Por Terrie Lynn Bittner
Para muchos cristianos hoy en día, el día de reposo es un día para ir a la Iglesia… y cuando eso se termina simplemente se convierte en un día más. Para los mormones, el día de reposo es un suceso de todo el día. Mormones es un apodo para La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días. Las creencias mormonas toman literalmente las enseñanzas de los Diez Mandamientos, y una dice:
“Acuérdate del día del reposo para santificarlo.
“Seis días trabajarás y harás toda tu obra,
“mas el séptimo día es reposo para Jehová tu Dios; no harás en él obra alguna, tú, ni tu hijo, ni tu hija, ni tu siervo, ni tu criada, ni tu bestia, ni el extranjero que está dentro de tus puertas:
“Porque en seis días hizo Jehová los cielos y la tierra, el mar y todas las cosas que en ellos hay, y reposó en el séptimo día; por tanto, Jehová bendijo el día de reposo y lo santificó” (Éxodo 20:8-11).
Los mormones aprenden a santificar el día de reposo desde la medianoche a medianoche del día siguiente. Esto significa asistir a la Iglesia durante el horario completo de tres horas. Un servicio de adoración tradicional dura cerca de una hora y diez minutos e incluye la repartición de la Santa Cena (comunión). A esto le siguen clases. Los niños asisten a la Primaria, empezando a la edad de dieciocho meses. Hasta los tres años, están en una clase de guardería donde tienen lecciones, arte, música, historias y juegos apropiados para su edad. Luego de cumplir los tres años asisten a clases regulares, una en un salón con niños de su misma edad y otra con niños mayores que también comprende una lección de música.
Los adultos y adolescentes asisten a la Escuela Dominical, donde estudian las escrituras con una rotación de cuatro años, con dos años utilizados en la Biblia, uno en el Libro de Mormón, y otro en la Historia de la Iglesia y la Doctrina y Convenios (este último es un libro de revelaciones modernas). Luego los varones adultos y adolescentes asisten a la clase del Sacerdocio mientras que las mujeres asisten a la Sociedad de Socorro y las mujeres adolescentes asisten a la clase de Mujeres Jóvenes. Estas son clases que enseñan los principios del evangelio y muestra a los estudiantes cómo aplicarlas en la vida diaria.
Pero el Día de Reposo no termina cuando termina la Iglesia. La Biblia no dice que santifiquemos el servicio de la Iglesia solamente. Nos pide santificar el día entero. Por esta razón, los mormones intentan no tener trabajo en sus empleos ese día. También intentan no causar que nadie más tenga que trabajar ese día; los mandamientos nos dice que no hagamos que otros trabajen por nosotros, y en nuestra sociedad moderna, muchas personas trabajan para nosotros indirectamente. No queremos ser la causa por la que tengan que trabajar el domingo, así que los mormones no hacen compras ni asisten a eventos comunitarios ese día. A los mormones se les permite hacer excepciones para “sacar el burro del pozo”, lo que significa una emergencia, pero como lo puso un líder, debemos asegurarnos de que no empujamos al buey dentro del pozo, para empezar.
Para evitar el trabajo de emergencia, un mormón hará sus compras el sábado si hay algo que necesite. La familia limpiará el hogar, ordenará la ropa, y hará cualquier otra preparación necesaria para asegurarse de que el Día de Reposo requiera el menor trabajo posible. El domingo, la familia sólo hará las tareas esenciales, tales como lavar la vajilla y cuidar a los hijos. A menudo deciden preparar comidas sencillas o realizar alguna preparación de los alimentos la noche anterior.
Con el trabajo hecho, la familia mormona es libre para pasar el Día de Reposo en temas espirituales. Más que ir de picnic o de compras, leerán las Escrituras y libros espirituales, trabajarán en historia familiar (una responsabilidad espiritual para los mormones), escucharán música espiritual y suave, y prepararán las lecciones de la Iglesia. Ayudarán a los hijos a hacer cosas sencillas que los ayude a pensar acerca de Jesús, tales como escribir cartas a la familia, visitar a los abuelos, escribir en sus diarios, leer libros religiosos para niños y jugar con juguetes con temas de las escrituras. Algunas familias realizarán servicios sencillos para los demás. Es un tiempo de paz, de reposo y de rejuvenecimiento. El día se pasa haciendo cualquier cosa que ayude a los mormones a pensar acerca de Jesús y a acercarse más a Él.
El mandamiento de santificar el Día de Reposo fue tan serio cuando fue enseñado a Moisés que la penalidad por violarlo era la muerte. Nosotros, por supuesto, no matamos gente hoy en día por quebrantar el Día de Reposo, pero esto nos ayuda a comprender que Dios considera el Día de Reposo como una parte esencial de nuestra vida espiritual. Nosotros le damos un día de la semana que nos ha dado. Seis días son nuestros; el séptimo es para Él.
Un mormón que ha santificado el Día de Reposo empieza el trabajo de la semana descansado y espiritualmente fortalecido. Puede ser desafiante para un cristiano en un mundo cada vez más secular, pero el Día de Reposo nos ayuda a tener fortaleza espiritual para llevar nuestra vida espiritual y temporal. Demuestra nuestro amor por Dios y nuestra voluntad no sólo de tomar de Él, sino también de darle.