Conversaciones antes de casarse que tuvieron mis padres: Allí estaba yo, en la sección de lácteos de Walmart, escuchando a mi papá dar consejos sobre matrimonio. Me explicó algunas de las principales diferencias que él y mi madre tuvieron cuando estaban a punto de casarse, y en los años posteriores a la boda. Él fue muy sincero ese día, y aprendí mucho más acerca de mis padres de lo que jamás pensé.
No estoy casado, y mi papá, beneficiándose de más de treinta años de experiencia matrimonial, descargó su sabiduría en mi mente receptiva. Intenté absorber todos los consejos que pude. He oído un montón de malas historias de matrimonio así que este consejo me pareció invaluable.
Lo que más me impactó fue el hecho de que mis padres no habían tenido ciertas conversaciones antes de casarse. Me explicó cómo eso hizo su matrimonio más difícil. Esto despertó mi curiosidad y me pregunté si otras parejas habían tenido experiencias similares.
LA ENCUESTA DEL MATRIMONIO
Debido a mi curiosidad, quise saber qué conversaciones deberían hacerse. Así que, siendo el milenario que soy, hice una encuesta en Google. La envié a través de la web y pedí respuestas honestas a la gente. Les pregunté qué conversaciones debíamos tener antes de casarnos y recibí bastantes respuestas.
De esta encuesta, noté algunos patrones. Muchos dieron el mismo consejo. Sus respuestas pueden parecer obvias, pero ellos también dijeron por qué dieron estos consejos específicos. Sus explicaciones dan aún más poder a su punto de vista.
Este consejo no proviene de mí. No estoy casado por lo que no soy realmente el tipo para dar consejos de matrimonio. Más bien, este consejo proviene de las muchas personas que respondieron a la encuesta. Si estás a punto de casarte, presta atención. Podrías aprender algo. Si ya estás casado, presta aún más atención. Seguro aprenderás algo útil.
ANTES DE CASARTE
Metas y expectativas
Noté algunos patrones en las respuestas de la encuesta. Parece que las expectativas personales y las metas son dos cosas que deben abordarse antes de que dos personas se casen.
Muchas de las respuestas sugieren que las personas deberían reconciliar sus expectativas individuales antes de casarse. Esto incluye expectativas de intimidad, finanzas, tradiciones familiares, e incluso tareas domésticas. Esto también sirve para acabar con expectativas poco realistas.
Es importante moderar las expectativas porque “los malentendidos pueden crear grandes barreras en un matrimonio y a menudo comparten una fuente común: expectativas no satisfechas”. Hablar sobre lo que esperas de tu matrimonio puede ayudarte a ti y a tu pareja a llegar a un acuerdo sobre su futuro juntos . Puede que no sea fácil, pero ayuda a reducir la turbulencia en el matrimonio.
Las parejas deberían hablar acerca de lo que esperan el uno del otro, y lo que esperan de la vida. Esto podría ser un poco incómodo, (especialmente cuando se trata de sexo), pero se tiene que hacer. Muchas de las respuestas enfatizaron cómo el sexo definitivamente debe hablarse antes del matrimonio. Esto para “evitar la confusión, los problemas, y respetar la naturaleza sagrada del tema”.
Después de que las parejas comprendan lo que ambos esperan, pueden hablar sobre sus metas. Esto incluye metas de la relación (objetivos de dinero, dónde establecerse, objetivos religiosos, etc.) y también debería incluir objetivos personales. Con sus expectativas en mente, ambos pueden formar sus objetivos juntos.
Ambos deben saber si el otro compañero quiere quedarse en casa y ser padre de tiempo completo, regresar a la escuela, tener una carrera profesional, o una mezcla de los tres. Esto ayuda a la pareja a permanecer sintonizados. Tener estas conversaciones antes de casarse los prepara “para saber cómo lidiar con las cosas difíciles y [ayudarles] a no sorprenderse por cosas importantes que vendrán en su futuro” (Anónimo).
El Presidente Monson reconoce el inmenso impacto que tuvo el apoyo de su querida Francis sobre él. Él dice, “no hay nadie como ella – absolutamente nadie.” Ambos obviamente conocían y comprendían las prioridades y objetivos personales de cada uno.
Niños
Otro tema que debe tratarse es el de los niños. Primero que todo, es necesario hablar de cuándo y cuántos hijos quieren tener. Uno de mis encuestados dijo que él, “entró con ciertas expectativas de tener hijos de inmediato, pero a ella no le interesaba eso.” Puede ser frustrante tener opiniones diferentes en esta área. Hablar de ello de antemano los prepara a ambos a tomar una decisión.
Cómo criar a los hijos también es un tema importante. Uno de los padres puede ser más autoritario y el otro más permisivo. Tales desigualdades impactan mucho porque pueden causar discordancia dentro de la familia. Hablen de ello porque “las cualidades que nos llevan a enamorarnos el uno del otro como personas no siempre nos llevan a enamorarnos el uno del otro como padres.”
Con estas decisiones, todos nosotros, casados y solteros, debemos recordar la enseñanza del Élder Anderson de que “la decisión de cuántos hijos tener y cuándo tenerlos es entre marido y mujer y el Señor. No debemos juzgarnos los unos a los otros sobre este asunto.”
Temas más sensibles
Estos temas pueden ser aún más delicados. Estos son los secretos oscuros y las cosas que por su propia naturaleza hacen el matrimonio más difícil. Mis encuestadores tuvieron bastante que decir sobre esto. Uno dijo:
“Sé abierto y completamente honesto sobre cualquier secreto oscuro que pueda salir más adelante. No querrás casarte y luego descubrir meses o años después acerca de una enfermedad mental severa con la que el otro tiene que lidiar o una adicción que todavía está presente en su vida.”
-Anónimo
Este es un tema muy serio. Para nosotros, el matrimonio es un compromiso eterno. Por lo tanto, debemos tener cuidado de no ocultar cosas que afecten a nuestro cónyuge. Debemos ser generosos al compartir sobre nosotros mismos y esperar lo mismo a cambio. Esto significa que debemos revelar una enfermedad mental, un problema de salud o una adicción con la que luchamos. Esto significa que quizás tu pareja también te confiese algo.
En este caso, es importante recordar lo que otro de mis encuestados dijo: “Hablen de todo pero prepárense para decepciones que requieran un amor incondicional.” No importa lo que compartan, no lo condenes ni lo desanimes. Solo ámalo como lo haría Cristo.
Estas conversaciones preferiblemente deberían suceder antes de casarse. Podrían hacerse después, pero me imagino que cada vez será más difícil a medida que pasa el tiempo. Antes del matrimonio, pueden terminar la relación si los secretos oscuros son demasiado grandes de superar, o si tienen tiempo, pueden superarlos juntos antes de que se hagan los convenios. Tener estas conversaciones puede evitar muchas discusiones difíciles o conflictos maritales.
También debes saber que no todo debe ser compartido. No me atrevería a decirte que cuentes a tu amado/a todos las cosas oscuras que hayas hecho. A veces eso puede causar más daño que bien. Sin embargo, te animo a buscar la guía del Espíritu. Él te dirá qué, y más importante aún, cuándo revelar esas cosas incómodas.
Estresores
Este es el tema “todo lo demás”. Va desde “los peores escenarios posibles, tales como pagar una gran cantidad en deudas, o enfrentar la muerte de un ser querido, o enfrentar problemas médicos,” (Encuestador anónimo) hasta el lenguaje amoroso y ¡los suegros!
Estas conversaciones son tan importantes como las otras que he mencionado. Estas incluyen las pequeñas tensiones que pueden acumularse y amenazan con separarlos. Averigua cómo van a lidiar con el estrés, peleas o malentendidos. Encuentra las mejores maneras de estar en el mismo equipo lo más rápido posible. Encuentra lo que funcione para tu relación.
También debes hablar sobre las cosas que piensas que nunca te pasarán, tales como una emergencia familiar. Mi papá estuvo en un accidente aéreo cuando yo era un bebé. Les garantizo que mis padres nunca pensaron que eso les pasaría. Como pareja, discutan los escenarios “qué tal si”, pero no dejes que ellos nublen tu positividad y optimismo. Averigua tus planes A-Z y luego sigue adelante.
La familia política, en particular, puede tener un tremendo efecto sobre el matrimonio. He visto cómo ha afectado a mis padres, mi familia y a mis amigos en sus matrimonios. Si no se trata, lo más probable es que se convierta en un tema de preocupación para una de las partes o la otra.
Un artículo publicado en Psychology Today lo dice bien. Describe cómo los hombres y las mujeres podrían sentir lealtades conflictivas cuando se enfrentan entre los padres y el cónyuge. El artículo dice que necesitamos apoyar y defender a nuestro esposo/a incluso contra nuestra propia familia. En la iglesia, creemos que necesitamos “dejar a padre y madre”, (Mateo 19: 5) y permanecer con nuestro compañero del convenio.
Por qué
El patrón más común que encontré en los resultados de la encuesta fue una pequeña explicación que muchos dieron sobre por qué debemos tener estas conversaciones. La mayoría dijo que esto fija un precedente para la sinceridad. Ellos dijeron que estar abiertos los unos con los otros les ayuda a superar muchos desafíos. Puedo ver fácilmente cómo la capacidad de comunicarse abiertamente construye un matrimonio fuerte.
“Este va a ser tu nuevo mejor amigo para siempre.”
-Anónimo
Como la cita anterior nos ayuda a recordar, esto del matrimonio se supone que durará para siempre. Además, se supone que debe ser agradable. Ser abiertos es la clave. Eso ayuda a construir esa amistad que es tan importante.
Una de las mejores cosas sobre el matrimonio es la realidad de que puede ser hecho para soportar los peores obstáculos. Si no tienes una buena relación de matrimonio, puedes construir una. Si no eres abierto con tu cónyuge, puedes comenzar hoy. Todos mis encuestados respondieron con tonos optimistas. Eso me hizo creer que sin importar las conversaciones que tuvieron o no antes del matrimonio, todo saldrá bien para ellos.
Habla
Si estás recién casado o has estado casado por mil años, todos podemos decidir tener una mejor comunicación en nuestros matrimonios. Todo comienza con ser abiertos y hablar. Ciertamente, todos disfrutaríamos de la mayor conexión que viene de una mejor comunicación.
Este artículo fue escrito originalmente por Justin Lewis, publicado en mormonhub.com con el título “Discussions to have before you get married”