¿Por qué los mormones no se bautizan cuando nacen?
Toda persona que haya alcanzado la edad de responsabilidad y sea capaz de discernir entre el bien y mal debe ser bautizada.
En Doctrinas y Convenios (Libro canónico) 29:46-47 se indica que los niños pequeños ‘viven en Cristo’ y no pueden pecar, así que no necesitan ser bautizados hasta que entiendan la diferencia entre el bien y el mal.
Al ser miembro de la Iglesia de Jesucristo desde pequeña, tuve maestras que me enseñaban la diferencia entre el bien y el mal, y que tenía un libre albedrío para tomar las decisiones que definirían mi futuro.
Con el tiempo, tomé conciencia que las pequeñas travesuras que hacía en clase no eran correctas y dejé de hacerlas porque ya podía diferenciar lo bueno de lo malo. Me di cuenta del gran amor que tenía el Padre Celestial hacia mí y sentí que debía seguirlo.
Al cumplir 8 años de edad, al igual que mis hermanos y hermanas, tomé la decisión de bautizarme en la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días porque sentí que era lo correcto y estaba preparada para obedecer los mandamientos del Señor.
‘Y sus hijos serán bautizados para la remisión de sus pecados cuando tengan ocho años de edad, y recibirán la imposición de manos” (DyC 68:27).
Para poder bautizarme debía recibir lecciones de las misioneras de mi barrio. Ellas me explicaron el significado del bautismo, que implicaba ello y las bendiciones que tendría al hacerlo. Era una lección cada día.
Cuando completé las lecciones ellas finalmente me preguntaron si realmente quería bautizarme, yo respondí que sí.
¿Por qué no se debe bautizar a los niños menores de 8 años?
En la iglesia, los niños pequeños no son bautizados antes de esa edad porque no son capaces de pecar. Cuando Jesús habló de los niños pequeños, dijo: “…de los tales es el reino de Dios” (Mateo 19:14). Los niños pequeños no son capaces de discernir entre el bien y el mal. Además, no tendría sentido ser bautizado si no eres consciente de lo que significa ello.
¿Qué es el bautismo?
El bautismo es la primera ordenanza del evangelio. Al ser bautizados aceptamos a Dios en nuestra vida, nos convertirnos en sus discípulos y guardamos sus mandamientos hasta el fin de nuestras vidas. A cambio de ello, nuestro Padre Celestial nos promete perdonar nuestros pecados y permitirnos volver a vivir con Él, siempre y cuando cumplamos con nuestros convenios.
Sin embargo, no todos tienen la oportunidad de bautizarse a esa edad porque conocen la iglesia cuando ya son adolescentes o adultos; o no se sienten preparados para tomar tal decisión y deciden postergarlo.
En este caso, mi respuesta para ellos sería: cuando te sientas dispuesto a aceptar a Cristo en tu vida y seguir sus mandamientos hasta el fin, será la edad perfecta para bautizarte. ¡Nunca es tarde para un nuevo comienzo en tu vida!