Cuando escuchaba citas como la siguiente me sentía culpable:
“El Señor también dijo, ‘No todo el que me dice: Señor, Señor, entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos.’ (Mateo 7:21) Y estaba pensando que hay tantos barrios y ramas en la Iglesia como hay gente en este salón, uno a uno. Y el gran logro que pudiéramos presenciar si cada obispo y cada presidente de rama en todo el mundo, donde fuera posible…tuviera un almacén como se ha sugerido aquí, esta mañana…y llevaran el mismo mensaje a sus trescientos, cuatrocientos o quinientos miembros el mismo mensaje, citando las escrituras e insistiendo que las personas en sus barrios y ramas hagan las cosas que el Señor ha requerido de ellos, porque sabemos que muchos no están cumpliendo. ‘¿Porque me llamáis, Señor, y no hacéis lo que os mando?’” (Presidente Spencer W. Kimball, Ensign, Liahona, Mayo 1976, p 124).
Por años pensaba en el hecho de que sabía que debía comenzar un programa para almacenar comida… pero mi corazón se rendía. Simplemente no sabía por dónde comenzar. Sabía que tenía que comenzar, pero la tarea parecía demasiado grande. Bueno, si uno piensa que la tarea es muy grande, cede a ese pensamiento, y nada se hace.
Finalmente, un día, me di cuenta que estaba dándole muchas vueltas al asunto—y no estaba demostrando fe.Pare de darle vueltas al asunto y me senté, literalmente. Primero, comencé a pensar en lo que en verdad significaba tener un almacén de comida.Me llevé la sorpresa más grande de mi vida cuando vi lo que significaba un año de comida en términos sencillos.
Por ejemplo, una semana de comidas implica 21 comidas (más o menos): 7 desayunos, 7 almuerzos, 7 cenas. Para hacer fácil el almacenamiento de comida, ¿por qué no planear en tener las mismas cenas semanalmente? Así que, si planeaba comer espagueti los lunes, necesitaría 52 paquetes de pasta para tener suficiente para un año, también necesitaría 52 latas de salsa de tomate (hay 52 lunes en un año).
Claro, esto no es una comida entera.Podría (para hacer las cosas más fácil) almacenar 52 latas de maíz para agregar vegetales a la comida. No es una cena lujosa, pero sería comida para mi pequeña familia. Si se sigue este plan para las 21 comidas en una semana… y con esto se ha hecho un plan para aumentar su almacén de comida. (Se puede comenzar con la meta de tener una semana de comida en el almacén. Una vez que ya logró eso, duplíquelo para tener dos semanas de comida, y así sucesivamente. Poco a poco se convierte en mucho, ¡y en menos tiempo de lo esperado! Éste es el camino de la fe).
Los tiempos a los que nos enfrentamos son duros. Podría ser la noticia de una huelga de los que manejan camiones (que dejaría vacíos los estantes del supermercado en menos de una semana) o las noticias de una epidemia que obligaría el aislamiento de grandes poblaciones, el tener un plan de almacenamiento de comida aliviará la presión de muchas situaciones difíciles. Seamos entonces fieles a los que los siervos del Señor nos han aconsejado por décadas—tener un almacén de comida y de comenzar ahora mismo.
Para aprender más de cómo comenzar a almacenar comida, poco a poco, visite la página de Vida Providente.
Por Cindy Bezas el 31 de marzo de 2008.