Mi padre era un hombre extraño. La palabra único no llega siquiera a acercarse a su descripción –excéntrico– mucho mejor. De hecho, la palabra fue inventada probablemente justo para él. Papá me enseñó mucho acerca de la vida. Un día, en su propia manera extraña, me mostró el nivel de amor necesario para que un matrimonio tenga éxito.
Papá utilizaba pañuelos, en lugar de “papel tisú”. “Los hombres de verdad” simplemente no usaban papel tisú, por lo menos los que habían sido soldados en la Segunda Guerra Mundial. Poco después de que nos casamos, pasamos un fin de semana en nuestra cabaña con mi familia. Mi esposo cometió el horrible error de usar papel tisú y quemarlo en la estufa de leña. Papá sacudió la cabeza en señal de desaprobación y dijo algo acerca de los hombres y los pañuelos. Como una recién casada, sentí que tenía que defender a mi esposo.
Le expliqué a papá que prefería que mi esposo usara papel tisú porque era más higiénico. Volteé mis ojos y me quejé por haber lavado la ropa cuando era una adolescente , y cómo los pañuelos blancos de papá tuvieron que ser lavados con mi ropa interior blanca. En este punto, mi hermana pequeña (siempre muy animada) intervino con el recuerdo de tener que colgar la ropa en el tendedero y quedar cubiertas con “slim” con las “cosas” residuales que no se lavaron bien de los pañuelos . En ese momento las dos estábamos riendo histéricamente. Planchar era mi trabajo, así que expliqué que tenía que limpiar mis uñas para quitar las “cosas” secas de “slim” antes de planchar los pañuelos. Continuamos riendo cuando le dije a mi esposo que era bienvenido a utilizar todos los papel tisú que quería. Papá era un gran deportista y tomó todo esto en buen espíritu . Él tenía un maravilloso sentido del humor, y le encantaba reír. Después, yo nunca lo pensé nuevamente.
Años más tarde, en una visita a la casa de mis padres, caminé más allá de la puerta del baño abierta y alcancé a ver a mi papá que chasqueaba “cosas” de su pañuelo en el inodoro. Es extraño que yo no le preguntara qué estaba haciendo, pero de nuevo este fue mi increíblemente excéntrico padre. Me encogí de hombros y seguí adelante.
Un par de meses más tarde, mi papá murió. Mamá y yo estábamos hablando de papá, y del mencionado incidente de mi papá “raspando” sus pañuelos. Mamá entró en una diatriba acerca de que eso fue mi culpa y me recordó la discusión del pañuelo versus el papel tisú en la cabaña. Al parecer, papá llevó la discusión al corazón. Aunque él no era capaz de utilizar el papel tisú, no quería que mi madre lavara sus pañuelos con la misma repugnancia que sus hijas sufrieron. Después de salir de la cabaña ese fin de semana, fue a una tienda y compró un bote lleno de pañuelos. Cuando utilizaba un pañuelo, lo colocaba en una pequeña bolsa de lona hasta que tenía suficiente tiempo para “secar”. Los pañuelos fueron luego cuidadosamente “limpiados” en el inodoro antes de ser puestos en la lavandería para que mamá lavara .
Mientras escuchaba a mi madre me regocijé de lo que había hecho mi padre aún más raro de lo “normal” para él, me demostró tan contundentemente cuánto papá amaba a mamá. Piense en esto por un segundo. ¿Se toma todas esas molestias por su cónyuge? Mi papá partió hace 27 años, y todavía estoy pensando en esto. ¿Qué clase de amor tengo para mi esposo? ¿Estaría dispuesta a tener muchas dificultades para hacer su vida más agradable? ¿Estaría dispuesta a someterme a hacer algo asqueroso para ahorrarle el disgusto?
Supongo que podría menospreciar esto y decir que amar a mamá era mucho más que otro ejemplo de la excentricidad de papá, pero eso no sería justo. Todo en la vida de mis padres fue un testimonio de su amor por los demás. Mi esposo y yo celebramos nuestro aniversario de boda número 36 el mes pasado, y todavía estoy aprendiendo sobre la profundidad del amor que uno debe tener en un matrimonio. Cada vez que pienso que hemos logrado lo “máximo” del amor conyugal, pienso de nuevo en el papel tisú de hace mucho tiempo tirado en una estufa de leña y me doy cuenta de que tengo que seguir trabajando. Todavía hay mucho que hacer.
Este artículo ha sido publicado por
Tudie Rose