Es interesante lo que las personas esperan de los hombres de Dios. Solamente habiendo visto la película “Todopoderoso 2”, me di cuenta de una toma interesante sobre lo que Hollywood espera que diga un hombre al que Dios le habla, además de reacciones más realistas con el transcurrir del tiempo.
A José Smith, hijo, también le sucedía esto:
“Esta mañana me presentaron a un hombre del este.Después de escuchar mi nombre, comentó que yo era solamente un hombre, indicando con su expresión que él había imaginado que una persona a la que el Señor considera ser el apropiado para revelar Su voluntad, debe ser algo más que un hombre. Parecía haber olvidado lo dicho por los labios de Santiago, que (Elías) era un hombre sujeto a pasiones semejantes a las nuestras, no obstante, tenía tal poder con Dios, que Él, en respuesta a sus oraciones, cerró los cielos para que no lloviese por espacio de tres años y seis meses, y nuevamente en respuesta a su oración, los cielos dieron lluvia, y la tierra produjo su fruto (Véase Santiago 5:17-18). Ciertamente, tanta es la oscuridad e ignorancia de esta generación, que se considera imposible que un hombre deba hablar con su Creador” (Historia de la Iglesia, 2:302)
Otro ejemplo en la vida del hermano José fue un momento en el que se encontraba practicando lucha libre con algunos muchachos en las calles. Una familia recientemente convertida llegó en su vagón a la ciudad y vieron al profeta de Dios forcejeando, riendo y por lo general pasando un buen rato. Sin considerar sus testimonios, conversiones o cualquier otra cosa, regresaron y se fueron a casa ya que no era la manera en la que ellos esperaban que actúe un profeta de Dios.
Incluso se dijo de este hombre: José Smith, el Profeta y Vidente del Señor, ha hecho más por la salvación del hombre en este mundo, que cualquier otro que ha vivido en él, exceptuando sólo a Jesús. En el breve espacio de veinte años ha sacado a luz el Libro de Mormón, que tradujo por el don y el poder de Dios, y lo ha hecho publicar en dos continentes; ha enviado la plenitud del evangelio sempiterno, que el libro contiene, a los cuatro ángulos de la tierra; ha publicado las revelaciones y los mandamientos que integran este libro de Doctrina y Convenios, así como muchos otros sabios documentos e instrucciones para el beneficio de los hijos de los hombres; ha congregado a muchos miles de los Santos de los Últimos Días; ha fundado una gran ciudad y ha dejado un nombre y una fama que no pueden fenecer. Vivió grande y murió grande a los ojos de Dios y de su pueblo; y como la mayoría de los ungidos del Señor en tiempos antiguos, ha sellado su misión y obras con su propia sangre; y lo mismo ha hecho su hermano Hyrum. ¡En vida no fueron divididos, y en su muerte no fueron separados! (D y C. 135:3)
Entonces, a cada uno de ustedes: “¿Qué apariencia tiene y cómo actúa un hombre de Dios? Es importante recordar que ustedes son humanos. Cada uno de ustedes tiene sus debilidades y sus fortalezas. Jesucristo espera que superen lo primero y se desarrollen sobre lo segundo.
¿Ustedes creen que el Capitán Moroni llegó a este mundo perfecto, sin ninguna debilidad y defecto? Puedo asegurar que no. Lo quehizo fue dedicar su vida a Jesucristo, y como tal, se ha escrito de este hombre en las escrituras: “Sí, en verdad, en verdad os digo que si todos los hombres hubieran sido, y fueran y pudieran siempre ser como Moroni, he aquí, los poderes mismos del infierno se habrían sacudido para siempre; sí, el diablo jamás tendría poder sobre el corazón de los hijos de los hombres”. (Alma 48:17)
Soy una mujer y quiero que eso se diga de mí. Entonces, ¿Cómo un hombre se puede convertirse en un hombre de Dios de manera que aquellos que lo buscan, verdaderamente lo buscan, los reconozcan a ustedes?Creo que se trata directamente de los temas fundamentales.
Comportarse y actuar de acuerdo a la inspiración del Espíritu Santo los llevará a aquel estado más rápido que cualquier otra cosa. El estudiar las escrituras, orar diariamente, asistir al templo y a la Iglesia, tratar a sus seres queridos con amor y cuidado así como a sus compatriotas, servir a ambos, y orar. Oren con todo su corazón, mente y alma que Su semblante se refleje en su rostro, sus acciones sean las Suyas y sus pensamientos permanezcan puros. Oren pidiendo fortaleza, comprensión y el coraje para avanzar continuamente hacia Él. Cuando ustedes hayan hecho todo eso y estén viviendo su vida como corresponde, entonces se habrán convertido en el hombre de Dios que Su Padre en los Cielos y su Salvador, Jesucristo, necesitan que usted sea…ahora su espíritu se sentirá, su corazón se escuchará y será capaz de pararse hombro a hombro junto a todos los otros hombres de Dios y levantar un estandarte al mundo.
Por Candace Salima el 06 de noviembre de 2007