Nota del editor: En un espíritu de gratitud, compartimos este conmovedor mensaje del presidente Jeffrey R. Holland, quien reflexiona sobre los desafíos y bendiciones que ha experimentado recientemente.
El Día de Acción de Gracias es un momento especial para reflexionar sobre nuestras bendiciones, incluso en medio de las dificultades. Este año, el presidente Jeffrey R. Holland nos brinda un poderoso recordatorio de cómo la fe y el agradecimiento pueden sostenernos, incluso en los momentos más oscuros.
En sus propias palabras, el presidente Holland compartió:
“A pesar de los numerosos desafíos que se han presentado en el último año y medio de mi vida, es gracias a los dones de Jesucristo que puedo mantenerme agradecido y optimista en cuanto al futuro”.
Sus palabras son un eco de esperanza para todos aquellos que enfrentan pruebas. Reconoció cómo el sacrificio expiatorio de Jesucristo le da la fortaleza para mirar hacia el futuro con confianza, aferrándose a la promesa de la vida eterna con sus seres queridos.
Es un recordatorio conmovedor de que, incluso en el dolor, las bendiciones del Evangelio nos sostienen.
El presidente Holland expresó su gratitud de manera especial hacia las muchas personas que han influido en su vida. Desde aquellos que oraron por su bienestar durante los meses de enfermedad y duelo, hasta las mujeres de la Iglesia, cuya firmeza y compasión comparó con los montes Sinaí y de las Bienaventuranzas.
Con humildad, agradeció también a los fieles miembros y líderes de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días:
“Estoy agradecido por el ejército de maestros, oficiales, asesores y secretarios de la Iglesia, sin mencionar a quienes constantemente colocan y guardan las sillas”.
En estas palabras encontramos una valiosa lección: nunca debemos subestimar el impacto de los pequeños actos de servicio. Incluso lo que parece simple puede convertirse en una expresión poderosa del amor de Cristo.
Finalmente, el presidente Holland nos recordó una hermosa verdad: cuando reconocemos nuestras bendiciones con gratitud, recibimos algo aún mayor. Citó Doctrina y Convenios 78:19:
“El que reciba todas las cosas con gratitud será glorificado”.
Su mensaje nos invita a reflexionar y a seguir su ejemplo, encontrando razones para agradecer incluso en nuestras propias pruebas. Al hacerlo, podemos sentir el amor de nuestro Salvador llenando nuestras vidas con esperanza y paz.
Hoy, al compartir un banquete o un momento de reflexión, recordemos que, como el presidente Holland, podemos elegir un corazón lleno de gratitud. Porque en el amor puro de Cristo, encontramos la promesa de que su bondad “nunca deja de ser” (1 Corintios 13:8).
Fuente: Jeffrey R. Holland vía Facebook