En el Cristo Viviente: El testimonio de los doce apóstoles leemos, “Este es el camino que lleva a la felicidad en esta vida y la vida eterna en la vida venidera.” Pero, ¿cómo podemos encontrar este camino? Y una vez que lo encontremos, ¿cómo hacer para mantenernos en él?
Como miembros de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días (o mormones) creemos en el tercer artículo de Fe, y el artículo número cuatro que dice: “Creemos que los primeros principios y ordenanzas del Evangelio son:
1-Primero, fe en el Señor Jesucristo.
2- Segundo, Arrepentimiento
3- Tercero, Bautismo por inmersión para la remisión de los pecados
4-Cuarto, Imposición de las manos para otorgar el Espíritu Santo”
¿Cómo puede la fe en el Señor Jesucristo ayudarnos a encontrar el camino que lleva a la felicidad? Para contestar esta pregunta debemos comprender que si no hubiese sido por un Salvador perfecto quien entregó su vida por nosotros, la remisión de nuestros pecados no seria posible. Lehi, un profeta del Libro del Mormón enseñó que“…ninguna carne puede morar en la presencia de Dios, sino por medio de los méritos, y misericordia, y gracia del Santo Mesías…” (2 Nefi 2:8)
A continuación, debemos arrepentirnos de nuestros pecados y renunciar a ellos para siempre. El arrepentimiento no sólo abarca un cambio de acciones sino también un cambio del corazón. El Señor dijo, “He aquí, ésta es mi doctrina: quienes se arrepienten yvienen a mí, tales son mi iglesia.” ( D&C 10:67).
En su discurso “Un cambio de corazón” el presidente Ezra Taft Benson dijo: “Si deseamos arrepentirnos verdaderamente y venir a Él para que podamos ser llamados miembros de Su Iglesia, primeramente debemos comprender esta verdad eterna: El Evangelio es el plan de felicidad. La maldad nunca lo fue,no lo es y nunca será felicidad. La violación de las leyes de Dios solamente brinda miseria, tristeza y oscuridad” (Liahona, Octubre 1989).
En las escrituras leemos de aquellas personas cuyas vidas cambiaron de forma dramática una vez que se arrepintieron. Para la mayoría de nosotros, el arrepentimiento no trae resultados tan asombrosos. No deberíamos menospreciarnos o asumir que somos menos valiosos únicamente porque no experimentamos tales experiencias. El presidente Benson dijo “Hay cientos y miles de personas que encuentran el proceso de arrepentimiento casi imperceptible, y sencillo.” Día a día estas personas viven una vida llena de bondad y servicio, tratando de vivir como Dios pide. No sean como los lamanitas a quienes el Señordijo “…así como los lamanitas fueron bautizados con fuego y con el Espíritu Santo al tiempo de su conversión, por motivo de su fe en mí, y no lo supieron.” (3 Nefi 9:20)
El Salmista exclama:
“¡Oh cómo amo su Ley!…a través de sus mandamientos me ha hecho más sabio que mis enemigos. Su palabra es una lámpara para mis pies, y luz en mi camino…Su testimonio he tomado por herencia por siempre: Porque en esto se regocija mi corazón” (Salmo 119:97-98, 105, 111).
Oro porque puedan encontrar regocijo en su corazón. Por favor, no sea duro con usted mismo si falla en escuchar a los ángeles cantando, o la voz del mismo Dios asegurándole que ha sido perdonado por sus pecados. Tenga Fe. Crea. Sepa que su Salvador dio su vida por usted y todo lo que requiere es que viva por medio de la fe, del conocimiento, del arrepentimiento y no pecar más. Su Padre en los Cielos desea su felicidad, por lo que ha preparado el camino para usted. Si lo sigue, si tiene fe en El, y se arrepiente de sus pecados, encontrará el camino que lo llevará a la felicidad.
Por Ali Cross el 13 de febrero de 2008.