No todos los chicos adolescentes Santos de los Últimos Días tienen un corte de cabello como un misionero, y algunas mujeres jóvenes llevan ropa que es muy reveladora. Es por esto que deberías pensarlo dos veces antes de comentar sobre su apariencia.
Mi hijo de 15 años de edad tiene el pelo largo que le llega hasta los hombros. Y la mayoría de las veces, se niega a usar corbata para ir a la Capilla.
Como padre de un chico que no encaja en el prototipo Mormón ideal, a veces es doloroso ver cómo sus compañeros miembros de la Iglesia reaccionan al aspecto de mi hijo.
No me malinterpreten. La mayoría de la gente está intentando ser alentadora y de buen carácter con él, pero todos los domingos, sin falta hay alguien que no puede resistirse a comentar sobre el corte de cabello de mi hijo o de su apariencia. Cuando esto ocurre, yo me avergüenzo.
¿No saben lo difícil que es, en primer lugar, llevarlo a la Capilla? Si usted recibe críticas constantes sobre su cabello y su ropa cada vez que va a la Capilla, ¿le daría ganas de regresar? El hecho de que asista a la Capilla es una victoria de por sí.
Pero estos miembros de la Iglesia bien intencionados no lo saben… y ese es mi punto.
Ellos no saben que el cabello largo de mi hijo está cubriendo con éxito sus grandes orejas sobre las cuales es extremadamente acomplejado. Tampoco saben que está luchando por obtener su testimonio, y que es todo lo que puedo hacer para llevarlo a la Iglesia. Así que, en nombre de los padres SUD cuyos hijos pueden parecer un poco atrevidos o tener mal aspecto, pido unas cuantas cosas de nuestros hermanos:
- Ser acogedor
Si nuestros hijos se sienten juzgados o marginados en Iglesia o en las actividades de las mutuales, es extremadamente difícil conseguir que asistan. Por favor abstenerse de comentar sobre su apariencia. En su lugar, decirles que están contentos de verlos y pídale a sus hijos que hagan lo mismo.
- Ser comprensivo
Estoy seguro de que hay padres que obligan a su hijo a cortar su cabello y usar una corbata, y estoy seguro de que hay un montón de gente en la Iglesia que se preguntarán por qué yo no hago lo mismo. Pero conozco a mi hijo, y con él es todo a pasos muy lento.
Por favor, comprenda que, a menudo, los padres tienen que elegir sus batallas. Usted no conoce todos los hechos de porque está sucediendo. Así que, por favor, asuman los padres que están haciendo lo mejor que pueden para ayudar a sus hijos a vivir el evangelio.
- Ser paciente.
Lo que es fácil para algunos es muy difícil para otros, y el cambio no sucede de la noche a la mañana.
Si usted es un líder de la Iglesia, continúe enseñando las razones detrás de las normas de la modestia y la apariencia personal de una manera amorosa, sin prejuicios. Permita que nuestros niños tengan tiempo para procesar estos principios y lleguen a la decisión de cambiar por su propia cuenta.
Si no eres uno de los líderes de nuestros hijos, por favor no les sermoneé o los avergüence por cómo lucen. En su lugar, enséñele con el ejemplo. Hable con ellos acerca de su escuela, pasatiempos, esperanzas y sueños. Muéstrele que los valoran como persona y que hay más que hablar con ellos que sobre su apariencia.
- Ser Sincero
Si nuestros hijos sienten, sinceramente, que nos preocupamos por ellos, podemos ser una gran influencia sobre ellos, y necesitamos toda la ayuda que podamos conseguir. A menudo es un líder de los jóvenes o el afecto de los miembros del Barrio que toca el corazón de estos chicos y facilita un mayor deseo de vivir el evangelio.
Lo creas o no, en los últimos seis meses, mi hijo ha elegido un corte de cabello un poco más corto cada vez. Y lleva corbata a veces, cuando solía no ser nunca. Le doy crédito a esto en gran parte a los esfuerzos incansables de sus líderes de los Hombres Jóvenes. La cara de mi hijo se ilumina cuando los ve, y sé que se siente amado por ellos.
Escrito por: Jessica Carter
Fuente: http://www.ldsliving.com/story/76721-when-your-child-doesnt-fit-the-mormon-mold