¿Qué llevas dentro?
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Imagina que estás sosteniendo una taza de chocolate cuando de repente alguien te choca y hace que derrames tu chocolate por todas partes. ¿Por qué derramaste chocolate? Derramaste chocolate porque había chocolate en la taza.
Si hubiera habido jugo de arándanos, seguro tirabas jugo de arándanos por todas partes. Es obvio, ¿no?
El punto es que, sea lo que sea que lleves en la taza, es lo que se derramará. Por eso, cuando la vida se te ponga en frente y te choque – que te aseguro pasará – lo que lleves dentro en ese momento es lo que saldrá.
Tenemos que preguntarnos: ¿Qué cargamos en nuestra taza? ¿Qué llevamos dentro?
Cuando la vida se ponga difícil, ¿qué vamos a derramar? ¿amor, alegría, paz, gratitud, humildad? O, ¿va a salir: irritación, amargura, malestar, desilusión, culpa?
¡Tú eliges! Asegúrate de vaciar tu taza de todo lo malo para hacer espacio y comenzar a llenarla con gratitud, alegría, pensamientos positivos, esperanza, amabilidad y mucho amor.
¿Cómo preparar tu corazón para expresar los mejores sentimientos?
“Ruego que Dios nos dé a todos el valor y el deseo de esforzarnos por tener un corazón puro, dispuesto, comprensivo y tierno”. – Élder Marvin J. Ashton
La manera de preparar tu corazón para expresar los mejores sentimientos puede conllevar diversas acciones, según tus circunstancias. Sin embargo, es imprescindible que llenes tu corazón de caridad, que es el amor puro de Cristo.
Esa caridad aumentará tu capacidad de ser acompañado, edificado, guiado y fortalecido por el Espíritu en tu preparación para lo que el Señor desee que enfrentes. Al estar preparado podrás enfrentar tus pruebas con mayor ánimo y evitarás, cada vez con más frecuencia, que tu corazón se llene de amargos sentimientos.
Una de las mejores maneras de poseer caridad es estudiar y buscar apreciar cada vez más el sacrificio expiatorio de Jesucristo, como la mayor muestra de amor del Padre y del Hijo.
Las bendiciones que recibirás
Podrás experimentar el cambio de un corazón duro, a uno blando, a uno limpio, a uno puro, también sincero, en el camino a lograr tener un corazón perfecto, a la manera de Cristo.
Cada vez que sientas que estás a punto de derramar alguna sustancia amarga de tu taza, tómate un tiempo para respirar, retírate de ese lugar que te hace sentir mal y cálmate. Nada se va a solucionar si enfrentas malos sentimientos con malos sentimientos.
No vale la pena llenar tu corazón de amargura. Demuestra que eres mejor que eso y que tienes el amor puro de Cristo en tu corazón, ¡todo irá bien!
“La caridad es el amor puro de Cristo, y permanece para siempre; y a quien la posea en el postrer día, le irá bien”. (Moroni 7:47-48)