Hoy, 17 de julio, el presidente el presidente M. Russell Ballard, presidente interino del Quórum de los Doce Apóstoles compartió una experiencia conmovedora que tuvo como misionero a los 20 años en Inglaterra.
El momento particular le dejó una impresión de por vida sobre la importancia de encontrar momentos tranquilos, libres de distracciones, para poder escuchar y comprender los mensajes de Dios.
Este es el último lanzamiento de la serie de videos “Cómo lo escucho”.
Lo que escuchamos del cielo, lo sentimos en el corazón
El presidente Ballard compartió:
“Desde los primeros días de mi vida, he procurado escuchar la voz del Señor y comprender Su mano guiando mi vida. Un momento decisivo de mi trayectoria para entender Su voz llegó cuando de joven, servía como misionero en Inglaterra. Esa experiencia ha moldeado el resto de mi vida. Considero ese momento como una de las primeras veces que me sentí muy, muy cerca del cielo.
Recuerdo ir caminando a orillas del río Trent, en Nottingham, Inglaterra. Se me había llamado a ser presidente de distrito de treinta misioneros, y éramos responsables de ministrar a nueve ramas. No contábamos con la cantidad correcta de misioneros en nuestra misión, así que no tenía compañero en ese momento (a veces eso sucedía en aquellos primeros días de la obra misional).
Al ir caminando junto al río, completamente solo, hice una oración en mi corazón. Deseaba sentir la guía del Señor y supliqué que Él estuviera complacido con lo que yo procuraba hacer. Le pregunté: “¿Estoy haciendo lo que Tú quieres?”.
No escuché una voz ni vi ángeles, pero recibí un impacto en mi pecho, dentro de mi corazón, que nunca se ha apartado de mí. Fue en ese momento en que por primera vez supe lo que era sentirse muy, muy cerca del cielo.
Tenía veinte años y como misionero aprendí una lección de esa experiencia: la mayoría de lo que escuchamos que proviene del cielo, lo sentimos fundamentalmente en el corazón y, luego, es de esperar que ese sentimiento se infiltre poco a poco en nuestra mente, donde ayudará a guiarnos a obedecer lo que escuchamos. Mediante esa experiencia, y una infinidad de otras, he aprendido que debemos permanecer tranquilos para escuchar la voz del Señor. El Señor lo dejó bien en claro cuando dijo: “Quedaos tranquilos, y sabed que yo soy Dios” (Salmo 46:10)”.
Para leer el mensaje completo, visita churchofjesuschrist.org