Debido a los conflictos políticos alrededor del mundo y los diferentes puntos de vista sobre política, creímos que este sería un artículo conveniente para este tiempo.
Todos somos conscientes de la necesidad de evitar la contención cuando no estamos de acuerdo. Sin embargo, esa puede ser una tarea difícil cuando se habla de política.
Si queremos evitar las conversaciones contenciosas, es útil comenzar por reconocer que todos tienen algo que ofrecer.
¿Cómo podemos mantener intactas nuestras relaciones familiares mientras hablamos de política? Puede parecer imposible, pero estos 10 consejos te ayudarán a abordar conversaciones complicadas con tu familia.
1. Sé receptivo, no busques cambiar la posición de los demás
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En algunas familias, puede haber un impulso para cambiar la posición política del otro.
Estas conversaciones rígidas rara vez tienen el efecto deseado y, en cambio, terminan creando resentimientos.
En lugar de esperar un cambio, esfuérzate por ser curioso. ¿Cómo puedes comprender mejor a tu ser querido? ¿Cómo puedes expresar respetuosamente tus pensamientos?
La armonía y la unidad en las familias tienen poco que ver con el acuerdo y todo que ver con la tolerancia, el amor, el respeto y la aceptación.
Cuando practicamos esos comportamientos, nos acercamos más como familias, independientemente de si estamos de acuerdo.
2. Reúnete en familia para tomar decisiones sobre las discusiones políticas
Esta decisión no depende de uno o dos miembros de la familia, sino de todos. Reúnanse para determinar cómo se manejarán los temas políticos.
Discutan sobre si desean que la política sea parte de sus reuniones familiares. Si es así, establezcan hasta que punto pueden hablan al respecto. Sin herir sentimientos.
Si optan por no hablar de política mientras están juntos, está bien. No significa que sean evasivos, sino que prefieren pasar el tiempo juntos disfrutando de otras experiencias.
Si hay un miembro de la familia que es muy sensible sobre los temas políticos, respeten sus sentimientos y no tengan dichas conversaciones en su presencia.
En caso decidan tener discusiones políticas, aquí hay algunas cosas que deben considerar:
3. Configura un temporizador para que las conversaciones tengan un comienzo y un final
Es más fácil que la política no arruine nuestro tiempo en familia cuando se establece una cantidad de minutos específicos para esas conversaciones.
Al usar un temporizador, cada miembro de la familia puede tener una cantidad predeterminada de tiempo para compartir sus creencias sin interrupción.
Luego, puede haber unos minutos designados para una refutación o conversación saludable y respetuosa con la persona a quien le toca tener la última palabra.
Esto puede fomentar el respeto y ayudar a evitar que una persona se apodere de la conversación.
4. No menosprecies, ignores, descartes o minimices las creencias, experiencias u opiniones políticas del otro
Cuando los miembros de la familia se sienten minimizados, se crean heridas duraderas que erosionan la unidad familiar.
Cuando hacemos gestos de disgusto o comentarios sarcásticos, emitimos juicios morales y nos vemos a nosotros mismos como superiores.
El presidente Dallin H. Oaks declaró en la Conferencia General de abril de 2021:
“Instamos a nuestros miembros a abstenerse de juzgar a los demás en cuestiones políticas. Nunca debemos afirmar que un fiel Santo de los Últimos Días no pueda pertenecer a un partido en particular o votar por un candidato determinado”.
Antes de decir algo, considera tu tono de voz y si lo que quieres decir será útil.
Al tratar de determinar si hablar, es mejor considerar cómo puedes promover la causa que te apasiona en lugar de degradar lo que no aprecias.
5. Mantén a tu familia a salvo
Si un miembro de la familia comienza a reprender a otro, defiende al que está siendo criticado, incluso si no estás de acuerdo con su posición política.
De ese modo demostrarás que en la familia la opinión de todos es válida, independientemente de cuán diferentes sean. No estar de acuerdo es normal y saludable.
Además, en un esfuerzo por salvaguardar los vínculos familiares, piensa antes de publicar contenido político en tus redes sociales. Considera promover lo que amas en lugar de criticar lo que odias.
6. Crea límites personales
Los límites forman parte de toda relación sólida y sana.
Si se establecen reglas familiares en torno a las discusiones políticas, los límites se vuelven más claros y fáciles de mantener.
Sin embargo, al final, puedes determinar cuánto de una discusión política quieres tomar. Si la conversación se vuelve abrumadora, puedes explicar que necesitas tomar un descanso y dejar la discusión.
Si te sientes atacado, puedes detener la conversación y consultar una regla familiar o considerar una nueva.
Crear límites personales a veces puede ser incómodo. Sin embargo, si los establecemos con amabilidad, podremos tener discusiones políticas sin arrepentirnos.
7. Si alguien de la familia se exaspera con respecto a los temas políticos
En ese caso es necesario involucrar al miembro de la familia más sensato.
Esta persona puede comprender la importancia del tema para el familiar que se exasperó y recordarle las reglas de la familia sobre las discusiones políticas.
Recuerden darse un respiro si la situación se vuelve acalorada.
8. Debes estar dispuesto a disculparte si te excedes
Ninguno de nosotros es inmune a decir cosas que desearíamos no haber dicho durante una conversación difícil.
Cuando esto suceda, debes estar dispuesto a disculparte.
Se necesita fuerza para admitir que nos equivocamos en una discusión que se salió de control.
Sin embargo, una disculpa sincera puede ser de gran ayuda para curar cualquier dolor que se haya producido entre los miembros de la familia.
9. Habla de otras cosas durante el tiempo que compartas en familia
En nuestro clima político actual, es fácil olvidar que hay muchas cosas que unen a las familias.
Los recuerdos y las creencias en común, la alegría de la compañía del otro y una conexión emocional más profunda pueden fomentar grandes conversaciones que no tienen nada que ver con la política.
Incluso si deciden hablar de política, asegúrense de dedicar una buena parte de su tiempo juntos a discutir y disfrutar de otras cosas.
10. Con tu familia, crea reglas de compromiso que se adapten a su situación específica
Asegúrense de que se tenga en cuenta a cada miembro de la familia en el esfuerzo por frenar las conversaciones irrespetuosas y los comportamientos hirientes a fin de que todos se sientan seguros al compartir su punto de vista.
Las reglas familiares pueden determinar el mejor curso de acción para toda la familia.
Al mismo tiempo, estas reglas pueden calmar a aquellos que pueden tratar de incitar a otros a entablar conversaciones que preferirían no tener.
Asimismo, pueden permitir que se discutan opiniones diferentes sin que las conversaciones resulten en gritos o acuerdos falsos.
Cuando practicamos el respeto y la tolerancia a lo largo de estas conversaciones difíciles, creamos un espacio en el que las familias pueden acercarse más.
El élder Ulisses Soares declaró:
“El discurso civil significa un intercambio de ideas maduro, serio y riguroso, no una evasión diluida, vaga y poco sincera del desacuerdo”.
Cuando participamos en un discurso civilizado, ampliamos nuestra capacidad para sostener las creencias de otros que pueden diferir de las nuestras.
Estas acciones provienen del amor y el respeto.
Gran parte de la vida se trata de aprender a lidiar con situaciones difíciles. Podemos practicar esto cuando los miembros de la familia tienen diferentes creencias políticas y estamos dispuestos a aceptar su posición sin sentir que la nuestra es amenazada.
A medida que apliquemos el respeto y la tolerancia en nuestras conversaciones, les daremos a nuestros familiares la oportunidad de practicar buenas habilidades de escucha, autodisciplina, amor y aprecio mutuo.
Cuando los miembros de la familia se sienten seguros, escuchados y respetados, se crean lazos familiares más fuertes, que podrán resistir las tormentas políticas actuales y futuras.
Fuente: LDS Living