volvieron a poner. Luego, fueron al inframundo, donde lucharon contra las fuerzas del mal.
El libro también habla acerca del pueblo quiché que viene del este, “del otro lado del río”, e incluye “una narración de su oscuridad”.
Regalar los dos libros parecería menos un esfuerzo de proselitismo al que algunas personas se oponen.
Fuente: Askgramps.org
