Es el tercer día de actividades de Ilumina el Mundo que ha propuesto La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días. Estamos experimentando hermoso sentimientos y nuestros preparativos para Navidad se vuelven cada más emocionantes y significativos.
Ilumina el Mundo ayudando a ver
Cuando Jesucristo estuvo en la Tierra sanó a los ciegos y ellos pudieron ver. Tal vez no podamos lograr que los ciegos vuelvan a ver, pero podemos ayudar a las personas y a nosotros mismo a ver los que realmente importa tal como lo dice la espectacular obra literaria Le Petit Prince: “Solo con el corazón se puede ver, lo esencial es invisible para los ojos”.
A continuación 3 formas de cómo ayudar las personas a ver con el corazón
Mira con perspectiva
En mi trabajo como fotógrafa aprendí que si tengo una perspectiva correcta podré lograr mejores resultados ya que observo más allá de lo que pueda ver primero. Así que mientras sostengo mi cámara y me concentro para presionar el obturador reviso que la perspectiva de la imagen sea la ideal. De esta misma forma debemos ver la vida. ¿A dónde quiero llegar? ¿Lo que hago tiene consecuencias positivas? El Presidente Gordon B. Hinckley dijo: “Si lo que haces no tiene consecuencias eternas, ¿por qué lo haces?”.
Recuerda que eres un hijo o hija especial de Dios, él te ama y te conoce, así que has heredado un potencial divino. Te haría bien aligerar las cargas y ver las cosas que realmente importan. El presidente Dieter F. Uchtdorf expresó: Si la vida y su ritmo apresurado y las muchas tensiones han hecho que les sea difícil sentir gozo, entonces, quizás ahora sea un buen momento para volver a centrarse en lo que más importa.
Mira a los hombres como realmente son
Deja que tus ojos vean con el corazón y mira a las personas como realmente son y cómo lo que pueden llegar a ser. Las personas necesitan ser apreciadas, que se les diga cuán importante son y no por realizar un cumplido, es porque realmente así lo es.
Recordemos que las personas pueden arrepentirse de sus pecados y pueden ser cada día mejor. El presidente Thomas S. Monson lo confirma cuando dijo: “Debemos cultivar la capacidad de ver a los hombres no como lo que son ahora, sino como lo que pueden llegar a ser.
Conviérte en guía
Para esta recomendación, nada mejor que la maravillosa historia del presidente Monson: “Hace muchos años, hallándome en una conferencia de estaca, noté que uno de los consejeros de la presidencia de estaca era ciego. Procedía maravillosamente, cumpliendo sus deberes como si pudiera ver. Era una noche tormentosa cuando nos reunimos en la oficina de la estaca, situada en el segundo piso del edificio. De pronto oímos un fuerte trueno y casi enseguida se apagaron las luces del edificio. Instintivamente, me acerqué al hermano ciego y le dije: “Tómeme del brazo, así le ayudaré a bajar las escaleras”.
Estoy seguro de que él tenía una sonrisa en el rostro al responderme: “No, hermano Monson, deme su brazo para ayudarlo yo a usted. Ahora se encuentra en mi territorio”. La tormenta se aplacó y volvió la luz, pero nunca olvidaré aquella caminata escaleras abajo, guiado por un hombre ciego pero lleno de luz.”
¿Existen impedimentos para ser una guía y una luz para los demás? Estoy segura que la respuesta es no.
De hecho, hay más formas de cómo ayudar a ver a las personas, así que la invitación es la misma: compártenlas, aplíquenlas y cuéntenos cómo les fue.
