“En el 2010, el abogado mormón invidente y antiguo miembro de la Casa Blanca, Ollie Cantos, nunca pensó que sería el padre de trillizos, hasta que conoció a Steven, Nick y Leo. Su visita inicial se convirtió en el comienzo de una familia.”
En una reunión de ayuno y testimonio, un padre se conduce al púlpito con un bastón en la mano. Sus tres hijos lo siguen. Cada uno de ellos se para y expresa un sincero testimonio sobre la divinidad del Salvador y la promesa de las familias eternas.
Hace sólo ocho años, estos cuatro hombres no eran miembros de la misma familia.
También te puede interesar: “Converso mormón comparte su historia y testimonio de la Iglesia“
En el 2010, el abogado invidente y antiguo miembro de la Casa Blanca, Ollie Cantos, nunca pensó que sería el padre de trillizos, hasta que conoció a Steven, Nick y Leo. Aquella visita inicial se convirtió en el comienzo de una familia.
Antes de que los chicos conocieran a Ollie, ellos eran intimidados, eran víctimas de burla y no tenían amigos. Debido a su ceguera, su madre biológica los mantenía en su hogar la mayor parte del tiempo, lo que limitaba significativamente su interacción con los demás hasta el punto de que casi nunca salían, excepto para ir a la escuela. Nacidos en Colombia, pero criados en los Estados Unidos desde el 2002 por su madre biológica y su abuela, la vida en casa de los trillizos era un reto en muchos aspectos.
Sin embargo, las cosas comenzaron a cambiar después de conocer a Ollie, quien también nació ciego. Ollie les presentó a un mundo completamente nuevo de posibilidades a los niños. Les transmitió la filosofía de sus padres de que podían lograr cualquier cosa que se propusieran, mostrándoles a los niños cómo hacer añicos los límites, tal como pudo hacerlo él con la guía amorosa de su familia.
A medida que los niños adquirieron nuevas habilidades, aprendieron sobre su potencial y se acercaron más a Ollie, sus desafíos originales dieron paso a momentos que todos valorarán. De hecho, los chicos recientemente hicieron historia como exploradores al convertirse en los primeros trillizos ciegos en alcanzar el rango de Eagle Scout.
En el 2016, Ollie se convirtió en el orgulloso guardián legal de Steven, Nick y Leo, y la familia de cuatro ahora espera con ansias poder sellarse en el Templo de Washington D.C. una vez que vuelva a abrir en dos años. Su historia de perseverancia y amor ha inspirado a millones en todo el mundo.
“Este es mi padre”
Aunque en la actualidad Ollie trabaja en el Departamento de Educación de los Estados Unidos, antes era abogado en el Departamento de Justicia de los Estados Unidos, en Washington D.C. cuando conoció a los trillizos. Había sido mentor de niños y adultos con y sin discapacidades durante muchos años.
En el 2010, un hombre de su barrio, que trabajaba para una agencia de servicios sociales, le presentó a Ollie a los hermanos trillizos de 10 años, que nunca habían conocido a otra persona invidente como ellos. Desde la primera reunión, Ollie sintió algo diferente sobre estos chicos.
“Es realmente difícil de describir. Sentí que debía protegerlos”, compartió Ollie. Antes de conocer a los niños, Ollie recibió algunos consejos para prepararse. “Dijeron que Leo era un chico amistoso y que sonreía todo el tiempo. Steven era muy serio, del tipo analítico. Nick fue el más duro, que en realidad albergaba la mayor amargura por todo”, recuerda Ollie.
Cuando conoció a los trillizos al día siguiente, Ollie rompió el hielo al mostrarle a los niños cómo usar una computadora para ver películas que estaban acompañadas de descripciones verbales de elementos visuales y los introdujo a una experiencia infantil que muchos dan por sentado. “Fue bastante aterrador al principio, pero confié un poco más en él después de eso.”, expresó Steven.
Ollie comenzó a visitarlos regularmente y les enseñó cómo hacer sus tareas, usar sus bastones con más confianza, usar la lavadora, etc. “Las experiencias compartidas que tuvimos y las experiencias relacionadas con la ceguera que teníamos en común realmente me permitieron sentirme cerca de ellos desde el principio.” compartió Ollie.
Un día, cuando Ollie llevó a Leo a comprar una gaseosa en la tienda, la mujer detrás del mostrador le preguntó si Leo era su hijo. Antes de que Ollie tuviera la oportunidad de explicar, Leo puso su brazo alrededor del hombro de Ollie y dijo: “Sí, ese es mi padre.”
“Justo cuando él dijo eso, sentí que era como algo que siempre había sabido”, comentó Ollie. Después de que salieron de la tienda, Ollie se inclinó hasta el nivel de Leo, puso ambas manos en los hombros de Leo. “Leo, ¿sabes lo que eso significa?” Preguntó Ollie. Entonces Leo dijo algo que Ollie nunca olvidará. “Nos llevas a lugares, nos proteges, y haces las tareas con nosotros”, dijo, agregando con un encogimiento de hombros, “suena como un padre para mí.”
Ollie dijo que cada vez que estaban juntos, la idea de adoptarlos se sentía muy bien. “Sabemos por testimonio que fuimos preordenados para ser una familia. No hay nada que cambie nuestras mentes al respecto. Nada. Si no hubiera entrado en la Iglesia, nunca hubiera estado en sus vidas, y no hubieran estado en la mía. Simplemente no puedo imaginar mi vida sin ellos. Es imposible” expresó Ollie.
Cuando Ollie presentó formalmente a los niños en la Iglesia en el 2012, la madre y abuela de los trillizos estuvieron en desacuerdo. “Todo lo que realmente necesitábamos para ir a [la Iglesia SUD] era que Ollie dijera que los niños eran muy amables y que no nos molestarían”, dijo Leo. Sin embargo, ls madre insistió en que, si los niños iban a la Iglesia con Ollie, primero tenían que ir a la iglesia del Ejército de Salvación, iglesia a la cual ellos estaban asistiendo. Todos los domingos, Ollie iba con los muchachos a la Iglesia del Ejército de Salvación para protegerlos y luego los llevaba a los servicios de la Iglesia SUD.
Cuando comenzaron a asistir regularmente a la Iglesia de Jesucristo, los niños comenzaron a darse cuenta de que realmente pertenecían a ese lugar. Una noche, en una fiesta de Halloween del barrio, los muchachos fueron a la capilla, queriendo saber cómo era un órgano. Mientras estaban en la capilla, notaron una sensación distinta. Steven recuerda haber pensado: “Definitivamente hay algo aquí y ese [sentimiento] decía: ‘Esta Iglesia es buena, esta Iglesia es buena.’”
Más tarde Ollie señaló que lo que los niños habían experimentado era el Espíritu. Ese mismo día, los trillizos decidieron que querían unirse a la Iglesia SUD, y se bautizaron el 8 de diciembre de 2012, el mismo día, 16 años después del bautizó Ollie.
Los muchachos vieron la Iglesia como un refugio. En la Iglesia, se sentían amados y apreciados; también aprendieron cómo pueden servir a los demás, lo que nunca pensaron que antes sería posible. Los cambios en sus estándares fueron visibles para quienes los rodeaban; dejaron de maldecir, servían constantemente e incluso recaudaron dinero para la iglesia del Ejército de Salvación. Su abuela y su madre finalmente les permitieron asistir únicamente a la Iglesia SUD.
“Personalmente, realmente me cambió. Solía tener una actitud amarga y dura. Estando en la Iglesia con mi padre, realmente siento que puedo estar más tranquilo.”, dice Nick.
“Los miembros de la Iglesia no consideraron nuestra ceguera cuando nos preguntaron si podíamos convertirnos en Eagle Scouts o no. Simplemente nos dejaron pasar por esta experiencia y todo lo que todos los demás pasaron, y nos apoyaron durante todo el proceso”, explicó Steven.
A fines de julio de 2017, los muchachos se convirtieron oficialmente en los primeros trillizos invidentes en ganar el Premio Eagle Scout en la historia de los Boy Scouts de América. Ellos dijeron que el proceso de convertirse en Eagle Scouts fue extremadamente difícil pero que valió la pena. “El proceso de admisión a la universidad no fue tan difícil como el proceso Eagle Scout”, bromeó Nick.
“La ceguera no es un desafío, es sólo una característica.”
“Para ellos llegar tan lejos y haber hecho tantas cosas, es sólo un vistazo de lo que van a hacer a lo largo de sus vidas como adultos. Es sólo el comienzo”, dijo Ollie.
Para Ollie, Leo, Nick y Steven, su ceguera no es un desafío sino simplemente una característica. Creen que, a través del trabajo arduo, pueden lograr cualquier cosa que se propongan. “Siento que para mí, el Señor me ha dado muchas bendiciones a través de esta discapacidad”, comentó Steven.
“Simplemente entregué mi vida al Señor y trato de ser la mejor persona que pueda ser. Esa es mi forma de vida”, compartió Nick.
“A veces las personas piensan que nuestra petición principal en la oración es de ser sanados. Eso sinceramente no está en nuestras mentes. Simplemente nos sentimos bien de la forma en que el Señor nos hizo, y por eso, estamos agradecidos por lo que somos. Es la experiencia de la ceguera que nos une de manera positiva, y es por eso que ahora somos una familia. Estamos aquí para mejorar un poco todos los días. No creemos que estar ciegos sea tan importante. El verdadero problema que surge con la ceguera es lo que las personas piensan sobre esta. Dios nos ama tal como somos, y él no comete errores.”, compartió Ollie.
Todos los días, la Familia Cantos se siente agradecida por ser Santos de los Últimos Días, y mientras continúan sirviendo a otros, tanto a través de sus llamamientos dentro de la Iglesia como a través de su servicio a otros de maneras adicionales y eso fortalece sus testimonios y los motiva a servir más.
“Hacemos más porque amamos mucho al Señor, y sabemos que la felicidad está en el camino, en este momento, mientras seguimos contando nuestras bendiciones y sintiendo la gratitud que viene de saber que tenemos el Evangelio en nuestras vidas”, dijo Ollie. “Tenemos un amor tan profundo por los demás y por la oportunidad de dar y crecer. Estamos agradecidos de vivir nuestras vidas bajo la guía de las escrituras y de ser dirigidos por el Presidente Nelson.”
“Sabemos que las familias pueden estar juntas para siempre”, expresó Ollie finalmente. “Nuestro tiempo aquí en la tierra es sólo el comienzo del resto de nuestra existencia por toda la eternidad. La gente nos ha preguntado qué nos mantiene tan cerca. Es nuestro amor por nuestro Salvador que lo hace.”
Este artículo fue escrito originalmente por Yvonne Liu, y fue publicado por ldsliving.com bajo el título: “How a Blind LDS Attorney Who Adopted Blind Triplets Found the Gospel, Eternal Family”
