Estudiando las señales de estos tiempos e intentando darle sentido a los eventos por venir es una tarea fascinante. Cuando comencé a escribir Living in the Eleventh Hour y Living in the Millennium, pensé que tenía idea de la imagen profética. Pero en retrospectiva a los meses de estudio y de escribir, debo de admitir que aprendí muchísimo; había una serie de cosas que eran nuevas para mí o asuntos que me obligaron a pensar y revalorar seriamente. Tal vez usted también pueda tener preguntas sobre estos asuntos.
1.Dónde Comenzará la Limpieza y la Tribulación
Normalmente cuando pensamos en la Segunda Venida y en la tierra comenzando a limpiarse de la iniquidad, automáticamente imaginamos a la gente perversa siendo removidos del planeta y enviada al mundo de los espíritus. Por mi parte me imagino algunas de las ciudades inicuas en el planeta tomadas por fuego o hundidas en el océano, al igual a las escenas que se describen justo antes de la aparición del Señor resucitado a los Nefitas (3 Nefi 8). Y podemos estar seguros de que los impíos no podían soportar la gloria del Señor en el día de su venida.
Pero supongo que no he puesto suficiente atención en lo que el Salvador ha decretado respecto a Su propia casa y Su propia gente: y habrá “un día de desolación, de llanto, de lloro, y de lamentación… Y empezará sobre mi casa, y de mi casa se extenderá, dice el Señor. Primero entre aquellos de vosotros que habéis profesado conocer mi nombre, dice el Señor, y no me habéis conocido, y habéis blasfemado en contra de mi en medio de mi casa, dice el Señor” (DyC 112:24-26; vea también 1 Pedro 4:17). Al parecer él está hablando a los miembros de la iglesia, pero a los miembros que no hayan pagado el requisito de venir a conocerle y reverenciar Su nombre y Su trabajo. Tal como aprendemos en el Libro de Mormón, “Dios ha dicho que lo interior del vaso se ha de limpiar primero, y entonces lo exterior se limpiará también” (Alma 60:23; compárese con Mateo 23:25-26).
2.Es posible que los Seguidores Humildes Sean Vencidos
Cuando describe algunos de los males que existirán en los últimos días antes de la Segunda Venida, Nefi habló de las doctrinas vanas y necias, el orgullo, combinaciones secretas, falsos profetas, y falsas iglesias que persiguen a los pobres. Entonces agrega “llevan erguida la cerviz, y enhiesta la cabeza; sí, y por motivo de la iniquidad, de abominaciones, y fornicaciones, todos se han extraviado, salvo unos pocos que son los humildes discípulos de Cristo”.
Pero desafortunadamente Nefi no se detuvo ahí. Pasa a señalar que “de tal manera” estos humildes discípulos de Cristo “a menudo yerran porque son enseñados por los preceptos de los hombres” (2 Nefi 28:14; énfasis agregado). Incluso algunas personas del convenio; incluso aquellos que han salido del reino del mundo por medio del bautismo; incluso aquellos que son activos y fieles y diligentes, incluso algunos de ellos caerán presos en los preceptos del hombre. Es decir, se rinden ante las persuasiones de los sabios, de lo políticamente correcto, en vez de confiar en las palabras de los profetas vivientes, y aplazar el aprendizaje superior que viene por medio de la fe así como por el estudio (DyC 88:188; ver también 2 Nefi 28:31).
3. Llevar el Evangelio a Todas las Naciones no es suficiente. Se Espera Más.
La mayoría de todos nosotros, incluso aquellos Cristianos que no son de nuestra fe, han sido criados con el entendimiento de que una de las señales más significativas de todos los tiempos es que “será predicado este evangelio del reino en todo el mundo, para testimonio a todas las naciones; y entonces vendrá el fin” (Mateo 24:14). En otras palabras, hemos supuesto que una vez que tengamos misioneros en cada parte conocida del mundo, ¡debemos entonces comenzaremos a observar los cielos y poner particular atención al color de la luna!
Pero las escrituras nos enseñan que más tiene que llevarse a cabo que enviar misioneros a cada país, o hacer posible que se aprenda el evangelio por televisión o vía satélite, o por internet, o incluso tener miembros que compartan el mensaje de la restauración con sus vecinos. En palabras del Élder Bruce R. McConkie:
Las revelaciones expresamente, específicamente, y puntualmente dicen que cuando el Señor venga por segunda vez para marcar la era del milenio, Él va a encontrar, en cada nación, linaje y lengua, y en cada pueblo, aquellos que son reyes y reinas que vivirán y reinarán mil años en la tierra.
Esta es una declaración significativa que pone en perspectiva la predicación del evangelio al mundo… Lo que se trata es que los élderes de Israel, que poseen el sacerdocio, en persona tienen que pisar el suelo, comer en los hogares de las personas, figurativamente poner sus brazos alrededor del corazón honesto, y darle de comer el evangelio, y bautizarlos y conferirles el Espíritu Santo. Entonces estas personas tienen que progresar y avanzar, y crecer en las cosas del Espíritu, hasta que puedan ir a la casa del Señor, hasta que puedan entrar en el templo de Dios y recibir las bendiciones del sacerdocio, de los cuales viene la recompensa de ser dioses y sacerdotes. La manera en que nos convertimos en dioses y sacerdotes [diosas y sacerdotisas] es mediante las ordenanzas de la casa del Señor. (En Spencer J. Palmer, The Expanding Church [Salt Lake City: Deseret Book, 1978], 141-42).
4.Habrá Muchas Nuevas Jerusalén
Muy temprano en esta dispensación, sólo quince meses después de la organización formal de la iglesia restaurada, se les indicó a los santos que Independence, Missouri, era el “lugar central”, la última estaca central de Sión (DyC 57:1-3). Ahora todos nosotros sabemos la historia de cómo durante la persecución los Santos fueron expulsados de Missouri y que se aplazaron las esperanzas de establecerse en el lugar central fue pospuesto indefinidamente.
Unos dos años y medio después, y justo en el clímax de la agonía de ser expulsados del condado de Jackson, el Señor lleno de gracia explicó que “Sión no debía ser movido de su lugar, no obstante sus hijos están dispersos”. En otras palabras, aunque el sitio principal de encuentro ya no era accesible, Dios, quien sabe todas las cosas desde el principio hasta el fin, había previsto la persecución y hizo provisión para reunirse en otros lugares, llamandolas, las estacas de Sión (véase DyC 101: 17, 20-21).
Entonces, ¿no todos los Santos de los Últimos Días se reunirán en Independence, Missouri para recibir su herencia? No, eso iría en contra de la noción de establecer Sión en la tierra. Así que mientras “Sión (la Nueva Jerusalén) será edificada sobre el continente americano” (Artículos de Fe 1:10). “Por lo que también habrá Siones en todos los países y Nuevas Jerusaléns en las montañas del Señor en toda la tierra. Pero Sión en el continente americano será la ciudad capital, la fuente de donde la ley saldrá para gobernar toda la tierra. Será la ciudad del Gran Rey. Su trono estará ahí, y desde allí él reinará gloriosamente sobre toda la tierra”. (McConkie, The Millennial Messiah: The Second Coming of the Son of Man [Salt Lake City: Deseret Book, 1982], 301-302; énfasis agregada).
5.El Salvador no Vendrá a nosotros Como un Ladrón en la Noche
El apóstol Pablo explicó a los líderes del meridiano de los Santos: “Pero acerca de los tiempos y de las estaciones, no tenéis necesidad, hermanos, de que yo os escriba. Porque vosotros sabéis perfectamente que el día del Señor vendrá así como ladrón en la noche” (1 Tesalonicenses 5:1-2; compare 2 Pedro 3:10; Apocalipsis 3:3). Es decir, vendrá repentinamente, inesperadamente, cuando la generalidad de la humanidad no está preparada, no está lista, no ve. Para este tipo de personas, el Advenimiento del Señor será un evento inoportuno. Para muchos será terrible.
¿Esto es verdad para los miembros de la Iglesia de Jesucristo? ¿El pueblo del convenio del mismo modo participarán “comiendo y bebiendo, casándose y dándose en casamiento” (Mateo 24: 38), lo cual significa, harán tareas mundanas, andarán distraídos y preocupados, sin prestar atención y no se darán cuenta de las señales procedentes del regreso del Maestro? No, esto no es necesariamente el caso de los Santos de los Más Alto. Mediante el Profeta José Smith, el Maestro aclaró: “Además, de cierto os digo que la venida del Señor se aproxima, y sorprenderá al mundo como ladrón en la noche, por lo tanto, ceñid vuestros lomos para que seáis hijos de luz, y no os sorprenda ese día como ladrón” (DyC 106:4-5; énfasis agregada). Recuerden las palabras de Juan: Y si no velas, vendré sobre ti como ladrón” (Apocalipsis 3:3; énfasis agregada).
Seamos Prudentes
Buscar entender las escrituras, deleitarse con su sencillez y comprender y aceptar su profundidad es una tarea apasionante. Para estar seguros, sin duda habrán muchas cosas pertenecientes a la venida del Señor que no se entenderán hasta que el haga Su gloriosa aparición (compare 2 Nefi 25:8). Se nos ha prometido, sin embargo, que “el que atesore mi palabra no será engañado” (José Smith – Mateo 1:37). Estos son los que son guiados, inspirado y facultado por el lenguaje y la lógica y el aprendizaje se las Santas escrituras. Mi esperanza y oración por todos nosotros es que podamos ser tan prudentes como las vírgenes, quienes tomaron al Espíritu Santo como guía y estaban preparadas para recibir al novio (DyC 45:57).
Este artículo fue originalmente escrito por [Robert L. Millet] y publicado en ldsLiving.com, titulado “5 Things You Should Know About the Second Coming” [Español] ©2016 LDS Living, A Division of Deseret Book Company l English ©2016 LDS Living, A Division of Deseret Book Company