En una nueva serie de publicaciones en el sitio web oficial de Historia de la Iglesia, el equipo de consulta de la Biblioteca de Historia de la Iglesia de Jesucristo compartió algunas de las preguntas más frecuentes recibidas.
La primera publicación de la serie respondió varias preguntas en cuanto a la administración de la Iglesia, como el inicio de la política del tener dos testigos para la ordenanza del bautismo.
En las respuestas a estas preguntas se pueden encontrar datos interesantes, como la fecha de inicio de las tres horas en las reuniones dominicales de la Iglesia, ahora descontinuado, en 1980, así como el inicio del programa de la noche de hogar en 1915.
La segunda publicación de la serie se centró específicamente en preguntas relacionadas a las bendiciones patriarcales: Cómo obtener una copia personal de tu bendición patriarcal o la de otros miembros de tu familia, información sobre las bendiciones patriarcales y los patriarcas, y la historia del llamamiento de Patriarca en la Iglesia.
La segunda publicación también comparte cómo los visitantes pueden encontrar la bendición patriarcal de José Smith y su esposa Emma Smith.
“La bendición patriarcal de José Smith está disponible en el sitio web de Joseph Smith Papers”, se lee en el sitio. “La recibió el 9 de diciembre de 1834 de su padre, José Smith padre. La hermana Emma Hale Smith recibió su bendición patriarcal en el mismo día, y su bendición se puede encontrar inmediatamente después de la de José”.
Ambas bendiciones se encuentran disponibles en el idioma inglés en el sitio web de Joseph Smith Papers, junto con la transcripción original.
*La siguiente traducción fue realizada por el equipo de masfe.org.
Bendición patriarcal de José Smith
“José Smith hijo, nació en Sharon, Condado de Windsor, Vermont, el 23 de diciembre de 1805.
José, hijo mío, pongo mis manos sobre tu cabeza en el nombre del Señor Jesucristo, para confirmar sobre ti la bendición de un padre. El Señor tu Dios te ha llamado por tu nombre desde los cielos: has oído Su voz desde lo alto de tiempo en tiempo, incluso en tu juventud.
La mano del ángel de Su presencia se ha extendido hacia ti por medio de la cual has sido elevado y sostenido; sí, el Señor te libró de las manos de tus enemigos y fue hecho para que te regocijes en su salvación: has buscado conocer Sus caminos, y desde tu infancia has meditado mucho sobre las grandes cosas de Su ley.
Has sufrido mucho en tu juventud, y la pobreza y las aflicciones de la familia de tu padre han sido una aflicción para tu alma. Has deseado verlos liberados del cautiverio, porque los has amado con un amor perfecto. Has estado junto a tu padre y, como Sem, habrías cubierto su desnudez, en lugar de verlo expuesto a la vergüenza. Cuando las hijas de los gentiles se rieron, tu corazón se conmovió con ira justa para vengar a tu parentela.
Has sido un hijo obediente: los mandamientos de tu padre y las reprensiones de tu madre, has respetado y obedecido, por todas estas cosas el Señor mi Dios te bendecirá.
Has sido llamado, incluso en tu juventud, a la gran obra del Señor: a hacer una obra en esta generación que ningún otro hombre haría como tú, en todas las cosas según la voluntad del Señor. Una obra maravillosa y un prodigio ha hecho el Señor por tu mano, incluso lo que preparará el camino para que los remanentes de Su pueblo vayan entre los gentiles, con Su plenitud, a medida que las tribus de Israel sean restauradas.
Te bendigo con las bendiciones de tus padres Abraham, Isaac y Jacob; e incluso las bendiciones de tu padre José, el hijo de Jacob. He aquí, él previó su posteridad en los últimos días, cuando debían ser esparcidos y conducidos por los gentiles, y lloró ante el Señor: buscó diligentemente saber de donde vendría el hijo, el cual habría de sacar a luz la palabra del Señor, para que sean iluminados y vuelvan al verdadero redil.
Y sus ojos te vieron, hijo mío: su corazón se regocijó y su alma quedó satisfecha, y él dijo: Así como mis bendiciones han de extenderse hasta los límites más extremos de las colinas eternas; como la bendición de mi padre prevaleció sobre las bendiciones de sus progenitores, y como mis vástagos se extienden sobre el muro, y mi descendencia hereda la tierra escogida sobre la cual estará Sión de Dios en los últimos días, de mi simiente, esparcida con los gentiles, se levantará un vidente escogido cuyas entrañas serán como fuente de verdad, cuyos lomos se ceñirán con el ceñidor de la justicia, cuyas manos se levantarán con aceptación ante el Dios de Jacob para apartar Su ira de Su ungido, cuyo corazón meditará con gran sabiduría, cuya inteligencia circunscribirá y abarcará las cosas profundas de Dios, y de cuya boca saldrá la ley del justo.
Sus pies se posarán sobre el cuello de sus enemigos, y caminará sobre las cenizas de aquellos que buscan su destrucción: con vino y aceite será sostenido, y se alimentará de la herencia de Jacob su padre.
Los justos desearán su compañía, y los justos de corazón serán sus acompañantes: ninguna arma forjada contra él prosperará, y aunque los malvados lo hieran por un corto tiempo, será como uno que se levanta con el ardor del vino, rugirá en su fuerza, y el Señor hará huir a sus perseguidores: será bendecido como olivo fructífero, y su recuerdo será tan dulce como el racimo elegido de las primeras uvas maduras. Como gavilla completamente madura, reunida en el granero, así él estará delante del Señor, habiendo producido cien veces más. Así habló mi padre José.
Por lo tanto, hijo mío, sé con certeza que estas cosas se cumplirán, y confirmo sobre ti todas estas bendiciones. Vivirás para hacer la obra que el Señor te encomendará: tendrás las llaves de este ministerio, hasta la presidencia de esta Iglesia, tanto en el tiempo como en la eternidad. Tu corazón se ensanchará y podrás llenar la medida de tus días según la voluntad del Señor.
Hablarás la palabra del Señor y la tierra temblará; las montañas se moverán y los ríos se desviarán de su cauce. Escaparás del filo de la espada y huirás de los ejércitos de los inicuos. A tu palabra caminarán los cojos, los sordos oirán y los ciegos verán.
Serás congregado en Sión y en la buena tierra disfrutarás de tu herencia; tus hijos y los hijos de tus hijos hasta la última generación; porque tu nombre y los nombres de tu posteridad serán registrados en el libro del Señor, incluso en el libro de bendiciones y genealogías, para su gozo y beneficio eterno.
Y ahora, hijo mío, ¿qué más debo decir? Eres como el olivo fructífero y una vid selecta: serás colmado con preciosos frutos. Miles y decenas de miles llegarán al conocimiento de la verdad a través de tu ministerio, y te regocijarás con ellos en el Reino Celestial.
Te levantarás sobre la tierra cuando se tambalee como un borracho y sea quitada de su lugar. Te levantarás cuando los poderosos juicios salgan a la destrucción de los impíos, Te levantarás en el monte de Sión cuando las tribus de Jacob vengan exclamando desde el norte, y con tus hermanos, los hijos de Efraín, los coronarás en el nombre de Jesucristo. Verás venir a tu Redentor en las nubes del cielo, y con los justos recibirás a la multitud santificada con gritos de aleluya, alabado sea el Señor. Amén.”
Bendición patriarcal de Emma Smith
“Emma Smith, esposa de José Smith, hijo, nació en Harmony, Condado de Susquehanna, Pensilvania, el 10 de julio de 1804.
Emma, mi nuera, eres bendecida por el Señor por tu fidelidad y sinceridad: serás bendecida con tu esposo y te regocijarás en la gloria que vendrá sobre él: Tu alma se ha afligido por la maldad de los hombres que buscan la destrucción de tu compañero, y toda tu alma se ha derramado en oración por su liberación: regocíjate, porque el Señor tu Dios ha escuchado tu súplica.
Te has afligido por la dureza de los corazones de la casa de tu padre, y has anhelado su salvación. El Señor tendrá respeto por tus lamentos, y por sus juicios hará que algunos de ellos vean su insensatez y se arrepientan de sus pecados; pero será por aflicción que serán salvos.
Verás muchos días; sí, el Señor te perdonará hasta que estés satisfecha, porque verás a tu Redentor. Tu corazón se regocijará en la gran obra del Señor y nadie te arrebatará tu regocijo.
Siempre recordarás la gran condescendencia de tu Dios al permitirte acompañar a mi hijo cuando el ángel entregó el registro de los nefitas a su cuidado.
Has visto mucho lamento porque el Señor te ha quitado a tres de tus hijos: en esto no se te debe culpar porque Él conoce tus deseos puros de formar una familia, para que el nombre de mi hijo sea bendecido.
Y ahora bien, he aquí, te digo que así dice el Señor: si crees, serás bendecida en esto y darás a luz a otros hijos, para alegría y satisfacción de tu alma y para regocijo de tus amigos.
Serás bendecida con conocimiento y tendrás el poder de instruir a los de tu género. Enseña a tu familia la rectitud y, a tus pequeños, el camino de la vida, y los santos ángeles te cuidarán; y serás salva en el reino de Dios; así sea. Amén.”
Fuente: ldsliving.com