En mi Iglesia el domingo pasado tuvimos una lección del nuevo manual Enseñanzas de los Presidentes de la Iglesia: José Smith.La clase a la que asistí era una reunión de quórum, el cual es un grupo de hombres que poseen el mismo oficio en el sacerdocio.Como el título del manual lo indica, estuvimos estudiando las enseñanzas y sermones de José Smith, quien fue el primer profeta de la Iglesia Mormona.El tema fue Dios el Eterno Padre.Esta lección fue importante porque el punto inicial de toda religión es Dios, Su naturaleza, perfecciones y Sus atributos.
Ya estando en la clase tenía dos pensamientos.El mejor ángel de mi naturaleza estaba mirando hacia delante a la clase.Podría esperar una revisión vigorosa y vívida de las cosas que yo como mormón creo acerca de Dios.
Pero el lado oscuro de mi ser temía que la clase sería una recitación de memoria de cosas que ya sabía y creía, y nada más.
Como yo lo veía, había dos leyes de aprendizaje en juego.Una ley es que aprendemos por repetición.La práctica logra la perfección.La otra ley es una observación del filósofo Católico Romano Tomás de Aquino.Él dijo que la repetición frecuente puede traer “cansancio y confusión” a las mentes de los estudiantes.Es decir, la repetición rutinaria hace que el estudiar el evangelio sea aburrido.Cuando la lección se hace tenemos una mezcla de dos sentimientos: “Hemos oído esto antes” y “¿Es esto todo lo que hay?”
Pero me sorprendí por lo que sucedió.A medida que la lección avanzaba, había un cambio sutil en el quórum.Algunos de los otros élderes compartieron experiencias de sus misiones.Una cosa que aprendieron como misioneros fue que si las personas tenían malas experiencias con sus padres terrenales, entonces eso afectaba de manera adversa su capacidad para creer en un Padre Celestial.
Esta experiencia de la vida real es confirmada por la ciencia.El psicólogo Paul Vitz de la Universidad de Nueva York realizó un estudio de ateos y escépticos religiosos, y hallaron una hebra en común.Muchos de ellos no tenían una figura paterna significativa en sus vidas.Voltaire, Hume, Freud, Camus, Sastre, y Nietzsche habían perdido a suspadres o éstos estaban separados.Por el contrario, Bonhoeffer, Chesterton, y Pascal todos tuvieron padres fuertes y amorosos.(citado en Paul Copan, That’s Just Your Interpretation (Esa es sólo tu interpretación), 114-155.)
Esa es una conexión interesante. Coincidentemente, el sábado anterior, los miembros de <st1:personname productid=”la Iglesia Mormona” w:st=”on”>la Iglesia Mormona asistimos a una conferencia de líderes a nivel mundial que se enfocó en la familia.Todos estamos de acuerdo en que la familia está en peligro, y que los hombres necesitan asumir sus roles como presidentes, proveedores y protectores.Pero algunas veces pensamos en los hombres como si sólo administraran una familia, como si fueran los Directores Ejecutivos de Familia S. A.Sin embargo, parece que hay más sobre la paternidad que eso.Según nuestra experiencia y la ciencia muestran, la manera en que los padres cumplan sus convenios, obligaciones y deberes dentro de la familia afecta la espiritualidad de los hijos.Los padres deben ser líderes espirituales.
Por ejemplo, el hermano de José Smith dijo que su padre, José Smith, Padre, estuvo a cargo y estableció el clima espiritual para la familia:
“Las costumbres religiosas de mi padre eran estrictamente piadosas y morales… Se me llamaba para escuchar las oraciones tanto por la noche como por la mañana… Mis padres, papá y mamá, volcaban su alma a Dios, quien concede todas las bendiciones, para que cuidara a sus hijos y los guardara del pecado y de toda mala acción. Así era de estricta la devoción de mis padres”.
“Desde que tengo memoria, siempre ofrecíamos oraciones familiares. Recuerdo muy bien que papá solía llevar sus anteojos en el bolsillo del chaleco… y cuando nosotros, los hijos, lo veíamos palpar el bolsillo en busca de los anteojos, sabíamos que era la señal para prepararnos para la oración; y si no lo notábamos, mamá nos decía: ‘William’, o cualquiera que fuera el distraído, ‘prepárate para la oración’. Después de orar cantábamos una canción, todavía recuerdo parte de ella: ‘Otro día ha pasado y se ha ido, es hora de quitarnos la ropa de labor”’ (“Capítulo 2: Dios el Eterno Padre” Enseñanzas de los Presidentes de la Iglesia: José Smith, [2007], 39.)
El ejemplo de José Smith padre es impresionante.Tenga en mente que en ese tiempo él no estaba afiliado a iglesia alguna.Cuando su hijo Alvin murió, el ministro que habló en el funeral sugirió que Alvin había ido al infierno porque no era bautizado.Smith se sintió ofendido.Él no se unió a ninguna denominación hasta que su hijo José Smith organizó <st1:personname productid=”la Iglesia Mormona.” w:st=”on”>la Iglesia Mormona.(“Capítulo 35: Redención de los Muertos”, Enseñanzas de los Presidentes de la Iglesia: José Smith, [2007], 427 – 438).
Además el ejemplo de José Smith, Padre, afecta a los mormones hoy en día.Él influenció al profeta José Smith, quien a su vez influenció a los mormones en general.Nos apoyamos sobre los hombros de José Smith como él se apoyó en los hombros de su padre.Nunca subestimen el poder del ejemplo, o la duración del ejemplo para ese asunto.El ejemplo de oración y liderazgo espiritual de José Smith, Padre, aún hace eco dos siglos después.
Es crucial que los hombres sean buenos modelos de su rol.En los medios, los hombres son representados como que son o inadecuados (p. ej. Homero Simpson) o malvados (p. ej. Hannibal Lector).Sin embargo, en la Iglesia Mormona se anima a los hombres a ser mejores, a ser algo más que patanes y sociópatas.
Howard W. Hunter, el décimo cuarto presidente de la Iglesia Mormona aconsejó a los hombres de esta manera:
“Un hombre que posee el sacerdocio conduce a su familia en la participación en la Iglesia para que ellos conozcan el Evangelio y estén bajo la protección de los convenios y ordenanzas.Si ustedes desean gozar de las bendiciones del Señor, deben poner sus propios hogares en orden.Junto con su esposa, ustedes determinen el clima espiritual de su hogar.Su primera obligación es poner su propia vida espiritual en orden mediante el estudio regular de las escrituras y la oración diaria.Asegure y honre su sacerdocio y convenios del templo; anime a su familia a hacer lo mismo”.
“Tomen seriamente su responsabilidad para enseñar el evangelio a su familia mediante tener regularmente la noche de hogar, oración familiar, tiempo devocional y de leer las escrituras, y otros momentos de instrucción.Den especial énfasis a la preparación para el servicio misional y el matrimonio del templo.Como patriarca en el hogar, ejercite su sacerdocio llevando a cabo las ordenanzas apropiadas para su familia y otorgando bendiciones a su esposa e hijos.Después de su propia salvación, hermanos, no hay nada tan importante para ustedes como la salvación de su esposa e hijos”.(Howard W. Hunter, “Ser un Esposo y Padre Recto”, Ensign-revista en inglés, Nov. 1994, 49).
Por eso amo el mormonismo: tiene un lugar para que los hombres sean el tipo de hombres que deben ser.Se cultiva y se administra la verdadera virilidad, y el mundo es un mejor lugar por ello.
Por Kendal Hunter el 13 de febrero de 2008