¿Alguna vez has trabajado en un lugar donde no se preste mucha atención a los principios del Evangelio? Quizás conozcas el sentimiento de amar y respetar a tus compañeros del trabajo, pero te incomoda cuando hablan malas palabras y hacen bromas inapropiadas.
¡Yo también he experimentado eso! ¡Pero! Encontré el éxito en mi trabajo y vida cuando me aseguré de poner a Dios en primer lugar. Así que aquí, compartiré algunos consejos para ayudarte a sentir el Espíritu en tu trabajo:
Comienza bien el día
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Antes de ir a trabajar, asegúrate de incluir al Padre Celestial en tu día: Intenta estudiar las Escrituras. Esta es una manera segura de traer el Espíritu a tu día.
Si no puedes leer las Escrituras antes de ir a trabajar, ¡puedes escucharlas de camino a tu trabajo! Y no solo eso, sino que también podrías escuchar himnos o algún discurso de la Conferencia General. ¡Invitarás al Espíritu y tu cerebro estará más activo!
Mi esposo lo probó y sintió un cambio extremo en su actitud en el trabajo. ¡Tú también puedes! ¡No olvides tus audífonos!
¡Leer las Escrituras en el transporte público también podría ser una gran experiencia misional! Leer una copia impresa del Libro de Mormón en un lugar público podría despertar la curiosidad en otros.
“Mantente cerca del Espíritu, y el Espíritu se mantendrá cerca de ti”. – Gary E. Stevenson
Usa tus audífonos conscientemente
Si es posible, toma el control de lo que estás escuchando en el trabajo. Los podcasts me ayudan mucho, en especial los espirituales. He descubierto que fortalecerme espiritualmente también hace que mi trabajo sea mejor.
Podrías escuchar himnos, discursos o simplemente música instrumental mientras trabajas. Algo que me ha ayudado es bloquear la música con letra inapropiada en mi Spotify. Esto significa que si estoy escuchando una lista de reproducción en aleatorio, ¡no hay posibilidad de que ninguna vulgaridad se reproduzca!
Las cosas que escuchamos tienen un gran efecto en el tipo de personas que somos. Reproducir contenido sano durante el día me hace trabajar más duro, ser más paciente con mis compañeros de trabajo y volver a casa con una sonrisa en mi rostro.
Una imagen vale más que mil palabras
¿Alguna vez has pensado en tener una imagen de Cristo en tu escritorio? Quizás cada vez que lo veas, podrías tomarte un tiempo para pensar en algo por lo que estés agradecido. Tómate un tiempo durante el día para recordarlo.
Si no tienes un escritorio, ¡pon al Salvador como fondo de pantalla en tu celular! Esto también puede generar oportunidades misionales en tu trabajo. Me encanta encontrar formas de compartir mis creencias con mis compañeros de trabajo.
Asimismo, me gusta tener fotos de mi familia en mi escritorio o colgarlas en la pared de mi cubículo. Pensar en el Salvador y en mis seres queridos siempre hace que mi día sea mejor. Además, ¡puedo presumir de ellos con quienes trabajo!
Defiende tus principios
Haz que tus principios estén claros para tus compañeros de trabajo. En uno de mis trabajos, tenía una regla. Nadie podía maldecir en mi cubículo. Mis compañeros sabían que los amaba y respetaba. Todos estaban más que felices de respetarme también.
Aquellos con los que he trabajado sabían que no me reiría de sus bromas inapropiadas. No pondrían música irrespetuosa a mi alrededor. Sin embargo, esto solo fue posible porque dejé en claro mis valores.
Sé que esto no será posible para todos, pero pruébalo. ¡Vale la pena!
¡La mayoría de las personas estarán más que dispuestas a ayudarte a sentirse cómodo! Es difícil defender aquello en lo que crees, pero puede marcar una gran diferencia.
“Los discípulos verdaderos de Jesucristo están dispuestos a destacarse, defender sus principios y ser diferentes a la gente del mundo”. – Russel M. Nelson
Pide ayuda al Padre Celestial
Cada trabajo es diferente. Tu situación es única. ¡Sé que nuestro Padre Celestial se preocupa por estas cosas! Él te ayudará a sentir el Espíritu en tu trabajo.
Él sabe exactamente lo que necesitas hacer. A medida que ores, sentirás impresiones sobre lo que será más útil para ti específicamente. Ve al templo, estudia las enseñanzas del Evangelio y podrás aprender a sentir el Espíritu en tu trabajo.
“Para Dios todo es posible”. – Mateo 19:26
Pon a Dios en primer lugar y todo se acomodará. Tu lugar de trabajo es una gran parte de tu vida. Me he sentido tonta al orar y pedirle al Padre Celestial que mejore mi situación laboral. Sin embargo, he encontrado una gran mejora y paz al traer el Espíritu a mi trabajo. ¡Te deseo la mejor de las suertes!
¿Qué te ayuda a sentir el Espíritu en tu trabajo? ¡Nos encantaría leer tu opinión en la sección de comentarios!
Fuente: Third Hour