Cuando era niño, el 12 de octubre era conocido como el día en que Colón descubrió América, un día para celebrar el “descubrimiento” europeo del continente americano por el explorador y navegante italiano Cristóbal Colón.
Nací y crecí en Columbus, Georgia (una de las once ciudades así nombradas en EE. UU. y la ciudad más grande de Ohio), por lo que nuestro orgullo como comunidad solo se sumó a la importancia del día.
En 1968, el Día de la Raza, una de las denominaciones que se le da al 12 de octubre, se convirtió en un feriado federal en los Estados Unidos y ahora se designa como el segundo lunes de octubre, aunque no es celebrado en todos los estados del país.
En los últimos años, gran parte de nuestra sociedad ha denigrado a Cristóbal Colón. En 1992, manifestantes en Berkley, California pidieron que el nombre sea cambiado a “Día de los Pueblos Indígenas”. Ese sentimiento ha ganado cierta popularidad en muchos ciudades y estados.
En la actualidad, es fácil para muchos de nosotros ejercer nuestro propio juicio sobre las personas del pasado en base a nuestro conjunto de valores en el presente, sin embargo un enfoque más tolerante y razonable tomaría en cuenta el conocimiento, los valores y las costumbres del propio tiempo y contexto histórico de estos personajes.
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Pero, ¿qué pasa con Colón? ¿Qué sabemos de él?
Afortunadamente, dejó extensos escritos donde se registran sus propios pensamientos y motivaciones. Al parecer, creía sinceramente que su viaje al continente americano era inspirado por Dios. Él escribió:
“¿Quién duda de que esta iluminación proviene del Espíritu Santo? Testifico de que [el Espíritu], con rayos de maravillosa luz, me ha consolado por medio de las Sagradas Escrituras… animándome a seguir adelante y, continuamente y sin cesar, me alientan con un sentido de gran urgencia. Nuestro Señor deseaba realizar el milagro más evidente”. –Cristóbal Colón, Carta del Almirante a los Reyes, “Libro de las profecías”.
Esto no suena en absoluto como el Cristóbal Colón que los académicos modernos de izquierda nos quieren hacer creer que fue. Por supuesto, estos intentos de desacreditar y destruir personajes destacados del pasado no son nuevos.
Afortunadamente, como Santos de los Últimos Días tenemos “otro testimonio” no solo de Cristo, sino en este caso del significado y la motivación que tenía Cristóbal Colón y del lugar que se ha ganado en la historia.
Seiscientos años antes de Cristo, Nefi escribió:
“Y miré, y vi entre los gentiles a un hombre que estaba separado de la posteridad de mis hermanos por las muchas aguas; y vi que el Espíritu de Dios descendió y obró sobre él; y el hombre partió sobre las muchas aguas, sí, hasta donde estaban los descendientes de mis hermanos que se encontraban en la tierra prometida”. -1 Nefi 13:12
Los profetas modernos han confirmado la divinidad de la misión de Colón, y que sus descubrimientos fueron vitales para preparar el camino para la Restauración del Evangelio y el recogimiento final de Israel:
“El Todopoderoso… inspiró a Colón a embarcarse en las profundidades del mar para descubrir el continente americano”– Brigham Young, “Journal of Discourses” 7:13.
“Este mismo ángel, [Moroni], estuvo con Colón y lo inspiró por medio de sueños y visiones, concerniente a este Nuevo Mundo… El ángel de Dios lo ayudó, estuvo con él en las aguas tormentosas, calmó los elementos atribulados y guió su frágil embarcación al puerto deseado”. – Orson Hyde, “Journal of Discourses” 6: 368.
“[Dios] inspiró a un niño, Cristóbal Colón, a pararse en los muelles de Génova, Italia, anhelando el mar. Él estaba lleno del deseo de navegar por los mares, y cumplió con una gran profecía hecha hace mucho, mucho tiempo, de que esta tierra, elegida por encima de todas las demás, debía ser descubierta.
Y así, cuando creció, se le concedió la oportunidad de enfrentarse a los mares desconocidos, de encontrar esta tierra… y abrir el camino, por así decirlo”. -Presidente Spencer W. Kimball, “The Teachings of Spencer W. Kimball”.
“Estos acontecimientos fueron los pasos preliminares que llevaron a que el evangelio fuera restaurado y llevado a toda la casa de Israel…
Pocas personas piensan en el descubrimiento de América, la Guerra Revolucionaria y el establecimiento de una forma constitucional de gobierno [en Estados Unidos] como pasos hacia el cumplimiento del antiguo convenio del Señor con Abraham; pero es un hecho que sí lo fueron”. –Apóstol Mark E. Peterson, “The Great Prologue”.
En una publicación de FARMS de 1992, Grant Hardy señaló que la historiadora Pauline Watts había descubierto, en las propias palabras de Colón, cuánto se asemejaba él a la profecía de Nefi.
En un libro que Colón comenzó a escribir, pero que nunca terminó, ella encontró que él estaba ansioso por “la conversión final de todas las razas en la víspera del fin del mundo”, y que prestó especial atención al versículo en Juan 10:16: “También tengo otras ovejas que no son de este redil” (véase también en 3 Nefi 16: 3).
Watts dijo que Cristóbal Colón se tomó en serio su misión de difundir el Evangelio de Cristo cuando escribió en el año 1500:
“Dios me hizo el mensajero del cielo nuevo y la tierra nueva… me mostró el lugar donde puedo encontrarlo”. – Pauline Watts, “Prophecy and discovery: On the spiritual origins of Christopher Columbus’s enterprise of the Indies”
De hecho, el valor, la perspicacia y la sensibilidad espiritual de Colón fueron esenciales para la fundación de América, la restauración del Evangelio y el recogimiento de Israel.
En 1903, el presidente Joseph F. Smith dijo:
“El Todopoderoso levantó esta gran nación americana por el poder de Su mano omnipotente, a fin de que fuera posible establecer el reino de Dios sobre la tierra en los últimos días.
Si el Señor no hubiese preparado el camino estableciendo los fundamentos de esta nación gloriosa, habría sido imposible (bajo las leyes estrictas y el fanatismo de los gobiernos monárquicos del mundo) haber puesto los cimientos para la venida de Su gran reino. El Señor ha hecho esto”. -“Doctrina del Evangelio”
Así que, al igual que otras fechas especiales, el 12 de octubre es una fecha importante en el calendario del Señor.
Fuente: Meridian Magazine