¿Qué haría usted si el Señor le pide que deje todas sus pertenencias y su estado de confort y que para salvarse de una terrible calamidad deben salir al desierto junto con su familia?
En el primer libro del Libro de Mormón encontramos el relato en el que Lehi se entera mediante una visión de que Jerusalén sería destruida; él llama al pueblo al arrepentimiento, pero éste lo rechaza y trata de quitarle la vida. El Señor indica a Lehi que debe tomar a su familia y salir de Jerusalén. Ellos parten hacia el desierto. Este importante suceso nos enseña grandes cosas que podemos aplicar en estos tiempos.
¿Por qué algunas personas hoy en día se rebelan contra el Señor y sus Siervos?
En estos tiempos donde lo bueno parece malo y lo malo bueno, es difícil tomar una decisión correcta. Como en los tiempos de Nefi y su familia en Jerusalén, existía iniquidad entre el pueblo. En 1 Nefi 1:20 explica: “Y cuando los judíos oyeron esto, se irritaron contra él, sí, tal como contra los profetas de la antigüedad, a quienes habían echado fuera, y apedreado, y matado; y procuraron también quitarle la vida…”
¿Qué podemos aprender de Nefi acerca de la manera de hacer que nuestro corazón sea más receptivo a las enseñanzas de los profetas?
En el mismo versículo explica también: “Pero he aquí, yo Nefi, os mostraré que las entrañables misericordias del Señor se extienden sobre todos aquellos que, a causa de su fe, él ha escogido, para fortalecerlos, sí, hasta tener el poder de librarse.”
¿Qué habrá sentido la familia de Lehi al tener que dejar atrás su casa, sus bienes y sus amigos?
Nefi relata que su padre “Lehi fue obediente, salió del desierto; y abandonó su casa, y la tierra de su herencia, y su oro, su plata y sus objetos preciosos, y no llevó nada consigo, salvo a su familia, y provisiones y tiendas, y se dirigió al desierto.” (1 Nefi 2:4). ¿Qué sacrificios ha hecho usted a fin de obedecer al Señor? ¿Qué bendiciones han recibido como resultados de esos sacrificios?
¿Cómo podemos tener sentimientos de gratitud aun en circunstancias difíciles?
Después de pasar tres días en el desierto, Lehi construyó un altar y dio gracias al Señor. En nuestro día a día, cuando batallamos por seguir en el camino correcto, cuántos de nosotros decidimos tomar una pausa para agradecer al Señor como lo hizo Lehi. Muchas veces, nuestra actitud depende de la perspectiva que tenemos de las cosas. Lehí no estaba preocupado por caminar en el desierto, Lehí estaba agradecido con el Señor por haberlos sacado y salvado de la destrucción de Jerusalén.
¿Cómo podemos cumplir los mandamientos con tal determinación como la de Nefi?
Cuando se nos pide cumplir mandamientos o principios del Señor, muchas veces cómo quién actuamos ¿Acaso cuestionamos como Lamán y Lemuel o somos como Nefi? Aprendamos qué fue lo que dijo Nefi cuando se le mandó por los anales en Jerusalén: “Y sucedió que yo, Nefi, dije a mi padre: “Iré y haré lo que el Señor ha mandado, porque sé que él nunca da mandamientos a los hijos de los hombres sin prepararles la vía para que cumplan lo que les ha mandado.” (1 Nefi 3:7)
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Nefi 1:1 Sabía que tenía “buenos padres”. 2:16 Creyó todas las palabras de su padre. 2:16, 19 Acudió al Señor en busca de conocimiento. 3:7 Estuvo dispuesto a ir y hacer lo que el Señor mandó. 3:15 Rehusó regresar sin los registros. 4:1, 3 Sabía que eñ Señor era “más poderoso que Labán”. |
Lamán y Lemuel
2:11 Murmuraron contra su padre.
2:13 No creyeron todas las palabras de Lehi.
2:12 “No conocían la manera de proceder de… Dios”.
3:5 Se quejaron de que el Señor les había pedido una “cosa difícil”.
3:14 Querían darse por vencidos después de un solo intento.
3:31 Dudaban de que el Señor pudiera entregarles a Labán. |
