Fíate de Jehová de todo tu corazón y no te apoyes en tu propia prudencia (Proverbios 3:5)
Las escrituras están llenas de consejos de como depositar nuestra confiaza en Dios, y no en el hombre ni en nuestro propio intelecto. Aún se aconseja lo mismo en nuestros días, por ejemplo, un Apóstol moderno, el Élder Richard G. Scott del Quórum de los Doce Apóstoles de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días (comúnmente conocida como la Iglesia Mormona) ha dicho: “Confía en Dios…no importa cuán difícil sea la circunstancia…tu tranquilidad, tu convicción en las respuestas sobre problemas desconcertantes y tu gozo final depende de tu confianza en el Padre Celestial y en Su Hijo”. (Richard G Scott, “El poder sustentador de la fe en tiempos de incertidumbre y de pruebas“, Liahona Mayo 2003, pág 76, 78)
¿Cómo podemos entonces desarrollar ese tipo de fe? Esa fe que nos ayude a confiar en el Señor, en vez de dejarnos llevar por lo que vemos y entendemos con nuestra propia lógica. El Élder W. Craig Zwick del Quórum de los Setenta sugiere cuatro claves para lograrlo. A continuaciónlas claves junto con mis propias explicaciones:
1)Aprender… Aprendamos del Señor, Su voluntad y mandamientos para nosotros. Podemos lograrlo por medio del estudio de las Escrituras y asistiendo a la Iglesia con un deseo sincero de conocer.
2)Escuchar …escuchemos lo que el Señor trata de decirnos através de sus siervos y del Espíritu Santo.
3)Procurar tener el Espíritu Santo…frecuentemos sólo lugares en los que el Espíritu pueda morar. Permancezcamos lejos de situaciones y lugares que pudiesen ofender a Dios y alejar al Espíritu Santo.
4)Orar siempre…cuando nos dirijamos a Nuestro Padre Celestial en oración -constantemente, no sólo en ocasiones- estamos invitando a Su Espíritu y a la vez abriendo nuestros corazones para recibir instrucciones de lo que Él desea que sepamos o hagamos. (Élder W. Craig Zwick, “El Señor tu Dios de sostendrá de la mano“, Liahona Nov. 2003, pág 34)
Estas claves pueden ayudarnos a crear la base que nos guiará a tener fe en el Señor. El Élder Scott propone otros principios que pueden reforzar lo anterior en el aumento de nuestra fe.
Obedecer sus mandamientos y vivir de modo que demostremos que Él puede confiar en nosotros.
Ser perceptibles a los tenues susurros del Espíritu.
Actuar con valentía ante esa inspiración.
Ser pacientes y comprensivos cuando Dios nos deja que nos esforcemos para que progresemos y las respuestas vienen poco a poco por un largo lapso de tiempo. (Richard G Scott, “El poder sustentador de la fe en tiempos de incertidumbre y de pruebas“, Liahona Mayo 2003, pág 76, 78)
El desarrollo de la fe no es fácil. No siempre veremos los resultados inmediantamente. Algunas veces no las veremos del todo. No obstante, el incremento de nuestra fe y el actuar sobre ello son elementos necesarios para nuestro crecimiento espiritual.
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Por Katie Parker el 15 de enero de 2008