Cambridge, Massachusetts: Cito las palabras de una de las famosas teorías de negocios de Clayton Christensen, “se debía hacer un trabajo” en su funeral, el sábado. Por otro lado, cito las palabras del libro que más le gustaba, “llorar con los que lloran”.
Eso fue lo que hicieron los 858 familiares y amigos de Clay Christensen, entre ellos el gobernador de Massachusetts, una figura famosa del baloncesto, alumnos, ejecutivos de negocios, académicos y colegas. En medio de un día frío de invierno, rieron y lloraron, oraron y cantaron, celebraron su vida con la esperanza de que tendrá una mejor y eterna.
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“Se hizo un gran homenaje a un ser humano extraordinario”, dijo Nitin Nohria, decano de la Escuela de Negocios de Harvard, donde Christensen enseñó durante más de 20 años.
Clayton Christensen, el padre de la prestigiosa teoría a nivel mundial de la innovación disruptiva, murió el 23 de enero a los 67 años de edad por complicaciones causadas por el cáncer. Después de su muerte, el CEO de Netflix, Reed Hastings, declaró para Deseret News: “Clay tuvo una gran influencia en mí como CEO. Gran parte de nuestro éxito se debe a sus escritos”.
Por eso, antes, durante y después de su servicio funerario, se recordó a Christensen por la enorme influencia que tuvo en las vidas que tocó.
“Realmente se extrañará su voz por muchas razones que van más allá de sus ideas y su ingenio para la administración”, dijo el gobernador de Massachusetts, Charlie Baker. “Es por eso que estoy aquí. Realmente lo valoro como amigo. Tenía la enorme capacidad de hacer que todo aquel que conversara con él, sintiera que su opinión era importante”.
Baker visitó a la familia Christensen durante su funeral en una capilla de Cambridge de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días en Massachusetts.
El gobernador hizo esos comentarios antes del funeral, durante el cual discursaron los cinco hijos de Christensen. El último discursante fue el Presidente Henry B. Eyring, segundo consejero de la Primera Presidencia de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días. Testificó sobre la realidad del más allá y describió la misión de Christensen allí.
Ann, la hija de Clay Christensen, recordó la portada de la revista Forbes que colocó a su padre en el foco de la atención. Lo fotografiaron al lado del CEO de Intel, que utilizó la teoría de la innovación disruptiva de Christensen para rehacer los chips gigantes de las computadoras.
“El gran mentor de Andy Grove”, decía el titular de Forbes.
Asimismo, sus cinco hijos: Matt, Ann, Michael, Spencer y Kate, lo recordaron por ser un maravilloso padre, por la forma en que los crió y el amor por el baloncesto que les inculcó.
Hace 12 años, la salud de Clay Christensen comenzó a deteriorarse: Sufrió un ataque al corazón y un derrame cerebral que lo obligó a hacer un esfuerzo inmenso para recuperar su capacidad de habla. Además, tuvo dos episodios de cáncer. Durante su último año de vida, pasó ocho meses seguidos internado en diferentes hospitales.
“Comenzamos a ver qué significaba perseverar hasta el fin para un cristiano justo y humilde”, dijo, Matt, hijo de Christensen.
Aun así, Christensen perseveró.
“Quizás el mejor ejemplo que nos dio”, declaró Nohria, decano de Harvard, para Deseret News, “es el coraje con el que luchó contra las enfermedades, que la gran mayoría de nosotros usaría como excusa para rendirse. Cuando tuvo el derrame y no podía hablar, encontró una manera de que sus alumnos colaboraran con él y se pudieran realizar las clases. La mejor manera de continuar es inspirándonos en su ejemplo”.
“También tuvo un matrimonio ejemplar”, dijo Nohria. Recordó como Christine Christensen llevaba a su esposo a clase en una silla de ruedas cuando ya no podía caminar y dijo que esa es una de las imágenes más hermosas que tiene de ellos.
El Presidente Eyring concluyó el funeral de Clay Christensen con las siguientes palabras: “Realmente existe un mundo espiritual y él se encuentra ahí. Es real”.
Dijo que Christensen se encuentra feliz con la asignación que se le ha encomendado ahí, compartir el Evangelio.
“¿Pueden imaginar estar en la cárcel espiritual intentando dirigir la obra misional y que de pronto llegue Clayton Christensen?”, dijo. “¿Pueden imaginarlo?”
El Presidente Eyring se dirigió directamente a Christine Christensen:
“Oro para que el Espíritu Santo le ayude a sobrellevar la nostalgia y los sentimientos de pérdida y también oro para que Él le permita sentir el gozo y el poder de lo que ahora su esposo está haciendo y hará”.
Fuente: Deseret News