Las actividades de Ilumina el Mundo propuestas por La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días convierten nuestros días en más significativos. Debido a que imitamos las acciones de Jesús cuando estuvo entre los hombres, experimentamos sentimientos nuevos en nuestro corazón.
Ilumina el Mundo ministrando a los niños
Cuando Jesús estuvo en la tierra demostró un amor genuino por todos los niños. En Mateo 19 encontramos el acontecimiento cuando unos niños fueron presentados a Jesús para que él ponga sus manos sobre ellos y orase; pero los discípulos los reprendieron, entonces el Señor dijo: “…venir a mí y no les impidáis hacerlo, porque de los tales es el reino de los cielos” (Mateo 19:14).
Nosotros podemos ayudar a los niños a acercarse al Salvador y dejar que Él los bendiga. A continuación, tres formas de hacerlo:
Ora con ellos
Los niños desarrollarán su fe y conocimiento de Dios por medio de la oración ya que ellos empezarán a comunicarse con su Padre Celestial en el nombre de Jesucristo. Desde el corazón puro y tierno de los niños nacen los más nobles sentimientos. Establezcan como familia momentos idóneos para hacer oraciones familiares.
La Oración familia es una de las grandes lecciones que podemos darles a los niños, un gran ejemplo de ellos fue el de la hermana Majorie, esposa del presidente Gordon B. Hinckley, ella observó: “Pienso que la oración familiar tuvo mucho que ver con la manera en que nuestros hijos nos respondían. Aun cuando Gordon no los sermoneaba, escuchaban todo lo que queríamos que oyeran en la oración familiar”.
Ayúdales a saber que el Salvador les ama
Jesús demostró su amor por los niños y ese amor no ha cesado, tal como lo dijo el presidente Thomas S. Monson: “Es significativo que Jesús amara a esos pequeñitos que hacía tan poco tiempo habían dejado la vida premortal para venir a la tierra. Es que los niños, tanto entonces como ahora, son una bendición, despiertan nuestro amor y nos impulsan a las buenas obras”.
Podemos obsequiarle a los niños un cuadro de Jesucristo y colgarlo en su habitación para recordar que ellos son especiales para el Salvador y él no escatima el entendimiento de los niños, así lo registra Lucas 10:21 que dice: “Yo te alabo, oh Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque escondiste estas cosas de los sabios y entendidos, y las has revelado a los niños”.
Pasa tiempo significativo con ellos
No importa a qué lugar y qué comida puedas compartir con los niños, el tiempo y las acciones que dediques con ellos será lo más esencial, en cuanto a esto el R. Lybbert dijo: “El que los padres aprovechen la oportunidad de enseñar a los hijos no depende de la clase social ni del dinero que tengan; la verdad es que las enseñanzas más eficaces pueden darse en los hogares más humildes”.
Al tratar con los niños a diario descubriremos que son muy perceptivos y que pueden darnos verdades muy profundas. Al realizar las actividades de hoy con los niños citen las palabras de Charles M. Dickenson:
Son ídolos del corazón y del hogar,
son ángeles de Dios disfrazados;
sus cabellos despiden rayos de sol,
la gloria de Dios brilla en sus ojos.
Estos pequeñitos que han bajado del cielo
me han hecho más hombre y más dulce;
y se ahora por que Jesús comparó
el Reino del Cielo con un niño.