Por Patty Sampson
¡Me encanta decorar! ¿Puedo decirlo otra vez? Me encanta decorar, y no sólo con lo que sea. Me encanta cuando soy capaz de ver alrededor de la habitación el arte, las estatuas, y sentir que la habitación tiene un significado para mí. Por eso recomiendo enfáticamente decorar con arte religioso, el arte de la familia, fotos de la familia, y las cosas hermosas que te hacen sonreír al verlas.
Nuestros hogares deben ser un refugio
Nuestros hogares deben ser un refugio para nosotros. A menudo llegamos a casa agotados y el hogar debe ser un lugar de descanso y rejuvenecimiento. Los detallistas de todo el mundo parecen entender este concepto y los departamentos de decoración del hogar están llenos de elementos que nos recuerdan estar en el spa. Los departamentos de ropa de cama pregonan las ventajas de convertir nuestras habitaciones en un refugio. E incluso los departamentos de pintura ofrecen paletas de colores y muestras que se supone provocan una sensación de paz. Pero hay un área donde realmente siento esto, lo que hace una gran diferencia en nuestros hogares, en la forma en que nuestros hogares se sienten. Y eso es el arte que tenemos en nuestras paredes.
Soy una gran fan de todos los blogs de decoración que hay. Me paso horas consiguiendo ideas de ellos y de esta manera poder hacer hermosa mi casa. Cuando entro a mi casa quiero sentirme en paz, animada, como si hubiera llegado a algún lugar especial. Cuando estaba en la universidad, y era muy pobre, yo lograba esta meta poniendo tarjetas de 3×5 con mis citas de inspiración favoritas e imágenes en la pared de mi dormitorio. Ellas me ayudaban a sentirme segura y me recordaban lo que realmente importaba.
El arte religioso puede ayudarnos a permanecer enfocados
El mundo es un lugar muy concurrido, con muchas cosas que requieren de nuestra atención. ¿Cómo nos mantenemos enfocados? Pues bien, al igual que mi dormitorio, nuestra decoración del hogar puede realmente hacer una diferencia. En mi casa tengo un cuadro del Salvador titulado Permanece conmigo por Liz Lemmon Swindle. Ella es una artista mormona. En esta imagen el Salvador está sonriendo. Hay un sentimiento especial que se apodera de mí cuando veo el Salvador sonriéndome. Me imagino que cualquier persona de fe se sentiría animada imaginando que el Salvador está complacido con ella y de su ofrecimiento de ese día.
En otra pared tengo una foto de mi esposo y mía en el día de nuestra boda.
Nos casamos en un templo SUD, (el lugar más sagrado en la tierra para los mormones) y el templo ocupa un lugar destacado en la foto. Cada vez que la veo me acuerdo de los sentimientos que tuve ese día. Recuerdo que me sentí como una princesa casándome con mi príncipe. Recuerdo el amor de los amigos y la familia que vinieron a celebrar con nosotros. Y recuerdo la atmósfera especial, sagrada de ese santo templo. Esto me recuerda que tengo la suerte de haber encontrado el amor de mi vida, que tengo la responsabilidad de ser digna de entrar en el templo, que quiero enseñar a mis hijos acerca de la elección de una pareja con prudencia, y que quiero enseñarles a amar y servir al Señor.
También me encantan las citas de inspiración en mi decoración. Una de mis favoritas es un recordatorio constante de ser una madre más paciente y amable. “Déjales ser niños” está sobre la puerta de nuestra sala de juegos. Y cuando los niveles de ruido son muy altos, es esa cita que me recuerda respirar profundamente antes de hacer cualquier otra cosa. Una imagen del Salvador, rodeado de niños pequeños también me recuerda que Dios valora este tiempo en la vida de todos los niños, y que tengo el deber sagrado de dejarlos ser niños y no hacerles crecer demasiado rápido.
Nuestro arte de inspiración no tiene que ser de lugares típicos. Tengo la suerte de tener muchos miembros de la familia con talentos. Tenemos obras de arte en las paredes de algunas de esas personas con talento. Ellos tienen un valor especial para mí. La abuela de mi esposo era una artista muy conocida en Canadá, con obras que todavía cuelgan en los museos. Para nuestra boda nos dio una pintura de un ángel que abraza a una mujer joven. Mi abuela política nunca podría haber sabido que esa pintura me fortalecería. Ella era una cristiana que creía en la vida después de la muerte, y estaba dando su testimonio a través del arte. Su inspiración para la pintura fue la reciente muerte de su hermana. Pero ha sido un gran consuelo para mí, ya que he experimentado mis propias pérdidas. Es un hermoso recordatorio de que la vida continúa después de salir de este lugar, y que Dios está aquí con nosotros cuando lo necesitamos.
Nuestra decoración del hogar debe ser una extensión de lo que somos. Nos puede recordar ser un poco más pacientes. Nos puede animar hasta cuando estamos deprimidos. Y nos puede recordar la razón por la que hacemos lo que hacemos. A medida que trabajamos para hacer nuestros hogares más parecidos a un lugar celestial, recordemos las maravillosas imágenes del Salvador y el arte de inspiración de todo el mundo. Porque hay fuerza en los recordatorios del cielo. Estoy muy agradecida por todos los artistas inspiradores que existen, y por sus obras que hacen que mi casa sea un lugar hermoso.