“¿Cómo te fue en tu reunión?”, me preguntó mi compañero de cuarto.
“Bueno … él me dio el consejo más extraño que jamás había oído en mi vida para salir a citas”.
Fue hace algunos años y que me acababa de reunir, con un doctor en ciencias de la conducta para recibir su consejo sobre la vida y el tema de las citas salió. Le dije que yo estaba saliendo a citas y que sentía que estaba realmente en el camino hacia el matrimonio.
Cuando preguntó por el nombre de la chica con la que estaba saliendo.
Una risa escapó de mi boca.
“¿La chica ?!” respondí.
Él sonrió ligeramente confundido.
Saqué mi teléfono con la lista de las 7 chicas en las que estaba interesado.
Su sonrisa de pronto se desvaneció.
La mía rápidamente se desvaneció también ya que me daba cuenta de lo estúpido que me veía.
Me sentía como un perro mostrando un álbum de parachoques de los carros a los cuales había perseguido o a un anciano que mostraba una lista de los niños a quienes había sacudido el puño desde el porche de su casa. No era que no podía agarrar ninguna de ellas, sino que aunque pudiera, creo que no habría sabido qué hacer.
Él se frotó el entrecejo, tratando de borrar la incredulidad de mi ingenuidad.
“Hay un viejo proverbio,’trata de atrapar dos conejos, y ambos se te escaparán’. Piensa en eso”.
“Todo lo que estoy tratando de hacer es casarme. ¿No debería cubrir mis apuestas? “
“No, Zack, estás siendo egoísta. Lo que tienes que hacer es salir a citas menos”.
Sus palabras se quedaron pegadas en mí y me quemaron tales como te hubieras quemado con una tostada recién salida del tostador.
Pronto me di cuenta que no salía con un montón de chicas a la vez para cubrir mis apuestas, sino para asegurarme de que no me quedara solo y para no sentirme herido. Yo había salidos con tantas chicas que no sintieron lo mismo que yo y ya no quería tener el corazón roto, así que lo distribuí entre las chicas suficientes, para nunca tener que sentir el dolor de ser el único de llegarme a enamorar o de romper una la relación en las que los dos estábamos enamorados.
Sí, mi corazón estaba en el lugar correcto, pero mi mente no lo estaba. Yo realmente estaba pensando en mí mismo. No pensaba en cómo las chicas con las que estaba saliendo se sentirían si supieran que estaban en una lista que yo arrogantemente mostraba.
Solía juzgar a los que nunca salían a citas, y suponía que tenían demasiado miedo de hacerse daño y sólo necesitaban más valor.
Me di cuenta entonces, que yo no era muy diferente a ellos por salir demasiado a citas.
Ahora, no estoy diciendo que cuando estamos buscando un cónyuge que deberíamos salir sólo con un chico o con una chica a la vez, sino que deberíamos ser honestos y tener cuidado.
Sé honesto contigo mismo para que realmente sepas por qué sales a citas de la manera que lo haces
Ten cuidado con los demás, y date cuenta de que el verdadero amor sólo se encuentra una vez.
Artículo escrito en ingles por Zack Oats en bowlofoats.com. Traducido al español por Mariela Viernes.